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"La prueba de fuego para todo mago es enfrentarse con el público"

Franco Daniel Dekaine (Mago Deka), ilusionista. 
Domingo, 07 de julio de 2019 01:41

Un garaje sin su auto, oscuro y tenebroso, es la cripta donde el Mago Deka y sus asistentes preparan su show intrigante.

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Un garaje sin su auto, oscuro y tenebroso, es la cripta donde el Mago Deka y sus asistentes preparan su show intrigante.

Una guillotina que supera los dos metros es la atracción central del espectáculo para los adultos.

Para los niños hay todo tipo de objetos extraños salpicados en ese socavón. Hay cajas de maderas de todos los tamaños y colores, varitas mágicas que no pierden su poder ni en el piso, espejos, sombrillas de colores, la capa negra, un telón mágico que se despliega solo y telas de vivos colores. Lo demás está vedado a la prensa.

El mago Deka se llama Franco Daniel Dekaine y es un mago joven; aunque sus poderes son terribles. Tiene 25 años y sus cuatro asistentes son Natalia Yevara, Estrella Rivero, Federico Negri y Enzo Castillo. También se debe decir que el mago Deka y Natalia formaron una familia y que juntos tienen a Luz, de 5 años, y a Micaela, de 4. Ese staff prepara de manera profesional show desde hace unos tres años. Las secuencias, las formas, los trucos, el sonido, la música, el vestuario; todo forma parte de una discusión colectiva que busca la ilusión. "Con los niños es más difícil", dijo el Mago con total seriedad.

"Yo tengo que lograr la atención de los niños como primera medida. No puedo lanzar un truco si los chicos no me miran sentados, quietos, atentos. Con los show para adultos todo es más tranquilo. Los grandes utilizan la magia para distenderse", dijo el hombre.

"La prueba de fuego para todo mago es enfrentarse al público, a la gente real de carne y hueso en un espacio muy cercano. Yo puedo hacer el truquito de las cartas frente a un espejo y soy el mejor. Pero hay que pararse frente a personas, niños o todos juntos y hacerles el truco. Ahí se ve realmente si vas a ser un mago o no", dijo.

Franco es un chango que nació en la popular Villa Belgrano, de la zona norte de la ciudad de Salta. Tiene dos hermanos, Sebastián e Ivana, pero que son mucho mayores que él. En consecuencia se crió como un hijo único con su mamá Stella Dekaine. Hincha fanático de Peñarol, jugó en las inferiores de dicho club.

"Yo siempre miré los videos de magia. Buscaba los materiales de David Copperfield, Tusam o del mago Raley. Eso comenzó cuando tenía unos 13 años. Cuando fui más grande, a los 20 años, me rompí el tobillo jugando a la pelota y tuve que estar tres meses en cama sin hacer nada. Ahí fue cuando me decidí a aprender definitivamente la magia. Busqué primero a Daniel El Ilusionista y luego a Pablosky. Ahí comencé a entrar en el verdadero mundo de la magia. Un mundo donde todo es muy costoso, donde hay que aprender mucha teoría, en donde los conocimientos sobre psicología son fundamentales; todo esto para poder recién estar frente a la gente", dijo.

Pero Deka tuvo un comienzo tranquilo. Una noche fue a escuchar a la banda de rock De Faul en la Balcarce. Los integrantes de la banda son amigos y ya le habían advertido sobre la posibilidad de un espacio para su magia. Nunca antes había estado frente al público. De Faul le cumplió y entre tema y tema lo subieron al escenario.

"Cuando me llamaron yo no lo podía creer. Tiré dos o tres trucos y la gente me aplaudió. Eran trucos básicos como el hilo roto y recompuesto, pero hubo ovación. Ahí me di cuenta de que esto es lo que quiero hacer para toda la vida. Que quiero hacer magia profesionalmente, que con esto puedo criar a mis hijas", recordó.

Con Natalia ya se conocían desde el secundario; iban al Reyes Católicos. En realidad Natalia solo fue un año y eso fue suficiente.

Al día de hoy quienes también ofician de "asistentes" son las dos nenas, que ya se saben los trucos y muchas veces son las que alcanzan las cosas.

"Todo es muy caro. Preparar un show de magia es muy caro. El vestuario, los trucos, las estructuras, hay que tener música, luces, buen sonido, el escenario. Yo también tuve otros maestros como Sammy y Daly, que me enseñaron que todo es inversión", contó.

Las prácticas, los ensayos y el trabajo en equipo constituyen otro aspecto importante a la hora de producir un buen show.

Un show único 

"Yo produzco un show caro. Invertimos mucho dinero porque queremos lo mejor. En el caso de niños hacemos sorteos de cartas mágicas, entregamos libros para dibujar y tenemos muñecos únicos que hacen trucos", dijo este joven que con tan pocos años ya fue mozo, sanguchero y cadete.

"En el trabajo de lunes a viernes yo trabajo de cadete con una moto. Eso me dio por varios años el sustento para mi familia. Hoy tenemos show, contrataciones y funciones que dan sus frutos, pero por ahora no pude despegarme de la cadetería. Es un trabajo noble y peligroso. Sin embargo, lo que yo quiero es morirme haciendo magia", dijo, y luego levantó su varita y desapareció.

Cada público tiene su propio show

“Nosotros actuamos en casamientos, en jardines de infantes, empresas, cumpleaños, para quinceañeras; hasta para despedidas de soltero nos animamos. Cada público tiene su show, sus trucos y siempre se pauta con quien nos contrata. Ahora tenemos unas presentaciones para las vacaciones y estamos contentos trabajando en eso”, dijo el mago Deka. Se refiere a las presentaciones que realizará en el teatro de Carlos Melián, en Florida 657. El próximo martes 9 de julio, a las 22, será la función para adultos, con la temible guillotina. Para el domingo 14, a las 17, en el mismo lugar se realizará la función para niños, con muñecos, regalos y sorteos.

 

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