Hasta el viernes y en el marco del 44° Abril Cultural Salteño se podrá visitar en Pro Cultura Salta (Mitre 331), de 17 a 22, la muestra “Croma”, de Sergio Jardin (57), compuesta por trece fotografías. En diálogo con El Tribuno, Jardin, nacido en General Güemes, relató que en 2017 su esposa y sus hijos le regalaron un curso de fotografía y esa fue la raíz de una afición con la que puebla sus horas. “Siempre me gustó la fotografía y siempre tuve una cámara, pero no las herramientas para lograr lo que quería con la imagen. Hice el curso con Carlos María Vergara y al año siguiente con Ossian Lindholm, a quien considero mi maestro porque me enseñó a amar la fotografía, que para mí es un hobbie que me llena el alma”, relató. Agregó que su sensibilidad hacia las artes visuales se desarrolló desde su infancia, en contacto con su tío Rodolfo Di Pasquo, más conocido como “Picholo”. “En mi casa se respiró arte. Mi tío era músico, le encantaba la literatura, tenía cientos de libros y era fotógrafo. Todo esto mamé”, sintetizó.
“Croma” se había gestado en 2019 cuando Guido Rearte, el director de la fototeca de Pro Cultura Salta, invitó a Jardin a que integrara con una exposición de sus obras la edición de 2020 del Abril Cultural Salteño. Pero se desató la pandemia y con ella las restricciones para evitar la rápida propagación del coronavirus. Luego la situación sanitaria planteó escenarios cambiantes y el interrogante constante de si era posible o no volver a abrir los espacios del arte hizo que Rearte y Jardin jugaran con la posibilidad de montar “Croma” en julio o diciembre del año pasado. Finalmente, se inauguró el jueves pasado, con algunas piezas actualizadas respecto del corpus de fotos primigenio.
Entre las imágenes se pueden identificar paisajes de San Antonio de los Cobres, el Cabra Corral, Cachi y la ciudad de Salta. La reseña de “Croma” enuncia: “Poco comprendido en sus inicios por su controversial estilo de revelado sobresaturado, Jardín fiel a su instinto descubrió su personalidad a través de la expresión del color. Su muy particular estilo cromático pone el sello a cada una de sus piezas haciendo indiscutible la autoría de la foto. En un contexto en el que la tendencia es monocromática o de tonos pálidos o apagados, el fotógrafo nos invita a ver el mundo de una manera más intensa, más brillante y más viva”.
Consultado acerca de la técnica para lograr el revelado sobresaturado, Jardin explicó que cuando se toma una foto con una cámara reflex se lo hace en el formato RAW, que quiere decir “crudo”. Inicialmente los colores son muy opacos, porque es la imagen pura; pero luego al revelarla en la computadora él le va otorgando brillo, contraste, más blanco, más negro, le toca las altas luces, las sombras y cuando llega el momento de los colores empieza a saturar los que le gustan. “Es mi forma de ver la fotografía. Los colores brillantes y puros de mis fotos son una parte de mí”, expresó.
Luego compartió que “para sacar una foto me tiene que gustar mucho lo que veo. Antes de sacar la foto ya tengo en mi cabeza cómo voy a hacer esa foto, voy armándola según cómo va a quedar esa imagen una vez que sea revelada”.
Aunque sea insoslayable contemplar sus imágenes con los ojos teñidos de este convulsionado tiempo, Jardin aclara que no tiene un cariz pandémico.
“El mensaje es que cuidemos el planeta, el medio ambiente, que hagamos las cosas bien”, cierra y al espectador puede venir a soplarle una verdad este fragmento de “El aleph”, de Jorge Luis Borges: “Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible, como una música”, y algo intraducible nos quieren decir también, con su sola presencia, los paisajes de “Croma”.
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Hasta el viernes y en el marco del 44° Abril Cultural Salteño se podrá visitar en Pro Cultura Salta (Mitre 331), de 17 a 22, la muestra “Croma”, de Sergio Jardin (57), compuesta por trece fotografías. En diálogo con El Tribuno, Jardin, nacido en General Güemes, relató que en 2017 su esposa y sus hijos le regalaron un curso de fotografía y esa fue la raíz de una afición con la que puebla sus horas. “Siempre me gustó la fotografía y siempre tuve una cámara, pero no las herramientas para lograr lo que quería con la imagen. Hice el curso con Carlos María Vergara y al año siguiente con Ossian Lindholm, a quien considero mi maestro porque me enseñó a amar la fotografía, que para mí es un hobbie que me llena el alma”, relató. Agregó que su sensibilidad hacia las artes visuales se desarrolló desde su infancia, en contacto con su tío Rodolfo Di Pasquo, más conocido como “Picholo”. “En mi casa se respiró arte. Mi tío era músico, le encantaba la literatura, tenía cientos de libros y era fotógrafo. Todo esto mamé”, sintetizó.
“Croma” se había gestado en 2019 cuando Guido Rearte, el director de la fototeca de Pro Cultura Salta, invitó a Jardin a que integrara con una exposición de sus obras la edición de 2020 del Abril Cultural Salteño. Pero se desató la pandemia y con ella las restricciones para evitar la rápida propagación del coronavirus. Luego la situación sanitaria planteó escenarios cambiantes y el interrogante constante de si era posible o no volver a abrir los espacios del arte hizo que Rearte y Jardin jugaran con la posibilidad de montar “Croma” en julio o diciembre del año pasado. Finalmente, se inauguró el jueves pasado, con algunas piezas actualizadas respecto del corpus de fotos primigenio.
Entre las imágenes se pueden identificar paisajes de San Antonio de los Cobres, el Cabra Corral, Cachi y la ciudad de Salta. La reseña de “Croma” enuncia: “Poco comprendido en sus inicios por su controversial estilo de revelado sobresaturado, Jardín fiel a su instinto descubrió su personalidad a través de la expresión del color. Su muy particular estilo cromático pone el sello a cada una de sus piezas haciendo indiscutible la autoría de la foto. En un contexto en el que la tendencia es monocromática o de tonos pálidos o apagados, el fotógrafo nos invita a ver el mundo de una manera más intensa, más brillante y más viva”.
Consultado acerca de la técnica para lograr el revelado sobresaturado, Jardin explicó que cuando se toma una foto con una cámara reflex se lo hace en el formato RAW, que quiere decir “crudo”. Inicialmente los colores son muy opacos, porque es la imagen pura; pero luego al revelarla en la computadora él le va otorgando brillo, contraste, más blanco, más negro, le toca las altas luces, las sombras y cuando llega el momento de los colores empieza a saturar los que le gustan. “Es mi forma de ver la fotografía. Los colores brillantes y puros de mis fotos son una parte de mí”, expresó.
Luego compartió que “para sacar una foto me tiene que gustar mucho lo que veo. Antes de sacar la foto ya tengo en mi cabeza cómo voy a hacer esa foto, voy armándola según cómo va a quedar esa imagen una vez que sea revelada”.
Aunque sea insoslayable contemplar sus imágenes con los ojos teñidos de este convulsionado tiempo, Jardin aclara que no tiene un cariz pandémico.
“El mensaje es que cuidemos el planeta, el medio ambiente, que hagamos las cosas bien”, cierra y al espectador puede venir a soplarle una verdad este fragmento de “El aleph”, de Jorge Luis Borges: “Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible, como una música”, y algo intraducible nos quieren decir también, con su sola presencia, los paisajes de “Croma”.