El 90 por ciento de los trabajadores del hospital Dr. Arturo Oñativia hizo un tratamiento para prevenir la COVID-19 o para desarrollarla en formas leves.
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El 90 por ciento de los trabajadores del hospital Dr. Arturo Oñativia hizo un tratamiento para prevenir la COVID-19 o para desarrollarla en formas leves.
Si bien aún no hay vacunas ni curas para la infección por coronavirus, algunas investigaciones recientes advierten que ciertas drogas tendrían posibles efectos antivirales en el personal de salud.
El gerente del nosocomio, Marcelo Nallar, contó que hace dos meses y medio recibieron una donación de un laboratorio privado con dosis de ivermectina y carragenina para los empleados.
La ivermectina es un antiparasitario de amplio uso en medicina humana y veterinaria y la carragenina se utiliza como un spray nasal para el tratamiento de resfríos.
“Ante las hipótesis de trabajos que se venían realizando en la Argentina y en otras partes del mundo, que demostraban que estos medicamentos podían ser beneficiosos para la COVID-19 y tenían pocos efectos colaterales, se les ofreció a quienes quisieran tomarla”, mencionó el médico.
Luego de aprender cómo consumirla, casi todos adhirieron a la propuesta.
Nallar confirmó que, si bien algunos trabajadores tuvieron la enfermedad, ninguno desarrolló un cuadro severo. El médico evitó vincular esta situación con el tratamiento realizado: “Hay que esperar un poco más para sacar conclusiones. En este momento se trabaja solo con hipótesis”.
A fines de octubre se hará un control de anticuerpos al personal y Nallar estimó que “existe un grupo no menor que los va a tener”. En marzo último se hizo el mismo estudio y todos dieron negativo.
En el hospital, todas las semanas realizan testeos grupales mediante PCR para detectar COVID-19 en el personal de los servicios críticos. Cuando los resultados son positivos, aíslan a los trabajadores y controlan a sus contactos estrechos.
“Muy promisorios”
El pediatra infectólogo Antonio Salgado consideró que son “muy promisorios” los estudios que existen sobre la utilización de la ivermectina y el empleo conjunto de esta droga con carragenina como medicación preventiva para la COVID-19.
Se refirió al trabajo hecho por un equipo de investigación liderado por Héctor Carvallo y Roberto Hirsch, de Buenos Aires, que estudió el uso combinado de estas drogas en personal de salud. “Según los reportes, este tratamiento tuvo una excelente respuesta preventiva. Por eso, se habla de un efecto vacuna”, comentó.
El médico mencionó el reciente trabajo inédito que desarrollaron investigadores de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), quienes encontraron que, en el grupo de pacientes que tomó ivermectina, se redujo notablemente la carga viral y, por ende, la probabilidad de desarrollar más síntomas.
Un trabajo “in vitro” publicado por un grupo de estudio australiano, liderado por el profesor Caly, demostró que con una sola adición de ivermectina a células infectadas por SARS-CoV-2, la replicación viral se reducía unas 5 mil veces en 48 horas.