Racing Club, entusiasmado luego de haberse quedado con el clásico de Avellaneda y haber pasado de ronda en la Copa Argentina, visitará hoy a Arsenal de Sarandí, que en la jornada pasada sumó su primer triunfo en el certamen, con la obligación de ganar para mantener intactas sus posibilidades de acceder a los cuartos de final de la Copa de Liga.
El encuentro, válido por la décima fecha de la Zona A, se jugará este domingo desde las 13.30 en el estadio Julio Humberto Grondona, con el arbitraje de Fernando Espinoza y televisación de Fox Sports.
Racing cuenta con 15 unidades en la zona y forma parte de equipos, salvo el puntero Colón y ahora River Plate, que se se distancian entre tres o cuatro puntos, por lo tanto un triunfo o una derrota de cualquiera de ellos los acerca y los aleja de la clasificación.
La coyuntura de Racing es particular. Tiene buenos jugadores y todo estaría dispuesto para que el equipo tenga una actitud agresiva y con buen trato de balón, pero, por el contrario, la formación que dirige Juan Antonio Pizzi no tiene elaboración de juego, es lenta, no expone un esquema y depende en la ofensiva de Enzo Copetti (5 goles en 11 partidos), su figura llegada desde Atlético de Rafaela.
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Racing Club, entusiasmado luego de haberse quedado con el clásico de Avellaneda y haber pasado de ronda en la Copa Argentina, visitará hoy a Arsenal de Sarandí, que en la jornada pasada sumó su primer triunfo en el certamen, con la obligación de ganar para mantener intactas sus posibilidades de acceder a los cuartos de final de la Copa de Liga.
El encuentro, válido por la décima fecha de la Zona A, se jugará este domingo desde las 13.30 en el estadio Julio Humberto Grondona, con el arbitraje de Fernando Espinoza y televisación de Fox Sports.
Racing cuenta con 15 unidades en la zona y forma parte de equipos, salvo el puntero Colón y ahora River Plate, que se se distancian entre tres o cuatro puntos, por lo tanto un triunfo o una derrota de cualquiera de ellos los acerca y los aleja de la clasificación.
La coyuntura de Racing es particular. Tiene buenos jugadores y todo estaría dispuesto para que el equipo tenga una actitud agresiva y con buen trato de balón, pero, por el contrario, la formación que dirige Juan Antonio Pizzi no tiene elaboración de juego, es lenta, no expone un esquema y depende en la ofensiva de Enzo Copetti (5 goles en 11 partidos), su figura llegada desde Atlético de Rafaela.