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Psicopedagogos e integrantes del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) celebraron la intención de la cartera educativa de implementar en el sistema escolar público contenidos de educación emocional, tal como se informó a través de página oficial del Gobierno provincial. Sin embargo, remarcaron que este espacio debe estar a cargo de profesionales de la psicopedagogía y no de maestros de religión, como se anunció. En la semana buscarán reunirse con la ministra de Educación, Analía Berruezo, para dialogar sobre el tema.
En diciembre 2017, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó que la materia de Religión dejara de dictarse como parte de la currícula obligatoria y que se diera fuera del horario escolar. Entonces, el Ministerio de Educación abrió la posibilidad de que se anotaran los estudiantes que quisieran seguir teniendo clases de religión, pero antes o después del horario de clases. Con el cambio de modalidad, se redujo la cantidad de niños que asisten a esta materia.
De los más de 400 catequistas que tenía contratados el Gobierno de la Provincia, muchos se quedaron sin alumnos e iniciaron reclamos por estabilidad al Gobierno de la Provincia. En las últimas semanas se difundió oficialmente que serán reubicados en un "espacio de educación emocional" que se habilitará en las escuelas.
Formación
En una reunión que se llevó a cabo ayer, Viviana Bazán, presidenta del Colegio Profesional de Psicopedagogos de Salta; Lorena Díaz, vicepresidenta; Fernando Climent, presidente de ILEC, y Raúl Martínez, expresidente, analizaron el contexto en el que surgió la iniciativa de incluir estos contenidos innovadores en las aulas.
"No estamos en contra de los maestros de religión, y bregamos para que continúen con su fuente laboral, pero entendemos que no están formados para el dictado de esos contenidos como sí lo está el psicopedagogo. Ellos educan desde un dogma religioso y nosotros tenemos en cuenta el cognitivo evolutivo. La emoción es una reacción psicofisiológica y debe ser abordada por profesionales facultados. El tema no debe ser tomado a la ligera", sostuvo Bazán.
Agregó que "cuando se toman estas decisiones desde el Ministerio, no se sabe a quiénes convocan para ser asesorados. A nosotros no nos convocaron, pero igualmente nos pusimos a disposición del Ministerio para intervenir en el proyecto. No se puede aprender a través de un curso lo que es educación emocional, es toda una formación de base".
Por su parte, Fernando Climent consideró que "el lugar justo para abordar cuestiones de educación emocional está en el Colegio de Psicopedagogos. El lugar que vayan a tomar los maestros de religión lo debe determinar Educación, pero ellos no son los profesionales idóneos para el dictado de estos contenidos. Necesitamos que el Ministerio de Educación tome la determinación de que la educación emocional esté en las escuelas y a cargo de los profesionales de la psicopedagogía".