En el conflicto con los vendedores callejeros que derivó en violentos incidentes durante el fin de semana confluyen varias situaciones, y los próximos días serán claves para determinar cómo se dirimen.
inicia sesión o regístrate.
En el conflicto con los vendedores callejeros que derivó en violentos incidentes durante el fin de semana confluyen varias situaciones, y los próximos días serán claves para determinar cómo se dirimen.
Entre los que protestan para seguir vendiendo en las calles del centro, pese a que esta actividad está prohibida, hay dos grupos.
Por un lado están los puesteros ambulantes que fueron desalojados del parque San Martín tras una pelea entre vendedores que terminó con el asesinato un joven de 21 años, Nahuel Vilte, el fin de semana pasado.
Por otro lado están los manteros que, con un permiso excepcional del municipio, hasta ahora venían trabajando en las peatonales por la noche, cuando cerraban sus puertas los comercios formales.
Desde la Municipalidad de Salta informaron hace tiempo a los ambulantes la decisión de reubicarlos en otras zonas para respetar las normativas y también en respuesta a los comerciantes que pagan impuestos y encuentran una competencia desleal en quienes ofrecen todo tipo de productos en la vía pública fuera del marco legal.
Funcionarios de la Municipalidad vienen teniendo reuniones con los referentes de distintos sectores de ambulantes y manteros para organizar una reubicación. Algunas de las posibilidades que se evaluaron son darles un espacio en ferias barriales o en el subsuelo del Mercado San Miguel.
En respuesta al planteo de vendedores informales, que habían invertido en mercadería para el Día de la Madre, desde la Municipalidad les permitieron trabajar por el fin de semana en la plaza Francia e Italia, dentro del parque San Martín. Se convino que luego tendría que avanzar el plan de relocalización.
Sin embargo, luego un sector desconoció el acuerdo e inició el jueves una serie de cortes de tránsito en la avenida San Martín, que afectaron las ventas de los comercios formales y le complicaron la vida a miles de ciudadanos que debían volver a sus casas en transporte público. Reclamaban que los dejaran seguir en el microcentro y que quedara suspendida la relocalización. La situación terminó con 30 detenidos el sábado.
Luego de estos hechos, en los próximos días deberá analizarse cómo sigue la relocalización y si logran sostenerse los controles para que la venta informal no vuelva a ser parte de la escena cotidiana del centro de la ciudad.