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Proponen estacionamientos de bicicletas "made in Salta"

El carrocero Juan Recchiuto quiere colaborar con su invento para guardar los rodados sin perder espacio urbano. La propuesta es práctica y de bajo costo. Los detalles.
Domingo, 13 de diciembre de 2020 00:32

Los informes sobre la utilización de la bicicleta como medio de transporte siguen dando qué hablar. La falta de lugares seguros para dejar los vehículos originó un informe sobre la poca disponibilidad de playas de estacionamiento para las bicicletas.

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Los informes sobre la utilización de la bicicleta como medio de transporte siguen dando qué hablar. La falta de lugares seguros para dejar los vehículos originó un informe sobre la poca disponibilidad de playas de estacionamiento para las bicicletas.

Pululan ideas y propuestas para que la Municipalidad de la Ciudad de Salta continúe con su política de Estado acerca de mejorar el tránsito en el microcentro capitalino.

Ahora un gran inventor, viejo baluarte de la vanguardia salteña, tiene una propuesta digna de escuchar.

Se trata de Juan Recchiuto, un carrocero de 92 años que sigue con un entusiasmo como si tuviera 20 y que, desde hace unos meses, "dibujó" un novedoso estacionamiento para bicicletas "made in Salta".

La idea que tiene el inventor es para las veredas del centro, para que no ocupen espacio cuando estén sin bicicletas y con un costo muy bajo para el erario público.

En sus manos tiene una carta escrita a mano para la intendenta Bettina Romero y los planos, también a pulso, lápiz y borrador, 0 autocad, todo reunido en un sobre A4 color sepia al cual abraza como si fuera un hijo.

Se sienta en el fresco de su garaje y en una mesa de jardín expone su proyecto.

"Se trata de unos mosaicos rústicos que son baratos de hacer y colocar en las veredas. Que no necesitan mantenimiento como los que hay de hierro torcidos. Además, no ocupan lugar en la calle. Cuando nadie deja su bicicleta estacionada la vereda queda limpia, sin estorbo. Creo que le daría un toque de buen gusto e ingenio a la Ciudad", dice en su carta Juan.

La ideal del inventor tiene dibujos que explican mejor la iniciativa.

En primer lugar las ubica en las veredas al lado de la ciclovías que está haciendo la Municipalidad.

En lugar de colocar fierros para que aseguren las ruedas, Juan propone la construcción de baldosa perforadas con la forma de la rueda con un hierro fijo como traba antirrobo que permita asegurar la rueda con los candados. Se calza la bicicleta por la rueda trasera con la delantera en sentido a la calle.

De esta manera se puede colocar una bicicleta alineada perpendicular a la calle, por cada 30 centímetros, a 70 cm del cordón de la calle. La profundidad del calce es unos 10 cm aproximadamente.

Dibuja una demarcación en color amarillo en el piso que, cuando no hay bicicletas, la vereda queda limpia, sin obstáculos.

"Por esta cuarentena muchos comenzaron a utilizar las bicicletas. Es lo más sano que hay, es un invento maravilloso, pero tenemos que cuidar a la gente que pedalea. Lamentablemente, en Salta poco se respeta. Los conductores creen que son dueños de las calles y por eso yo celebro que la intendenta haya tomado la iniciativa de construir la ciclovías. Pero ahora hay que buscar para la gente los lugares para que dejen las bicis. Hay que pensar también en al menos un policía por cuadra, uno de estos estacionamientos también por cuadra. Tenemos que acompañar y complementar el fomento de este medio de movilidad tan beneficioso para las personas. Yo lo he inventado y pienso en Salta pionera en transporte limpio", declaró Juan.

Antecedentes

No es que Juan se despertó un día, leyó El Tribuno y se le ocurrió una idea. Nuestro compañero Daniel Díaz hace tiempo realizó un informe sobre un auto que desarrollaron los hermanos Juan y Alfredo Recchiuto, allá por el 55.

Fue un convertible de "estilo criollo" al que bautizaron AJR y que fue sensación en todo el país. El auto fue utilizado por las máximas autoridades civiles, militares y religiosas en los desfiles patrios, y tuvo paseos históricos con monseñor Tavella y Juan Manuel Fangio.

"Nos iniciamos por 1945 en los talleres de mi tío, don Pascual Genovese, que estaban en Pellegrini al 400. Ingresamos como aprendices y nos formamos en carpintería y herrería. Luego toda esa experiencia la volcamos en nuestra propia fábrica de carrocerías de colectivos", contó Juan en aquella entrevista.

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