¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
28 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Achalay: los cigarrillos "sin dueño" que se venden ilegalmente en Salta

Impulsada por el desabastecimiento a causa de la suspensión de la actividad por la cuarentena, creció la comercialización de cigarrillos fabricados clandestinamente a nivel nacional y local.
Miércoles, 10 de junio de 2020 02:35

Avanza en Salta una investigación de la Justicia Federal en torno a la supuesta producción y comercialización ilegal de cigarrillos de origen clandestino, actividad que tiene grandes márgenes de ganancias ya que no paga los impuestos correspondientes que, en los cigarrillos legales, constituyen hasta un 80% de su precio.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Avanza en Salta una investigación de la Justicia Federal en torno a la supuesta producción y comercialización ilegal de cigarrillos de origen clandestino, actividad que tiene grandes márgenes de ganancias ya que no paga los impuestos correspondientes que, en los cigarrillos legales, constituyen hasta un 80% de su precio.

Desde el 20 de marzo, y a partir de las medidas tomadas a nivel nacional, se incrementó la aparición de este tipo de productos, especialmente de las marcas Achalay y Carnival, entre otras. Mientras las fábricas legales comienzan a retomar la producción tras la habilitación oficial para operar, en el mercado se continúan vendiendo estos productos, que representan un enorme perjuicio para el sector. Si bien hay más de una marca en situación irregular, el caso de los cigarrillos Achalay es notable. Pese a que en su paquete indican que son producidos en el Parque Industrial de la ciudad de Salta por Miguel Pascuzzi e hijos S.A., no existen registros en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de este fabricante.

El 15 de mayo último la Cámara del Tabaco de Salta presentó una denuncia en la Justicia Federal por "la posible comisión de hechos delictivos, en perjuicio de la Ley N´ 19.800 (del Fondo Especial del Tabaco -FET-); y la ley de impuestos internos N´ 24.674. La institución que nuclea a los productores advirtió en ese momento que podría haber producción y comercialización de cigarrillos ilegales en distintas zonas de Salta capital y el área metropolitana. Asimismo, la Cámara acompañaba la denuncia con una actuación notarial en la que constaba la comercialización de estos productos de dudosa procedencia.

En su web, Tabes advierte que la marca Achalay solo se comercializa en envases de 40 gramos. “No se deje engañar si le ofrecen estas marcas en otros envases”, recomiendan. El Tribuno intentó sin éxito comunicarse con la empresa para consultar por el uso de su marca en cigarrillos ilegales. 
 

En la denuncia se expone que llama la atención, durante el período en que las fábricas de cigarrillos no estaban autorizadas a operar en el marco de la cuarentena, la presencia y venta al público de los cigarrillos Rodeo, CR7, Achalay y Carnival, y además se pone el foco en que dichos productos no cuentan con las etiquetas fiscales que llevan las marcas legales ni las advertencias de carácter legal en torno a las consecuencias del tabaquismo, las cuales son obligatorias en el marco de la Ley 26.687.

Según pudo averiguar El Tribuno, la causa recayó en el fiscal federal Ricardo Toranzos, quien ya inició las respectivas tareas investigativas para esclarecer los hechos.

Además, durante una recorrida de este diario se pudo constatar que, efectivamente, estos cigarrillos carecen de advertencias de salud obligatorias y las estampillas son de dudosa calidad y procedencia. Achalay, de presunta fabricación nacional y Carnival, CR7 y Hills, de procedencia paraguaya, suelen venderse en puestos callejeros o en los quioscos junto con otras marcas de cigarrillos que no están autorizadas para venderse en el país.

Mientras los cigarrillos Achalay parecen no tener dueño, la versión de paquetes de tabaco para armar de la marca es bien conocida y, en este caso, sí declarada por Tabes S.A. como su dueña, que la elabora en el parque industrial de Salta.

En este punto, se debe advertir que los primeros damnificados son los consumidores, que compran un producto que no tiene todas las normas de seguridad exigidas para el sector. Pero también el impacto es fuerte para las arcas del Estado, ya que se calcula que, entre el contrabando, la fabricación ilegal y la falsificación, en conjunto, se evaden impuestos que recortaron ingresos al fisco por $15.000 millones de pesos solo el año pasado.

El 90% de los ingresos de las fábricas clandestinas son ganancias, ya que no tributan y solo tienen el costo de producción y distribución.

 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD