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Devoción: inicio el rezo del rosario de los 9 sábados en honor al Perpetuo Socorro

Se conmemoran 155 años del restablecimiento del culto público a la Virgen del Perpetuo Socorro.
Sabado, 17 de abril de 2021 07:28

Hoy comenzó el rezo del Rosario de la Aurora en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro. El primero fue a las 7, mientras que a las 7.30 se celebró una misa en el templo parroquial de Leguizamón 848, de la ciudad de Salta. Hubo procesión por las calles adyacentes y en todo momento la gente respetó las distancias como medida preventiva contra el Covid 19.

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Hoy comenzó el rezo del Rosario de la Aurora en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro. El primero fue a las 7, mientras que a las 7.30 se celebró una misa en el templo parroquial de Leguizamón 848, de la ciudad de Salta. Hubo procesión por las calles adyacentes y en todo momento la gente respetó las distancias como medida preventiva contra el Covid 19.

Finalizadas las actividades religiosas, se repartió chocolante caliente y alfajores a los presentes, que luego se retiraron del lugar. “La gente se porto muy respetuosa de las medidas preventivas. Fue todo muy ordenado. Se notó el trabajo de los servidores y hubo acompañamiento de efectivos de la Policía y del área de Tránsito”, contó Delia, una devota de la Virgen.

 

 

El rezo del rosario es un ritual tradicional que se repite durante nueve sábados antes de la fiesta central. Desde el Arzobispado anticiparon que se cumplirá con los protocolos preventivos contra la propagación del coronavirus, cuidando la distancia social y exigiendo el uso de barbijo.

 

 

Vale la pena recordar que los 27 de junio de todos los años se celebra la festividad en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de los padres redentoristas. La imagen se encuentra en el altar mayor de la iglesia San Alfonso y recuerda el cuidado que brindó la Virgen a Jesús desde la concepción hasta su muerte y resurrección.

 

 

A 155 años del restablecimiento del culto público al Perpetuo Socorro

Este año se conmemoran los 155 años de la restauración a la devoción pública del ícono original de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la iglesia de San Alfonso en Roma, que el Pío IX entregó a los Redentoristas.


En 1883 los padres redentoristas llegaron a Salta y se instalaron en la iglesia de La Merced para misionar a caballo en los Valles Calchaquíes.
De acuerdo a los relatos de los historiadores, el 19 de abril de 1894 finalizó la construcción de un pequeño templete consagrado a la Virgen del Perpetuo Socorro, en la actual calle Leguizamón. Luego, 1908 se realizó importante ampliación del edificio. Los trabajos finalizaron el 1 de agosto de 1911. En su inauguración se declaró a San Alfonso, fundador de la Congregación Redentorista, santo patrono de la iglesia, y a la Virgen del Perpetuo Socorro, advocación de la misma. En 1957 monseñor Roberto Tavella la elevó el grado de parroquia, pasándose a llamar Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso. 
El origen de la imagen es incierto, se cree fue pintada en la isla de Creta en el siglo XIII o XIV sobre madera de cedro encuadrado en nogal, en el estilo plano de los íconos, y reproduce la pintura de Nuestra Señora hecha por San Lucas, el evangelista, hace casi 2000 años. 
En la parroquia salteña se conservan dos réplicas del cuadro, la que sale en procesión y la que está ubicada en el altar mayor. El retrato original mide 0.60 x 0.90m y se encuentra en Roma.

 

Una historia de amor

El portal de San Alfonso explica: “Durante siglos, la imagen original se veneró en Constantinopla (hoy Estambul, Turquía) como reliquia milagrosa, hasta que fue destruida por los musulmanes en 1453, cuando los turcos conquistaron la ciudad. Tiempo después, durante el siglo XV, la copia de la pintura perdida de Nuestra Señora se encontraba en manos de un comerciante, cristiano piadoso y devoto de la Virgen María, que quería evitar que el cuadro fuera destruido durante la expansión musulmana hacia occidente”.
Luego detalla: “Para escapar con ella se embarcó rumbo a Roma; pero ya en el mar se desató una violenta tormenta que puso en grave peligro al barco en que viajaba. Cuando ya todos a bordo se preparaban para lo peor, el mercader sostuvo en alto el icono de Nuestra Señora implorando socorro. La Santísima Virgen respondió a su oración con un milagro: la tormenta cesó de inmediato y las aguas se calmaron. Todos llegaron a Roma sanos y salvos. Luego, el comerciante profetizaría que llegaría el tiempo en que en todo el mundo se veneraría a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, tal como sucede hoy”.

 


La imagen permaneció 74 años olvidada en una pequeña capilla de los Agustinos hasta que el Papa Pío IX, se trasladó en procesión a la iglesia de San Alfonso, construida por los Padres Redentoristas sobre lo que había sido la iglesia de San Mateo, atendiéndose así el deseo de Nuestra Señora de que esta imagen suya del Perpetuo Socorro fuera venerada entre la Iglesia de Santa María la Mayor y la de San Juan de Letrán. Y allí se encuentra hasta la actualidad.
 

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