La agencia NewsFlare difundió un video de unos buceadores que consiguieron grabar a una gigantesca anaconda que nadaba en las profundidades del río Formoso, en Brasil. De acuerdo con la descripción que acompaña el video, las imágenes fueron captadas por los buzos y camarógrafos profesionales Bartolomeo Bove y Juca Ygarape, que viajaron al estado de Mato Grosso do Sul para bucear en un río cerca de la ciudad Bonito.
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La agencia NewsFlare difundió un video de unos buceadores que consiguieron grabar a una gigantesca anaconda que nadaba en las profundidades del río Formoso, en Brasil. De acuerdo con la descripción que acompaña el video, las imágenes fueron captadas por los buzos y camarógrafos profesionales Bartolomeo Bove y Juca Ygarape, que viajaron al estado de Mato Grosso do Sul para bucear en un río cerca de la ciudad Bonito.
En la primera toma se puede apreciar el moteado y extenso cuerpo de la serpiente, que yace sobre varias rocas al fondo del río. La segunda toma muestra a la serpiente de aproximadamente 90 kilos de peso sacando su lengua frente a la lente de la cámara, a escasos centímetros del buceador.
El contacto entre el reptil y los camarógrafos es muy cercano, casi íntimo. Sin embargo, en algunas partes el animal parece asustado pues busca la forma de ocultarse. En el minuto dos con 10 segundos uno de los camarógrafos intercepta a la serpiente en su camino, y logra posiblemente la toma más cercana de su rostro.
Aunque esta afirmación podría discutirse si se compara con la toma del minuto 3 con 43 segundos, en donde pareciera que el animal incluso toca levemente el lente de la cámara por un segundo, antes de arrastrarse en reversa a toda velocidad.
Sus ojos brillantes se posan fijamente sobre la cámara, mientras en el aire agita su delgada lengua negra.
Bartolomeo Bove explicó que los cuerpos de agua que se extienden alrededor del área de Bonito son los únicos lugares en América del Sur donde es posible bucear con anacondas.
Esta especie de serpiente constrictora despierta de la hibernación a finales de julio, lo que lo convierte en el mes perfecto para bucear con estas majestuosas criaturas. “Como se muestra en las imágenes, la anaconda nada tranquila y pacífica, completamente indiferente a nuestra presencia”, explica Bove. “Este comportamiento desmiente el mito de que es una criatura agresiva y violenta”, agregó.