Un hombre de 51 años, cuya identidad fehaciente está todavía en trámite, fue condenado a la pena de 15 años de prisión por abusar de su propia hija, quien presenta un notorio retraso madurativo.
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Un hombre de 51 años, cuya identidad fehaciente está todavía en trámite, fue condenado a la pena de 15 años de prisión por abusar de su propia hija, quien presenta un notorio retraso madurativo.
La denuncia por el delito de abuso sexual fue radicada por la madre y pareja del sujeto, quien halló al hombre junto a su pequeña hija en un supuesto acto sexual.
La jueza Sandra Mabel Sánchez, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, condenó a un hombre de 51 años a la pena de quince años de prisión efectiva por ser autor material y responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente y la minoría de edad de la víctima.
El hombre, que se encontraba alojado en la Comisaría 45, fue trasladado a la Alcaidía 2 de Tartagal al finalizar la audiencia. Allí continuará detenido.
El Servicio Médico de ese Distrito del Poder Judicial de Salta se encargará de realizar un examen físico del condenado para constatar las señas particulares que permitan una identificación integral, conforme lo dispuesto por la Corte de Justicia en Acordada 12641.
Al banco de violadores
En idéntico sentido, la Justicia procedió al examen genético del hombre por el Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, y su posterior inscripción en el Banco de Datos Genéticos, previa asignación del Dato Único Genético (DUIG).
Por su parte, la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) será la encargada de proceder a la inscripción del condenado en el Registro Provincial de Condenados vinculados a Delitos contra las Personas y contra la integridad Sexual.
En febrero de 2018, la madre de la víctima encontró a su pareja, padre biológico de la menor, acostado al lado de la niña, que además presenta retraso mental.
El delito
Abuso sexual es una expresión utilizada con diversos alcances para referirse genéricamente al acto en perjuicio de la libertad sexual de otra persona. En sentido genérico el abuso sexual abarca desde el lenguaje abusivo cotidiano con contenido sexual y otras formas de trato y acoso ofensivas, que en muchas ocasiones no son consideradas delitos, pero que pueden ser consideradas como faltas laborales o de convivencia, hasta los casos graves tipificados como delitos. La mayoría de los abusadores son hombres, mientras que la mayoría de las víctimas son mujeres