Un grupo de montañistas argentinos, varios de ellos de dilatada y reconocida trayectoria a nivel nacional e internacional, abrió una nueva ruta de escalada por la vertiente sur del volcán Llullaillaco (6739m), ubicado en la Puna salteña.
La expedición estuvo integrada por los cordobeses del Club de Montaña Champaquí Sergio Cerutti, Adrián Gandino, Gerardo Casaldi y Martín Giraudo; los salteños Christian Vitry, Emilio González Turu y Federico Sánchez Borja, y los jujeños Julio Altamirano y Eduardo López Jordán.
La cara sur del volcán Llullaillaco presenta una serie de canaletas de nieve con características técnicas para su ascenso, por lo que se le conoce como la vertiente deportiva de la montaña, comparada con sus otras caras, por donde el ascenso no tiene mayores dificultades.
La expedición partió de Salta y, tras algunos días de aclimatación, instalaron el campamento base a 5.000m donde ultimaron los preparativos de ascenso a la montaña. Luego se instaló un campamento a los 5.750m en el faldeo sur de la montaña, desde donde se lanzó el ataque a la cumbre.
La ruta, bautizada como “Huamán” por los montañistas y que tiene unos mil metros de desnivel, resultó más exigente de lo esperado, y discurre por una larga y empinada canaleta de hielo y nieve, tras lo cual le sigue un escabroso terreno, antes de llegar a la cumbre.
El grupo de ataque inició el ascenso a la 1 de la madrugada del 1 de febrero y, tras un gran esfuerzo, Vitry, Sánchez Borja, Casaldi y Gandino alcanzaron la cima a las 15 del mismo día, mientras el resto del grupo tomó la decisión de regresar al campamento de altura.
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Un grupo de montañistas argentinos, varios de ellos de dilatada y reconocida trayectoria a nivel nacional e internacional, abrió una nueva ruta de escalada por la vertiente sur del volcán Llullaillaco (6739m), ubicado en la Puna salteña.
La expedición estuvo integrada por los cordobeses del Club de Montaña Champaquí Sergio Cerutti, Adrián Gandino, Gerardo Casaldi y Martín Giraudo; los salteños Christian Vitry, Emilio González Turu y Federico Sánchez Borja, y los jujeños Julio Altamirano y Eduardo López Jordán.
La cara sur del volcán Llullaillaco presenta una serie de canaletas de nieve con características técnicas para su ascenso, por lo que se le conoce como la vertiente deportiva de la montaña, comparada con sus otras caras, por donde el ascenso no tiene mayores dificultades.
La expedición partió de Salta y, tras algunos días de aclimatación, instalaron el campamento base a 5.000m donde ultimaron los preparativos de ascenso a la montaña. Luego se instaló un campamento a los 5.750m en el faldeo sur de la montaña, desde donde se lanzó el ataque a la cumbre.
La ruta, bautizada como “Huamán” por los montañistas y que tiene unos mil metros de desnivel, resultó más exigente de lo esperado, y discurre por una larga y empinada canaleta de hielo y nieve, tras lo cual le sigue un escabroso terreno, antes de llegar a la cumbre.
El grupo de ataque inició el ascenso a la 1 de la madrugada del 1 de febrero y, tras un gran esfuerzo, Vitry, Sánchez Borja, Casaldi y Gandino alcanzaron la cima a las 15 del mismo día, mientras el resto del grupo tomó la decisión de regresar al campamento de altura.
Todo un ejemplo
Después de alcanzar la cumbre el grupo emprendió el regreso, pero lo dificultoso del terreno les retrasó el retorno, por lo que debieron instalar un vivac para pasar la noche y alcanzar finalmente el campamento a la mañana siguiente.
Por su parte, Sergio Cerutti, reconocido “dinosaurio” del montañismo, dio la nota destacada al escalar, con sus 72 años, una cima satélite del volcán, de 5.250m, todo un ejemplo para el deporte en general.
Finalmente, al alcanzar la cima del coloso salteño, el cordobés Adrián Gandino se convirtió en un miembro más del selecto grupo de montañistas argentinos que conquistó las 10 cimas más altas de América, de las cuales el Llullaillaco forma parte.