"Nos están matando", expresó con dureza Benita Fernández, quien preside una de las tres cooperativas de reciclaje que trabajan el vertedero San Javier. Son más de 160 familias que se dividen entre las tres entidades. Hace poco regresaron pero con menos frecuencia y un escenario complejo por "la pelea por la basura".
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"Nos están matando", expresó con dureza Benita Fernández, quien preside una de las tres cooperativas de reciclaje que trabajan el vertedero San Javier. Son más de 160 familias que se dividen entre las tres entidades. Hace poco regresaron pero con menos frecuencia y un escenario complejo por "la pelea por la basura".
Hasta el 20 de marzo, antes de la cuarentena, trabajaban con el programa Separemos Juntos y con la basura de las trincheras. Luego de tres meses sin poder ingresar al vertedero se manifestaron y les permitieron regresar a trabajar. Pero solo pueden reciclar la basura que llega con el programa Separemos Juntos. Señalan que esta limitación, sumado a que llega menos basura desde el programa Separemos Juntos, el volumen de reciclaje se redujo a la mitad.
Aseguran que la disminución de la basura que llega al vertedero mediante el programa de reciclaje se debe a que hay personas que "roban" la basura antes de que llegue al vertedero. Hasta el 20 de marzo los 167 recuperadores distribuidos en las tres cooperativas se dividían el trabajo por turnos de ocho horas cada uno. "Trabajábamos todos los días de la semana. En total cubríamos las 24 horas" señaló Benita Fernández. Ahora los turnos son de dos días para cada cooperativa. Trabajan con los dos camiones diarios que ingresan de Separemos Juntos.
"Lo que tiran en las bolsas naranjas es muy poco. No nos reditúa para poder sobrevivir. Ya no es como antes", aseveró la trabajadora del vertedero, que advirtió la situación tras observar el manejo del camión: "Antes llegaba bien compactada la basura, se veía que se descargaba mucha cantidad. Ahora no, llega y no viene lleno, llega muy poquito"
La dependencia directa de lo que ingresa mediante el programa de reciclaje colocó la atención de las cooperativas en la basura del Separemos Juntos. "Tiene que haber un respaldo porque nos roban la basura. Las bolsas que van para Separemos Juntos las sacan de la misma vereda", denunció la recuperadora.
Fernández precisó que estos "robos" se registran también en los barrios, en los que si bien no están dentro del programa sí cuentan con espacios para disponer la basura de reciclaje: "En Santa Ana había un tacho donde dejaban las bolsas y la gente iba en carro o camionetas, y como ya estaba separada se la llevaba. Sigue siendo así y más aún, porque no viene casi nada. En Limache también va mucha gente a recoger plástico y cartón. La gente depositaba en el contenedor y el camión iba y la levantaba".
Ante esta situación, las cooperativas disminuyeron la producción de la recuperación del residuo a la mitad. Señalaron que actualmente pueden recuperar mil kilos de cartón por semana, mientras antes de la pandemia eran alrededor de dos mil. Las mismas cifras se advirtieron para el plástico. En cuanto al papel o el diario, informaron que "no se recupera nada", cuando antes se recuperaba entre 300 o 500 kilos semanales.
"En la actualidad no estamos ganando nada, pero estamos haciendo el trabajo para no perder nuestro lugar", aseveró la madre de ocho hijos.
Benita pidió por las más de 150 familias que dependen de la actividad y aseguró que ninguno "cobra ningún plan o tarjeta alimentar. Igual eso no ayuda mucho", aseveró, y pidió regresar a las trincheras: "Ahí está lo fuerte. Ahí es donde podemos recuperar mayor cantidad de lo que se tira", señaló.
La referente de los recuperadores recordó que durante la manifestación en el Centro Cívico Municipal no pidieron un subsidio "sino trabajo, al menos que nos manden a barrer las veredas", indicó. "El municipio debe buscar algún método de evitar que haya riesgo de contagio y accidentes. Se puede buscar la manera, la única solución no puede ser sacar nos", expresó.