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Femicidio de la docente: Final anunciado, a pesar de 5 años de acoso y 17 denuncias

El caso de la docente asesinada en Tucumán expone las fallas del sistema. Testigos revelaron que la perseguía y que ella le hizo reiteradas denuncias.
Lunes, 02 de noviembre de 2020 02:00

Con 17 denuncias por acoso y amenazas, y el conocimiento de sus allegados y colegas de la desesperante situación que soportó durante 5 años, finalmente otra vez la violencia machista pudo más. Una perimetral no pudo evitar que el femicida cumpliera con sus amenazas.

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Con 17 denuncias por acoso y amenazas, y el conocimiento de sus allegados y colegas de la desesperante situación que soportó durante 5 años, finalmente otra vez la violencia machista pudo más. Una perimetral no pudo evitar que el femicida cumpliera con sus amenazas.

El hombre asesinó a puñaladas a su exprofesora de inglés el viernes por la noche en pleno centro de la capital de Tucumán y la noticia consternó al país. Si bien hubo testigos, nadie pudo hacer nada hasta que el crimen quedó consumado.

Tras el ataque y acorralado por los transeúntes, el victimario se suicidó frente a un grupo de vecinos que solo intentaba impedir que huyera.

Paola Estefanía Tacacho tenía 32 años y era profesora de inglés. Murió en manos de su acosador, Mauricio Parada Parejas, que tenía la misma edad.

Los amigos de la docente denunciaron que él estaba "obsesionado" con ella y que la acosaba desde hacía cinco años. "Esto (el acoso) comenzó en el 2015, este chico era alumno de ella en el nivel terciario, cursó durante muy poco tiempo la carrera de traductorado con ella y, a partir de ese momento, comenzó la persecución", recordó Agustina, una de las amigas de Paola, en diálogo con TN.

La mujer dio detalles estremecedores: "Eran mensajes con fotos de ella y frases o amenazas que decían "ya te va a llegar la hora'".

El crimen ocurrió alrededor de las 21 del viernes, en la calle Monteagudo al 500, cuando la víctima salió del gimnasio y el agresor la sorprendió.

"Ella nunca tuvo nada con él, fue un alumno más, de los 200 que tenía", explicó otro de los amigos de Paola.

Según contó el testigo, la mujer trabajaba como docente en el Instituto Mark Twain de la capital tucumana y alertó a las autoridades cuando empezó a sufrir acoso pero ellos "no se hicieron cargo".

"Ella hizo la denuncia en el instituto, en un principio se solidarizaron, pero eventualmente le dijeron que ese no era un problema suyo porque era un alumno", explicó.

El amigo de Paola ratificó también que ella había hecho 17 denuncias porque "quería que la dejaran en paz".

Según aseguró, ella tenía miedo y por momentos parecía sufrir una "negación del problema". Recordó que una vez la docente le dijo, durante sus vacaciones, que "estaba tranquila porque no estaba en Tucumán y él no estaba".

Así vivía la víctima, escapando de su acosador. Mientras tanto, la Justicia le había puesto una perimetral a su agresor, pero no había logrado más que eso. Una de las causas que inició la mujer contra Parada Parejas llegó a juicio, pero el hombre fue absuelto por "falta de mérito".

   Mauricio Parada Parejas, denunciado por la docente.

Amenazas

"Para la Justicia, lamentablemente, somos una foja más en un expediente. Ayer fue Paola, mañana capaz que soy yo y es muy triste que naturalicemos el acoso", se lamentó Agustina. Y recordó que en el último tiempo Paola se abrió un nuevo perfil de Instagram y ella, en lugar de decirle "qué bueno", le preguntó: "¿Sos vos o es el loco?".

"Yo creo que en su mente él estaba obsesionado con ella y lo único que quería era estar cerca de alguna forma. Nunca le hablaba pero estaba todo el tiempo. Es intimidante que a lo largo de cinco años una persona se te pare cerca y no te diga nada y mande mensajes horribles, algunos con contenido sexual, otros con amenazas explícitas", agregó el amigo de la víctima.

Según explicó este testigo del acoso, él habló con el hermano de Parada Parejas y él reconoció que el femicida "tenía "ciertos problemas'", pero puso en duda de que sea él el que le escribía los mensajes a Paola.

Cuando el amigo de la víctima le contó que se paraba frente a la casa de ella, el hermano del acosador lo justificó diciendo que "eran vecinos".

"Era una familia poderosa, entonces, todas las ovejas negras se esconden. No aceptaron nunca el problema que tenían, se lo sacaron de encima", contó con bronca el hombre tras el crimen.

Discusión y muerte

De acuerdo al informe oficial producto de las testimoniales, antes del ataque mortal hubo una acalorada discusión en la que la docente de inglés le dijo al hombre que la dejara en paz. Los testigos dicen que los gritos se escucharon hasta la otra cuadra. segundos después el sujeto la atacó por la espalda y la mató.

"Salió corriendo y uno de los chicos del delivery le tiró gas pimienta. Como no podía escapar, se clavó el cuchillo. Lo que supimos es que se lo revolvió en el pecho", sostuvo un testigo, según informó el sitio web Infobae.

Otra testigo esbozó una hipótesis sobre el móvil del femicidio: "Fue mi profe de inglés en el colegio Mark Twain durante mi carrera de traductorado y el enfermo que la mató era mi compañero. Un día se enojó con otra profe porque no le puso 10 sino 8.50 y desde ahí empezó todo, hasta que dejó la carrera. Con mis amigas vimos todo, el tipo la esperaba fuera del colegio y la seguía, le tocaba el timbre, se creaba facebooks falsos para mandarle mensajes, le decía de todo... puta era lo mínimo. Vivía con miedo la pobre, lo denunció muchas veces junto con otra profe", comentó Lorena Viera, estudiante.

Marcha en Tucumán por las víctimas 

La organización Ni Una Menos convocó para hoy a las 18 a una sentada frente a la Casa de Gobierno de Tucumán para exigir justicia por Paola y por todas las víctimas de femicidios. Además, habrá movilizaciones en nuestra ciudad por éste y otros hechos. Alejandra del Castillo, referente de la organización tucumana, dijo que van a acompañar el reclamo de la familia.
Paola Tacacho estaba radicada y trabajaba en la capital de Tucumán pero era salteña.
Ayer sus cenizas fueron trasladadas por su familia hacia nuestra provincia.
Para los amigos y compañeros de trabajo de la docente salteña, lo ocurrido fue totalmente premeditado y se podría haber evitado porque había señales de alerta.
“Esta vez estaba más enojado porque estaba avanzando el juicio en su contra”, lamentaron.

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