No se puede seguir ignorando la problemática de cientos de salteños que quedaron varados en otras provincias y necesitan imperantemente volver a sus casas. El artículo 14 de la Constitución Nacional le reconoce a cada ciudadano argentino el derecho a transitar y a circular por el país y si esto se trata de una pandemia para la que se establecieron medidas sanitarias, nadie tendría que oponerse a este derecho. Bastaría con que se cumpla el aislamiento requerido para evitar la posible propagación del virus y ya...
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No se puede seguir ignorando la problemática de cientos de salteños que quedaron varados en otras provincias y necesitan imperantemente volver a sus casas. El artículo 14 de la Constitución Nacional le reconoce a cada ciudadano argentino el derecho a transitar y a circular por el país y si esto se trata de una pandemia para la que se establecieron medidas sanitarias, nadie tendría que oponerse a este derecho. Bastaría con que se cumpla el aislamiento requerido para evitar la posible propagación del virus y ya...
Volver a la casa de uno es una facultad que debe garantizarle el Estado a cualquier argentino porque de lo contrario estaríamos ante un estado de sitio no declarado oficialmente; o lo que es peor en democracia, un claro y patético abuso de poder de las autoridades de turno, conferido a las fuerzas de Seguridad para pisotear los derechos civiles como en las épocas más oscuras de este país.
Desde que intempestivamente la cuarentena se hizo obligatoria, sin dar una oportunidad ni un día de plazo a los argentinos que estudian, que trabajan o que pasean en otra provincia para volver a la de origen, fueron muchos los intentos fallidos de volver al hogar.
Hambre, depresión, ataques de pánico, de ansiedad, situación de calle, falta de medicamentos, de asistencia médica para largos tratamientos, largo tiempo (26 días ya) de separación de la familia, son solo algunas de las experiencias de comprovincianos a quienes se les está dando fríamente la espalda, ignorándolos, clavándoles la mortal daga de la indiferencia.
El mismo Decreto de Necesidad y Urgencia en su artículo 6´ expresa: "Las subsecretarías de Transporte Automotor y Ferroviario, ambas de la Secretaría de Gestión de Transporte del Ministerio de Transporte, podrán establecer otras excepciones permanentes y/o transitorias que, por razones de carácter sanitario y/o humanitario y/o de abastecimiento sean necesarias". La gente lejos de casa hoy se pregunta de qué norma o de qué ley se toman las autoridades para no permitirles el regreso si los respalda la Constitución en un estado de derecho y además, el artículo 6§ del DNU.
Mientras lo piensan los que solo prohiben un derecho elemental para conservar ciertas cifras y status sanitario, dos diputados nacionales de la UCR: Brenda Austin (Córdoba) y Luis Petri (Mendoza) presentaron una iniciativa para darle solución a estas personas e idearon un registro para censar cada caso ya que no hay datos oficiales de cuántos son los damnificados. Aunque podrían darse una idea de la cifra mirando el grupo de Facebook #VolverACasa Argentinos varados en el país, que nuclea a más de 5 mil ciudadanos, muchos de ellos salteños, sin contar a un montón, y digo cientos, que no están en ese grupo.
La iniciativa remarca que "al momento de establecerse la cuarentena no se dispuso, bajo ningún aspecto, alguna previsión de tiempo adicional para que aquellas personas que se encontraran lejos de sus residencias habituales pudieran tomar los recaudos necesarios y regresar a sus domicilios". Sostiene, además, que ese aislamiento obligatorio "se realizó de manera intempestiva y concomitante con la suspensión de todos los vuelos y los traslados de larga distancia, generando, en consecuencia, la situación crítica de tener miles de personas varadas en el interior del país y sin poder regresar a sus hogares, en un territorio caracterizado por sus enormes distancias geográficas".
En el proyecto de ley se le solicita al Ejecutivo que autorice la circulación de los varados a través de un permiso especial para quienes cuentan con medio de transporte propio y que establezca un plan de traslado para los restantes, aplicando protocolos de control de la cuarentena desde sus hogares, tal como ocurrió con quienes retornan del exterior.
Si este derecho se respeta, seguro que muchos "bardearán" desde el anonimato en las redes sociales con la incapacidad propia de quien no puede empatizar con el prójimo o sentir compasión. Pero sepan todos que con coronavirus o sin él, a cualquier argentino lo asiste el derecho constitucional de volver a su casa aunque los impunes y los soberbios se pongan de cabeza. "La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder", y también a los ignorantes y ociosos, le agregaría con pudor y respeto a la frase del inmenso general San Martín.