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Balance de la industria inmobiliaria 2020

Martes, 05 de enero de 2021 00:00

El año estuvo signado por fuertes cambios. Los mismos discurrieron, principalmente sobre tres ejes: regulación de contratos estructurales, devaluación y cambios de paradigmas.

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El año estuvo signado por fuertes cambios. Los mismos discurrieron, principalmente sobre tres ejes: regulación de contratos estructurales, devaluación y cambios de paradigmas.

Regulación

En lo que hace a la regulación de los contratos estructurales el contrato de locación fue el más intervenido. Por un lado, normas de coyuntura que vinieron de la mano del DNU de alquileres que, entre otras cosas, congeló el precio de las locaciones y suspendió los desalojos. Por el otro, se modificaron las normas del fondo del contrato de locación, trayendo fundamentalmente cambios en las locaciones habitacionales que ahora solo pueden ajustarse por los índices que establece la ley, los plazos locativos mínimos y los gastos que debe afrontar el locador o locatario.

En lo que hace a la donación de inmuebles volvimos a la antigua institución de la inoponibilidad de acciones sucesorias al tercer adquirente de buena fe. Positivo, seguridad jurídica a la circulación de una importante porción de los inmuebles de nuestra geografía.

Devaluación

Más allá del parate que condujo el aislamiento y sus consecuencias económicas, el año vino marcado por una fuerte devaluación del dólar y la inestabilidad cambiaria. El 2020 arrancó con un dólar informal por debajo de $80 y llego a cotizar por arriba de $190. Consecuencia, incertidumbre en las negociaciones y, principalmente, nuevos valores de equilibrio que dividieron la oferta inmobiliaria en dos segmentos cuya dinámica funcionó hasta en contraste. Por un lado, la oferta inmobiliaria de los profesionales (desarrolladoras, constructoras) que ajustaron rápidamente sus precios finales a los nuevos valores de equilibrio y, en términos generales, terminaron con crecimiento superior al veinte por ciento en términos interanuales. Por el otro lado, las propiedades en manos de particulares que terminó stokeada por estar sobrevaluada y le costó, y le costará, amoldarse a los nuevos valores de equilibrio.

Cambios de paradigma

Por último, la pandemia vino a traer como consecuencia una nueva "normalidad" y la visualización de nuevos paradigmas inmobiliarios. El aislamiento nos enseñó que muchas actividades de nuestra vida diaria resultan igualmente productivas si son realizadas de manera virtual. Así, el trabajo, la educación y otras actividades sociales, serán mixtas (parte presencial, parte virtual). El aislamiento también nos hizo replantear el entorno y los espacios de nuestros hogares. Elementos que antes no dábamos importancia pasaron a ser fundamentales al momento de considerar una inversión inmobiliaria. En resumen, más allá de los cambios de ciclos económicos a los que los habitantes del suelo argentino estamos tan acostumbrados, este año la tecnológica nos mostró muchas de sus diferentes caras y esto producirá profundos cambios en las tendencias de la industria inmobiliaria.

*Responsable de RE/MAX NOA (Cucis 208).

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