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El Big Bang de la pobreza en la Argentina

Miércoles, 16 de octubre de 2019 00:00

El físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico Stephen Hawking, fallecido a mediados de 2018, interpretó durante su vida como pocos, al proceso argentino del populismo a pesar de nunca haber estado en nuestra patria, extendido al contexto del populismo latinoamericano e internacional en general.

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El físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico Stephen Hawking, fallecido a mediados de 2018, interpretó durante su vida como pocos, al proceso argentino del populismo a pesar de nunca haber estado en nuestra patria, extendido al contexto del populismo latinoamericano e internacional en general.

Siendo aún niño escuchó aquel 17 de Octubre 1945 en su casa de Oxford, Inglaterra, el relato del locutor de la BBC acerca de la manifestación popular sin precedentes por parte de trabajadores movilizados en Plaza de Mayo para exigir la liberación de un coronel del ejército llamado Juan Domingo Perón.

Asoció el niño Hawking el horror de la Segunda Guerra Mundial, con la figura de dicho líder surgiendo en país tan lejano, por lo que nunca olvidó su nombre.

Encontrándose aún muy distante de convertirse en una de las mentes más preclaras del siglo XXI, intuyó que nada bueno estaba por sucederle a una de las potencias mundiales de aquella época. Su padre, también un físico, le ayudó a comprender lo que sucedía en la Argentina, explicándole: Lenin combatió al capital transformando a Rusia en una nación atormentada, alejada del mundo, lo que produjo posteriormente otros líderes mesiánicos como Hitler, Mussolini, Franco, F. Castro Chavéz y Putin.

Su padre le aseguró que el mecanismo de estos populistas para gobernar las masas era dividir a la gente estigmatizando a la oposición con motes vernáculos.

Años después rememoró que las fuentes de inspiración cognitiva fueron además de sus padres, Albert Einstein y Perón. Así, Perón fue la inspiración del Big Ban, ya que el coronel reseteó la historia de un país próspero y potencia mundial involucionándolo.

Así, definió parangonando el Big Bang de los agujeros negros del Universo, con el desarrollo del Big Bang de la pobreza.

"Franquicia" fue el término tan duro pero pertinente que usó para definir a los populismos azotantes de la América Latina, durante décadas.

Sobre el kirchnerismo declaró: si al robo obsceno de un país, le sumamos la Justicia totalmente corrompida, tenemos una versión actualizada del peronismo, que en sus años perdió el respeto a sí mismo.

Hawking afirmó que el populismo no es de izquierda ni derecha, es una franquicia orquestada en países necesitados de líderes fuertes que los guíen, pero lamentablemente hacia el abismo.

Tan cierta su Teoría del Big Bang de la Pobreza, que monseñor Aguer salió en La Plata en defensa del salario de los obispos afirmando que las limosnas eran miserables, o Cristóbal López, acusando a la Justicia, como si él fuera la víctima.

Sobre esta realidad interpretativa de Hawking, lo verídico es que el conservadorismo argentino de la generación del 80 supo proyectar un país con PBI mayor al del Canadá, Japón y Australia, posicionándolo en el rango 10 del mundo, pero que lamentablemente no condujo mejor la redistribución de la riqueza en el posterior desarrollo socio económico.

Tampoco ésta fue lograda por parte de las sucesivas conducciones políticas, habiendo sumergido todas a la Argentina en un increíble decrecimento, pobreza y subdesarrollo crecientes.

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