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Bouvier apoyó a la fiscal Simesen de Bielke y apuntó contra el comisario Walter Mamaní

Aseguró que esclarecer el caso es la oportunidad de recuperar la confianza en la Justicia. El acusado de apremios ilegales de Apolinario Saravia intervino en el caso de las francesas.
Jueves, 31 de diciembre de 2020 01:07

Desde Francia, Jean-Michel Bouvier mandó una carta a la fiscal que investiga al mismo comisario que quedó bajo la lupa en el caso de las francesas. Bouvier se solidarizó con la fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, y aseguró que esclarecer este caso es una oportunidad para que los salteños recuperen la confianza en la justicia local.

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Desde Francia, Jean-Michel Bouvier mandó una carta a la fiscal que investiga al mismo comisario que quedó bajo la lupa en el caso de las francesas. Bouvier se solidarizó con la fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, y aseguró que esclarecer este caso es una oportunidad para que los salteños recuperen la confianza en la justicia local.

"Desde París, donde desde agosto de 2011 siempre he seguido con gran atención lo que ocurre en la provincia de Salta, puedo ver su determinación y su valentía en el caso en el que hoy está involucrado el comisario Walter Mamaní", inició su misiva Bouvier, para luego recordar quién es el uniformado al que se está investigando. "En 2014, los tres jueces del juicio por las violaciones y asesinatos de mi hija Cassandre y su amiga Houria, demostraron la participación del comisionado Walter Mamaní en un complot tendiente a orquestar la culpabilidad de uno de los tres principales imputados, Daniel Vilte", indicó sin vueltas Bouvier.

El caso de las francesas

El papel de Mamaní en el crimen de las francesas generó un escándalo, aunque quedó en la nada y continuó desempeñándose en la fuerza hasta que ocurrió el hecho en Apolinario Saravia por el cual está actualmente detenido.

Los episodios a los que se refiere Bouvier ocurren en tan solo dos días del 2011. En aquel momento, Mamaní trabajaba en la División Delitos contra la Propiedad. Luego de que más de cien personas -entre ellas peritos, bomberos, policía, y hasta el juez - rastrillaran la zona donde fueron encontrados los cuerpos de las mujeres francesas, e incluso se utilizaran detectores de metales de gendarmería y no se hallara nada; Mamaní "encontró" dos plomos. Inmediatamente después, los dos plomos coincidieron con un arma calibre 22 "hallada" en la casa de Raúl, "el diablo" Sarmiento, donde el comisario llegó por un supuesto robo de pertenencias que finalmente nunca aparecieron. Un testigo clave, el hijo de Sarmiento, que habría visto cómo plantaron el arma, fue asesinado antes de poder dar su testimonio en el juicio. 

Luego del juicio, Vilte pudo recuperar su libertad por falta de pruebas y desde entonces se mantiene en contacto con Bouvier. "Sepan que estoy detrás de todas sus acciones para que la Justicia de la provincia de Salta recupere toda su imparcialidad y toda su dignidad y así se gane la confianza de toda la población. El honor de la Justicia es negarse a servir al fuerte y al poderoso para oprimir al más débil y al más desamparado. Deben ser iguales para todos los ciudadanos", finaliza Bouvier su breve carta.

Un caso que generó un cruce judicial

Durante estos días hubo acusaciones graves por las actuaciones. 

Mamaní, doblando la patente del auto.

El caso que ubicó nuevamente en el centro de la escena a Mamaní y que enfrentó al Ministerio Público Fiscal y al Poder Judicial, ocurrió en Apolinario Saravia a mediados de este año. Lo que permitió que en esta oportunidad Mamaní llegara a estar complicado, fueron las pruebas: cámaras de seguridad que echaron por tierra los argumentos esgrimidos por los uniformados. Los registros mostraron cómo el comisario junto a otros subalternos abrieron fuego contra el auto en el que circulaba Luciano Diez. Mientras que una segunda cámara mostró a Mamaní doblando la patente del auto en el domicilio del joven para luego llevarlo detenido y someterlo a presuntos apremios ilegales. Por estos hechos Simesen imputó y pidió la detención de Mamaní. 

El enfrentamiento entre el Ministerio Público y la Justicia, se desató por el pedido de Simesen al CIF para que se peritaran los teléfonos de la fiscal de Apolinario Saravia y su auxiliar, Sergio Dantur. Ante conversaciones que vinculaban a Dantur con Mamaní, Simesen imputó también al auxiliar fiscal por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Imputado, Dantur denunció a Simesen por el “delito de falsedad ideológica y violación de secreto” por peritarle su teléfono particular y aseveró que accedió porque era para “colaborar con la investigación”. En este marco, advirtió, su teléfono debería haber sido obtenido bajo orden judicial. Mientras que Simesen aseveró que se peritó el teléfono particular, porque Dantur lo informó como teléfono oficial.

La acusación contra la fiscal obtuvo dos instancias a favor, primero el juez de Garantías Héctor Guzmán y posteriormente el juez Luciano Martini que además apartó a la fiscal del caso y pidió que se la investigue por el delito de falsedad ideológica. Esto provocó que el propio jefe de los fiscales, el procurador Abel Cornejo, interceda y pidiera que se investigue la posible comisión de los delitos de obstrucción a la justicia y de violencia institucional de género, amenazas o coacción agravada en perjuicio de la fiscal. 

Las investigación solicitada por el juez Martini en contra de Simesen fue desestimada primero por la fiscal Mónica Poma y recientemente confirmada por la fiscal de Impugnación interina, Ana Salinas Odorisio. “Sobre lo actuado, no existen elementos de convicción suficientes para concluir en la existencia de un hecho penalmente relevante”, falló Odorisio. 

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