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Restauran los 103 durmientes de quebracho colorado de la Ituzaingó

Los maderos hallados debajo del pavimento pesan 80 kilos cada uno y datan de inicios del siglo XX. Fueron extraídos para su tratamiento y están en la Escuela de Artes y Oficios.
Sabado, 24 de abril de 2021 20:18

Los 103 durmientes de un antiguo tranvía que fueron hallados debajo del pavimento de la calle Ituzaingó, entre San Martín y Urquiza, en pleno centro de la capital salteña, son de quebracho colorado y pesan 80 kilos cada uno. El más grande mide dos metros de largo. Datan de inicios del siglo XX. Los datos se desprenden de un minucioso análisis que llevaron adelante especialistas. 
El lunes pasado, los maderos fueron cuidadosamente trasladados a la Escuela de Artes y Oficios de la Municipalidad, en la avenida Independencia, para su tratamiento y restauración. 
“En este momento los durmientes están bajo guarda o tutela de la Escuela de Artes y Oficios. Se los llevó allí por una cuestión oficial, institucional, porque es el espacio acorde para poder trabajar ese material”, explicó la antropóloga Luján Bravo Garay, a cargo del proceso. 
Añadió que se necesitaba un espacio amplio y con las condiciones necesarias para desarrollar el trabajo de conservación que depende de varios factores. 
“Entre ellos que no haya humedad, que se los pueda trabajar de forma separada, que haya custodia, seguridad, de manera tal que esté todo en orden, transparente”, puntualizó.
Los durmientes fueron inventariados así que están contados uno por uno. También se los marcó para que cada uno regrese a su lugar exacto.
El tratamiento es acorde para una madera de más de 100 años. “Se ha logrado establecer de manera muy fácil, por fortuna, el tipo de madera, es de quebracho colorado. Fue por una cuestión forestal de identificación que se logró hacer”, señaló la especialista. 
Dentro del proceso de restauración de la madera, se empieza actualmente con el secado. 
La profesional detalló que tiene que ser un secado natural porque la madera ha estado expuesta a la humedad por las constantes lluvias que hubo desde el momento de la aparición de los durmientes, entonces la madera se ha humedecido. “Hay que considerar que estaban dentro de un área profunda de más de 50 centímetros y naturalmente se ha empozado el agua”, precisó. 
Agregó que cuando se los sacó fue justamente con el objetivo de evitar que la madera entre en estado de putrefacción. Por las grandes dimensiones que poseen no se pueden colocar en un horno.
Posteriormente se iniciará un tratamiento de conservación que consiste en el frenado de la aparición de cualquier tipo de hongos, insectos, plagas, parásitos, bacterias y otros agentes externos que puedan acelerar el proceso de descomposición. 
También se incluirá una protección contra rayos ultravioleta. Una vez terminada esa preparación se comenzará un proceso de sellado de la madera con una capa protectora. Finalmente los durmientes volverán a su calle de origen. 

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Los 103 durmientes de un antiguo tranvía que fueron hallados debajo del pavimento de la calle Ituzaingó, entre San Martín y Urquiza, en pleno centro de la capital salteña, son de quebracho colorado y pesan 80 kilos cada uno. El más grande mide dos metros de largo. Datan de inicios del siglo XX. Los datos se desprenden de un minucioso análisis que llevaron adelante especialistas. 
El lunes pasado, los maderos fueron cuidadosamente trasladados a la Escuela de Artes y Oficios de la Municipalidad, en la avenida Independencia, para su tratamiento y restauración. 
“En este momento los durmientes están bajo guarda o tutela de la Escuela de Artes y Oficios. Se los llevó allí por una cuestión oficial, institucional, porque es el espacio acorde para poder trabajar ese material”, explicó la antropóloga Luján Bravo Garay, a cargo del proceso. 
Añadió que se necesitaba un espacio amplio y con las condiciones necesarias para desarrollar el trabajo de conservación que depende de varios factores. 
“Entre ellos que no haya humedad, que se los pueda trabajar de forma separada, que haya custodia, seguridad, de manera tal que esté todo en orden, transparente”, puntualizó.
Los durmientes fueron inventariados así que están contados uno por uno. También se los marcó para que cada uno regrese a su lugar exacto.
El tratamiento es acorde para una madera de más de 100 años. “Se ha logrado establecer de manera muy fácil, por fortuna, el tipo de madera, es de quebracho colorado. Fue por una cuestión forestal de identificación que se logró hacer”, señaló la especialista. 
Dentro del proceso de restauración de la madera, se empieza actualmente con el secado. 
La profesional detalló que tiene que ser un secado natural porque la madera ha estado expuesta a la humedad por las constantes lluvias que hubo desde el momento de la aparición de los durmientes, entonces la madera se ha humedecido. “Hay que considerar que estaban dentro de un área profunda de más de 50 centímetros y naturalmente se ha empozado el agua”, precisó. 
Agregó que cuando se los sacó fue justamente con el objetivo de evitar que la madera entre en estado de putrefacción. Por las grandes dimensiones que poseen no se pueden colocar en un horno.
Posteriormente se iniciará un tratamiento de conservación que consiste en el frenado de la aparición de cualquier tipo de hongos, insectos, plagas, parásitos, bacterias y otros agentes externos que puedan acelerar el proceso de descomposición. 
También se incluirá una protección contra rayos ultravioleta. Una vez terminada esa preparación se comenzará un proceso de sellado de la madera con una capa protectora. Finalmente los durmientes volverán a su calle de origen. 

Poner en valor el sector

El subsecretario de Renovación Urbana, Federico Casas, recordó que los durmientes, hallados hace poco más de dos semanas, se encontraron en el marco del plan de renovación de calzada que lleva adelante la comuna.
“Uno de los frentes de obras era justamente intervenir la calle Ituzaingó para cambiarle el asfalto por un pavimento de hormigón. Cuando hacemos las excavaciones nos damos con estos durmientes. Obviamente en el acto cambió el objetivo del proyecto”, dijo.
Añadió que la intendenta visitó la obra y se decidió poner en valor ese sector de la ciudad. “Esto implica el ensanchamiento de la vereda. Tenemos pensado semipeatonalizar, hacer un tipo de calle de convivencia como hoy es la calle España entre Mitre y Balcarce, pero con la presencia viva de los durmientes, que estos formen parte del proyecto”, aseguró. 
Explicó que se contactaron con la Comisión de Preservación Arquitectónico Urbanístico (Copaups) y otros organismos relacionados a patrimonio.
Actualmente se define el proyecto técnico de puesta en valor de la calle Ituzaingó. Casas informó que se evalúa si abarcará la calle Urquiza, entre Ituzaingó y Florida. 
“Esta semana terminaremos el proyecto y estimo que entre unos 15 a 20 días empezaremos con el procedimiento de volver a colocar los durmientes en el lugar que correspondan”, dijo.
Y contó que hay dos opciones que se están evaluando: una es que formen parte de la vereda ensanchada en la misma posición en la que estaban, entonces uno va a poder ver, tal como hoy funciona la galería del MAAM, los durmientes que están en el piso. La otra opción es que queden al nivel que estaban y que haya un material transparente que permita verlos abajo. 
“Los durmientes son un claro testimonio de nuestra historia y creo que para la gestión muy importante la preservación de nuestro patrimonio, cultura y costumbres. Es por eso que la idea es justamente que sean testimonios vivos, que formen parte de la vida cotidiana de todos los salteños, obviamente con las referencias y cuidados necesarios como lo muestra este procedimiento efectuado”, finalizó Casas.

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