La Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (Ufinar) concluyó la etapa de investigación relacionada con el accionar de la organización criminal más poderosa del microtráfico desbaratada el año pasado en esta ciudad. La red estaba conformada por 20 personas, entre ellas una suboficial de la Policía de la Provincia.
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La Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (Ufinar) concluyó la etapa de investigación relacionada con el accionar de la organización criminal más poderosa del microtráfico desbaratada el año pasado en esta ciudad. La red estaba conformada por 20 personas, entre ellas una suboficial de la Policía de la Provincia.
Luego de reunir todos los elementos de prueba, el jefe de la Ufinar, Santiago López Soto, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 7 que la causa sea elevada a juicio. El golpe a la banda se dio en agosto de 2018, en el marco del operativo "Pachamama". En esa oportunidad, los agentes de la unidad especial realizaron 17 allanamientos, los que concluyeron con el secuestro de 4 motos, 6 autos, una camioneta y más de 30 kilos de estupefacientes, entre marihuana y cocaína.
De la investigación surgió que al frente a la organización estaban los hermanos José Mauricio Guzmán y Facundo Leonel Guzmán. Junto a los nombrados fueron detenidos Lucas Martín Tanco, Adrián Nieto, Eliana Lorena Fuentes San Millán, Franco Exequiel Parrón, Fernando Ariel Zambrana, Alberto Nicolás Zerda, Juan Abel Ramírez, Elías Nicolás Verón, Hugo Portal, Rosa Arellano, Emanuel Alberto Acosta, Miguel Andrés Callau, Rodrigo Ezequiel Romero, Carlos Gustavo Díaz González, Elsa Padilla, Silvio Francisco Maza, Cristian Alexis Arias y Sergio Alejandro Estrada. Todos fueron imputados por el delito de "comercialización de estupefacientes, agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada".
Se trata de una causa compleja, tanto por la cantidad de detenidos y los elementos secuestrados, como por el accionar desplegado por esta organización que vendía droga al menudeo y proveía de estupefacientes a varias bocas de expendio en las zonas norte, oeste y centro de la ciudad.
La investigación se inició en septiembre de 2017 a partir de la información aportada por vecinos y testigos a través del sistema "denuncias web".
En el requerimiento, López Soto destacó que las primeras informaciones llevaron a los investigadores, conducidos por el comisario Eduardo Sánchez Rosado, a centrar las pesquisas en un domicilio de barrio Universitario apuntado por denuncias anónimas. A los ocupantes de ese inmueble se los relacionó con un incidente protagonizado con un grupo supuestamente antagónico de Villa La Lata. "Las pesquisas no fueron sencillas, pues esta banda tenía aceitados dispositivos para advertir la presencia de los investigadores", dijo el fiscal. El grupo había adiestrado a jóvenes adictos para que alertaran a los hermanos Guzmán cuando advertían la presencia de patrulleros o de vehículos extraños en la zona. Lo hacían a través de silbidos y otros recursos.
"Pese a ello, los policías lograron superar todos los obstáculos hasta obtener datos que nos permitieron atar cabos para llegar a los que proveían de droga a varios revendedores", dijo López. El funcionario resaltó el aporte de testigos y vecinos, lo que posibilitó seguir con las pesquisas. "Los Guzmán no comercializaban la droga en sus viviendas, sino que citaban a sus compradores en distintos lugares de los alrededores, y los encuentros se hacía dentro de los vehículos", señaló. A partir del seguimiento de los Guzmán, la fiscalía llegó a otros revendedores, quienes se proveían de los principales imputados, los que a su vez comercializaban los estupefacientes en forma directa.
Según el fiscal, los hermanos Guzmán se proveían de droga que les entregaba Estrada, apodado "Negro Ale".
El rol de la policía
Según la fiscalía el Negro Ale junto a Arias y Maza eran los que distribuían la droga. Para dar con ellos, los investigadores centraron una serie de pesquisas en hospedajes de la zona de la terminal de ómnibus y del hospital San Bernardo.
Estrada hacía los contactos para vender la droga a bandas organizadas, como las que lideraban los Guzmán. “El primer procedimiento se realizó a fines de julio de 2018, oportunidad en la que se detuvo a Estrada, Arias y Maza con una importante cantidad de la droga”, indicó López Soto.
Así fue cómo lograron determinar que la suboficial Fuentes San Millán formaba parte de la organización. “Se logró acreditar que esta policía proporcionaba información a su pareja, Fernando Zambrana, sobre el curso de la investigación”, concluyó la fiscalía.