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Las urgencias para la nueva normalidad

Jueves, 19 de noviembre de 2020 02:16

¿Es la pandemia la causa de la decadencia argentina?

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¿Es la pandemia la causa de la decadencia argentina?

Durante este año, hemos escuchado hablar acerca de las consecuencias que generó y continúa generando la pandemia ocasionada por el COVID-19; sin embargo, no sería apropiado atribuir todos los resultados negativos a esta situación sanitaria.

Argentina sufre una decadencia pronunciada desde hace ya varios años. En este punto, la falta de inversión se hace sentir cada vez, y se manifiesta con dramatismo en la creciente insatisfacción de necesidades básicas en amplios sectores de la sociedad.

El año 2020 podría ser denominado como "excepcional", ya que un virus impactó en la salud a nivel mundial, generando gran cantidad de muertes debido a los contagios. Otra de las consecuencias que se observa es la retracción y caída de las economías mundiales. Argentina no quedó fuera de este cataclismo y la sociedad vivió un aislamiento prolongado que no logró reducir el número de contagios ni muertes, y devino en caída económica.

En primera instancia, la pandemia dejó expuesta la precaria conexión a Internet que padece el país en el auge de la era tecnológica. Es ilusorio mantener virtualmente la normalidad educativa donde el 19,5% de estudiantes de primaria no cuenta con conexión a Internet en su hogar y el 23,7% no dispone de una computadora, ya sea propia o de algún miembro de su familia. En cuanto alumnos de secundaria, el 15% no posee conexión. Dentro de los que cuentan con ella, en cualquier nivel de educación que se encuentren, más de la mitad, el 54,11%, tiene una conexión débil, lo cual les impide acceder de forma correcta para continuar sus estudios.

En provincias como Santiago del Estero, Formosa, Corrientes, Chaco, Misiones y Catamarca, un tercio de sus estudiantes no tienen acceso a Internet. Estos datos fueron arrojados por las últimas pruebas Aprender. Además, hay que considerar que no todos los docentes cuentan con una computadora o buena conexión para poder dar clases a sus alumnos.

A su vez, hay ciertos lugares, dentro de las diferentes provincias, donde la electricidad es precaria, los vecinos sólo disponen de ella a ciertas horas, siendo éste otro medio que dificulta el acceso a una educación apropiada.

Otro punto importante de los problemas que enfrenta Argentina, más allá de la pandemia, es el gran porcentaje de ciudadanos que no cuentan con cloacas ni tienen acceso al agua potable. Según datos oficiales de AySA y de la Unesco, el 40% de la población no posee cloacas y el 15% no tiene acceso al agua potable. Estos resultados reflejan la falta de inversión y desarrollo en este sector en particular.

En cuanto al desempleo, el segundo trimestre de este año, el Indec informó que la tasa alcanzó un 13,1% de la población económicamente activa, siendo ésta solo la que respondió que estaba en búsqueda de empleo y no lograba conseguirlo. Sin embargo, se considera que el número es mayor debido a que hay personas que perdieron su empleo y por las condiciones actuales no consiguen uno nuevo. A su vez, los individuos que realizan sus actividades en negro no son contabilizadas, y el desempleo de ellos o la búsqueda activa de trabajo no se refleja en las cifras.

Agenda urgente

Estos son tres puntos importantes que ponen en evidencia una urgencia crítica en el escenario del país, en donde el desempleo aumenta, las presiones tributarias no ayudan a que se generen nuevos puestos de trabajo y se observa de forma clara que la crisis económica afecta tanto a las personas empleadas o que están en búsqueda de empleo como a los empleadores.

A su vez, la deficiencia que desde hace años que se presenta a lo largo y ancho de la República Argentina en términos de saneamiento y agua potable es preocupante porque ello genera foco de enfermedades e infecciones que con la pandemia no son una buena combinación.

Por otra parte, la falta de conectividad en el siglo XXI, en donde la tecnología ocupa un lugar aún más relevante que otras épocas, es inquietante. Que los niños, niñas y adolescentes no puedan acceder a una educación de calidad debido a la deficiencia en la conectividad no es un buen indicador. La pandemia ya acelera una situación alarmante a la hora de referirse a la educación debido a la complejidad que se presenta para continuar los estudios de forma presencial.

La pandemia continúa, sin "fecha de vencimiento", y nos deja varias observaciones.

La República Argentina sufre un atraso económico, tecnológico y laboral desde hace varias décadas, porque es un país que se está quedando en el tiempo, y continúa en esa misma dirección. Con o sin pandemia, estas disparidades que se profundizaron en las últimas décadas, están partiendo en varias partes a la sociedad.

Después de casi un año de cuarentena mundial, es necesario saber que cuando volvamos a la ansiada "normalidad", ya no va a ser la misma "normalidad" de antes.

El estudio a distancia y el teletrabajo van a ser parte de la vida diaria, en donde acceder al saneamiento y agua potable en cada domicilio va a ser de vital importancia para prevenir enfermedades y para que los ciudadanos puedan pasar tiempo en sus casas con las condiciones básicas de higiene satisfechas. No se tratará sólo de generar empleo de calidad, sino de que pueda accederse a él en condiciones dignas.

A todo esto, el tan nombrado Covid-19 nos deja muchas preguntas e inquietudes. Entre ellas, podemos reflexionar si la decadencia no sería la oportunidad para hacer un verdadero punto de inflexión que, de una vez por todas, ponga en marcha la modernización y el desarrollo que cada uno de los argentinos deseamos para nuestro país.

 

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