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Insisten con el pedido de juicio al cura Rosa Torino

El planteo fue realizado por las fiscales Simesen de Bielke y Flores Toranzos, con el aval del procurador Abel Cornejo.
Jueves, 11 de julio de 2019 02:22

Las fiscales penales de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Verónica Simesen de Bielke y Cecilia Flores Toranzos reformularon el pedido de elevación a juicio en la causa que involucra al sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino. El requerimiento fue refrendado con la firma del procurador general de la Provincia de Salta, Abel Cornejo, quien ratificó los fundamentos esgrimidos por las representantes del Ministerio Público.

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Las fiscales penales de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Verónica Simesen de Bielke y Cecilia Flores Toranzos reformularon el pedido de elevación a juicio en la causa que involucra al sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino. El requerimiento fue refrendado con la firma del procurador general de la Provincia de Salta, Abel Cornejo, quien ratificó los fundamentos esgrimidos por las representantes del Ministerio Público.

Rosa Torino está acusado de "abuso sexual gravemente ultrajante por la duración, agravado por ser el autor ministro de culto reconocido", en perjuicio de dos exnovicios de su congregación y de "abuso sexual simple", en perjuicio una mujer. La imputación por esos delitos fue confirmada por la jueza de Garantías Nº 1, Ada Zunino.

Las fiscales reformularon la acusación a partir de la resolución del 25 de junio pasado, cuando el juez de la Sala IV del Tribunal de Impugnación, Adolfo Figueroa, declaró nula la elevación a juicio. Simesen de Bielke y Flores Toranzos dejaron constancia que no comparten los fundamentos de Figueroa y precisaron, a través de 54 páginas, cómo se inició la causa, las declaraciones de las víctimas, de testigos y las razones por las cuales se atribuyó Rosa Torino la comisión de los delitos que le imputan.

Entre los elementos probatorios detallados, se encuentran los resultados de las inspecciones oculares realizadas sobre los inmuebles donde habrían ocurrido los hechos, acompañado de planimetría, tomas fotográficas, pericias sobre teléfonos celulares, un pendrive y un DVD. Las fiscales destacaron entre las principales pruebas las declaraciones testimoniales "no solo de víctimas de los atroces actos de abuso consumados por el acusado", sino "de testigos presenciales de los hechos". Simesen de Bielke y Flores Toranzos aseguran que de allí "surge con claridad meridiana" que el imputado Raúl Agustín Rosa Torino, "valiéndose de su condición de fundador y director del Instituto de los Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, guía espiritual de la comunidad religiosa, y aprovechando tal condición, desplegó conductas deshonestas en claro menoscabo de la libertad sexual de las víctimas". En ese sentido refieren que dichas conductas "afectaron la dignidad humana" de las víctimas "al producir sufrimientos y humillaciones tanto por la intensidad de su duración como por la repetición de tales conductas vejatorias que dejaron huellas indelebles en sus psiquis".

Con el aval del procurador Cornejo, las fiscales destacan que de la causa "surge el temor fundado que todas y cada una de las víctimas sufrieron hasta poder llegar a denunciarlo, pues tal como lo manifestaron jamás podrían expresar tales situaciones, porque inmediatamente eran humillados en público o gritados o insultados". A juicio de las funcionarias, Rosa Torino "se aprovechó de la manifiesta superioridad sobre las víctimas para hacerlas objeto de actos de inequívoco contenido sexual, con tocamientos en sus partes genitales en los casos de los denunciantes varones y mediante el tocamiento en la cola y en el pecho a la víctima mujer". Sostienen que esos actos libidinosos que se llevaron a cabo "por el consentimiento viciado que se obtenía a través del referido prevalimiento, abusos que han producido necesariamente sufrimientos, malos recuerdos y una afección psíquica general en las víctimas, deviniendo así en el reproche penal mediante la presente acusación".

El requerimiento contiene declaraciones de la mujer que denunció a Rosa Torino por amenazas, insultos y humillaciones, abusos de autoridad, calumnias y difamaciones. Además lo acusó de "machismo y desprecio hacia las mujeres, y por abusos sexuales

Su actividad religiosa

En el requerimiento, las fiscales expresan que, según consta en un informe del Arzobispado de Salta, Rosa Torino fue ordenado sacerdote para la arquidiócesis el 21 de noviembre de 1985 y estuvo incardinado (incorporado) allí hasta 2009 cuando se aprobó la creación del Instituto de los Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. A partir de ese momento se alejó de la Arquidiósesis y se abocó a su tarea en esa congregación religiosa. 
Rosa Torino creó varios sedes del instituto en el interior de Salta, en otras provincias, incluso en el exterior (Chile, México y España). A instancia del Arzobispado, en 2015 el Vaticano dispuso la intervención de la orden y su situación se complicó al año siguiente por la denuncia de dos exnovicios que lo acusaron de abuso sexual. Por ese motivo se le suspendió la licencia para ejercer el     sacerdocio.
 

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