La comunidad vinculada a la pequeña producción campesino-indígena se reunió ayer en las instalaciones del INTA, en Cerrillos, para pedir políticas de fomento al sector y reclamaron por el despido de técnicos que asistían a las familias que se dedican a actividades como la agricultura.
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La comunidad vinculada a la pequeña producción campesino-indígena se reunió ayer en las instalaciones del INTA, en Cerrillos, para pedir políticas de fomento al sector y reclamaron por el despido de técnicos que asistían a las familias que se dedican a actividades como la agricultura.
Delegados de la Federación de Organizaciones Nucleadas en la Agricultura Nacional (Fonaf) de todo el NOA, trabajadores despedidos y en actividad de la Secretaría de Agricultura Familiar, miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, del INTA, legisladores y sindicalistas se juntaron para acordar un petitorio para las autoridades.
Demandaron la reincorporación de trabajadores despedidos de la Secretaría de Agricultura Familiar en todo el país durante los últimos meses y se manifestaron en contra de lo que consideraron "ajustes a los organismos encargados de aplicar políticas públicas para el sector más vulnerable de campo argentino".
"Nos despidieron a 24 compañeros, sobre un total de 60 trabajadores. Es decir que prescindieron de un 40% de técnicos de la Agricultura Familiar. Además, recortaron proyectos, insumos y presupuestos de los que quedaron trabajando. Es decididamente una política de vaciamiento de la cobertura hacia las familias campesinas de nuestra región", dijo Darío Humano, delegado de ATE en el INTA.
Presencia
Un técnico que trabaja en el territorio para asesorar a los campesinos puede llegar a asistir a 300 familias de manera directa y a muchas más de manera indirecta. Según estimaron, más de 7.000 familias quedaron sin la cobertura del Estado para seguir desarrollando sus actividades.
"En el territorio, el técnico es un miembro más de las familias", dijo el titular del Fonaf, Miguel Fernández. Otro delegado de ATE, Ricardo Bima, señaló que "en el campo salteño se perdió un 50 por ciento de presencia y asistencia".
Cabritos, frutas, hortalizas, quesos, vinos, condimentos y artesanías forman parte de la producción campesina que piden proteger por medio de políticas de Estado.
En parte, son alimentos que llegan a la mesa de las familias salteñas. Los técnicos señalaron que, si la pequeña agricultura desaparece, la formación de precios dependería aún más de las grandes cadenas comerciales.
"Nosotros somos el denominado campo pobre. Hoy estamos acá para apoyar el reclamo de los trabajadores y sumarnos al pedido de que cambien las políticas que solo benefician a los grandes terratenientes", sostuvo Rodrigo Cuevas, un maestro quesero de Amblayo.
"Visibilizar", "resistir" y "unidad" fueron las palabras que más se repitieron durante la jornada de diálogo, debate y encuentro de ayer en el INTA.
"Ya estamos analizando cómo salir de esta coyuntura. Estamos buscando cómo nos posicionamos políticamente de cara a las elecciones. Estamos mirando a futuro sobre qué pretendemos de una plataforma electoral", manifestó Lucía Ruiz, otra de las delegadas.