El Reino Unido informó ayer que en la última jornada sumó 1.041 muertes por el coronavirus, la cifra más alta desde el 21 de abril pasado, mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, defendió el tercer confinamiento que impuso para Inglaterra ante la necesidad de vacunar a la población más vulnerable.
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El Reino Unido informó ayer que en la última jornada sumó 1.041 muertes por el coronavirus, la cifra más alta desde el 21 de abril pasado, mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, defendió el tercer confinamiento que impuso para Inglaterra ante la necesidad de vacunar a la población más vulnerable.
Las autoridades reportaron además 62.322 casos, un récord diario desde el inicio de la pandemia y el número de internados por el virus superó los 30.000 en todo el territorio por primera vez.
En total, más de 2,8 millones de personas se infectaron y 77.346 fallecieron en el país desde el inicio de la pandemia.
Inglaterra necesitaba un tercer confinamiento para vacunar a la población más vulnerable entre enero y febrero, dijo Johnson ante el Parlamento, que se aprestaba a aprobar la medida de manera retroactiva.
"Tras el maratón del año pasado, estamos lanzados en una carrera para vacunar a las personas vulnerables más rápido de lo que el virus puede alcanzarlas", dijo el premier, cuya decisión, anunciada repentinamente el lunes por la noche, entró en vigor el lunes pasado.
"Si vamos a ganar esta carrera tenemos que darle a nuestro ejército de vacunadores la mayor ventaja posible", y "para hacerlo debemos quedarnos en casa", agregó Johnson.
Los 56 millones de habitantes de Inglaterra entraron anteayer en su tercer confinamiento nacional, tras los de marzo y noviembre pasado, que regirá por ley hasta el 31 de marzo