Especialistas de la salud pública expresaron cuales son sus expectativas sobre la reducción de los casos de COVID-19 en la provincia de Salta por el nuevo confinamiento.
El presidente del Comité Operativo de Emergencia (COE) de Salta, Francisco Aguilar, explicó que cuando uno confina una sociedad busca dos cosas: en primer lugar que disminuya la circulación de personas ya que el virus va con ellas y al disminuir el tráfico disminuyen los contagios. Sostuvo que los 14 días de confinamiento impactarán en el sistema de salud, que actualmente no está saturado pero si estresado.
“En algunas localidades estamos llegando al 90% y en otras un poco menos. Las actividades, la economía, la educación, todo estaba abierto”, señaló Aguilar.
En segundo lugar, se busca reducir la cantidad de patologías habituales que llegan a los hospitales. “Concretamente lo que más llega al hospital San Bernardo es la patología traumática, la otra pandemia que es real y muy preocupante”, dijo.
Añadió que si uno concurre a terapia y la guardia del hospital observará la cantidad impresionante de ingresos por accidentes en motos, sin casco, siniestros en la vía pública y todo tipo de heridos de arma blanca. “Esto se da por la circulación de personas. Si la persona en la etapa de confinamiento se queda en su casa, toda esta patología baja significativamente”, precisó.
Anticipó que si se notará un impacto del confinamiento en el sistema de salud. “Seguramente se podrá bajar los casos a la mitad estos días porque la gente circula igual. Me refiero al personal esencial como policía, enfermeros, trabajadores de supermercados. Pueden haber accidentes pero se baja a la mitad y eso da un alivio al sistema sanitario”.
Destacó que el sistema implica no solamente la cantidad de camas sino de médicos, enfermeros y personal de hospitales que hace 14 meses que no descansa. “Es muy importante que nos cuidemos, que tomemos conciencia de lo que estamos viviendo, aunque estemos muy cansados, agobiados. Esto no terminó y hay que hacer el último esfuerzo para poder pasarlo lo mejor posible y con el menor daño posible en toda la sociedad. Eso es lo que estamos buscando”, finalizó.
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Especialistas de la salud pública expresaron cuales son sus expectativas sobre la reducción de los casos de COVID-19 en la provincia de Salta por el nuevo confinamiento.
El presidente del Comité Operativo de Emergencia (COE) de Salta, Francisco Aguilar, explicó que cuando uno confina una sociedad busca dos cosas: en primer lugar que disminuya la circulación de personas ya que el virus va con ellas y al disminuir el tráfico disminuyen los contagios. Sostuvo que los 14 días de confinamiento impactarán en el sistema de salud, que actualmente no está saturado pero si estresado.
“En algunas localidades estamos llegando al 90% y en otras un poco menos. Las actividades, la economía, la educación, todo estaba abierto”, señaló Aguilar.
En segundo lugar, se busca reducir la cantidad de patologías habituales que llegan a los hospitales. “Concretamente lo que más llega al hospital San Bernardo es la patología traumática, la otra pandemia que es real y muy preocupante”, dijo.
Añadió que si uno concurre a terapia y la guardia del hospital observará la cantidad impresionante de ingresos por accidentes en motos, sin casco, siniestros en la vía pública y todo tipo de heridos de arma blanca. “Esto se da por la circulación de personas. Si la persona en la etapa de confinamiento se queda en su casa, toda esta patología baja significativamente”, precisó.
Anticipó que si se notará un impacto del confinamiento en el sistema de salud. “Seguramente se podrá bajar los casos a la mitad estos días porque la gente circula igual. Me refiero al personal esencial como policía, enfermeros, trabajadores de supermercados. Pueden haber accidentes pero se baja a la mitad y eso da un alivio al sistema sanitario”.
Destacó que el sistema implica no solamente la cantidad de camas sino de médicos, enfermeros y personal de hospitales que hace 14 meses que no descansa. “Es muy importante que nos cuidemos, que tomemos conciencia de lo que estamos viviendo, aunque estemos muy cansados, agobiados. Esto no terminó y hay que hacer el último esfuerzo para poder pasarlo lo mejor posible y con el menor daño posible en toda la sociedad. Eso es lo que estamos buscando”, finalizó.
Por su parte, el jefe del programa de Vigilancia Epidemiológica, Francisco García Campos, manifestó que con el nuevo confinamiento esperan que los casos no sigan aumentando y que de los 500 casos que se vienen registrando por día, y que no se sabe hasta cuando se pueden sostener, se espera que se vuelva a bajar al promedio que tenían antes, de entre 200 y 250. “Nosotros lo que esperamos es que se mantengan dos o tres semanas con un nivel de casos que no hagan pico, que sean mesetas.”, indicó.
Las mesetas amortiguarán la ocupación, es decir, todo lo que es internaciones, terapias intensivas y respiradores.
“Por supuesto que impactará favorablemente y se evitará tanta mortalidad. Lo que pasa es que cuando tenés más de 500 casos, casi 600 como cuando llegamos a 590, con más de 160 casos en UTI y más de 60 en respirador, el pico es alto entonces esperamos que estos 14 días próximos, porque es prácticamente hasta el 11 de junio el período de cuarentena, se reduzcan los casos y volvamos a tener el promedio de 250”, puntualizó.
Otro objetivo es que se reduzca la alta incidencia en departamentos del sur de la provincia. “Esta semana la capital salteña y gran Salta pasó de amarillo a rojo y la semana que viene continuará ese número porque esa es la proyección. Todos los jueves se analiza la razón, la tasa de incidencia. La Candelaria, Metán, Rosario de La Frontera han sido departamentos que viene con casos sostenidos toda la semana y hay que trabajar para que se reduzcan”.
En líneas generales, se registra una alta ocupación de camas de internación, terapia y hay muchos casos que se encuentran ambulatorios. “Por eso llamamos a la gente a que se comuniquen y avisen sus síntomas para que el sistema tenga conocimiento y se eviten complicaciones graves”, culminó García Campos.
Hospitales
El gerente del hospital Arturo Oñativia, Marcelo Nallar, también expresó que la expectativa que tienen es que bajen los casos. Refirió que eso depende de que la ciudadanía acompañe la medida que ha tomado el COE. “Si están de acuerdo o no es importante que se acompañe esta medida porque ya está tomada la decisión del confinamiento, después se discutirá si era lo mejor, si podríamos haber hecho otra cosa pero bueno, es lo que hay ahora y es la medida que se tomó y seria una muestra de madurez ciudadana acatarla para esperar que se reviertan los casos”.
En el hospital Oñativia están trabajando ahora al límite porque además de haber aumentado los casos y la ocupación de las camas de terapia intensiva, realizaron dos trasplantes renales el jueves pasado. “Surgieron dos órganos así que hay dos salteños que se trasplantaron, entonces en el mismo hospital tenemos un área verde donde están los trasplantados que no se pueden infectar y en otra zona tenemos los pacientes con COVID-19. Eso requiere mucha ser muy estrictos con todas las normas, protocolos así que la situación es que estamos trabajando al límite, prácticamente sin camas en este momento y con toda la política sanitaria y el equipo de salud expresado”, precisó Nallar.
Agregó que continúan con la atención de las urgencias no COVID como los trasplantes, las cirugías oncológicas y pacientes de su perfil: obesos, diabéticos que requieren la internación por su patología de base. “Eso hace tener el equipo de salud estresado y no es de ahora sino de hace mucho tiempo lo que da un plus al cansancio”, finalizó.
El gerente general del hospital Señor del Milagro, Julio Garzón, sostuvo que más que expectativas el confinamiento significa una esperanza para que los casos disminuyan. “Hace unas dos semanas comenzó la escalada de casos y estamos complicados en el manejo de camas y recurso humano”, explicó.
Contó que las últimas horas estuvo de guardia en la terapia del hospital y que el panorama es de temer porque casi la totalidad de los pacientes es COVID positivo y gente joven. “Todos nos preparamos y acomodamos las instalaciones para dar asistencia, pero la circulación brutal y sin control que hubo en estos últimos días no nos va a permitir hacer frente a la demanda por la cantidad de positivos que aparecen y la evolución rápida a la insuficiencia respiratoria”, indicó.
Hizo hincapié en que un sistema de salud de cualquier parte del mundo no puede hacer frente a la situación si la gente no toma conciencia y aplica las medidas de protección. Señaló que las cepas que están circulando están con variables más contagiosas y agresivas y aparecen en pacientes jóvenes y algunos sin factores de riesgo.
En tanto, el gerente del Hospital Público Materno Infantil, Federico Mangione, también coincidió en que más que expectativas tiene esperanza porque la pandemia es el día a día. Con relación a la ocupación informó: “Estamos al 98% y la terapia intermedia que creamos está al 100 por cien. Le pido a la gente en general tome conciencia porque el recurso humano es poco y por más que pongamos mil camas más no vamos a poder cubrir la demanda”, finalizó.