El detonante para el fin de los camporistas Marcos Vera y Susana Aramayo fue por la pésima atención que otorgaba la Anses desde que arrancó la pandemia. Esa desidia hizo más indignante cuando salió a la luz un informe publicado en este diario cuando se reveló el negociado montado desde hace años con la venta de turnos para trámites en la Anses, que se conseguían por distintas vías por un monto que iba desde los 200 a los 1.500 pesos.
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El detonante para el fin de los camporistas Marcos Vera y Susana Aramayo fue por la pésima atención que otorgaba la Anses desde que arrancó la pandemia. Esa desidia hizo más indignante cuando salió a la luz un informe publicado en este diario cuando se reveló el negociado montado desde hace años con la venta de turnos para trámites en la Anses, que se conseguían por distintas vías por un monto que iba desde los 200 a los 1.500 pesos.
Ayer se dio a conocer que por la investigación interna, 20 agentes fueron desafectados, suspendidos, sumariados o reubicados para que no se entorpezcan las diligencias judiciales y que se presentó una denuncia penal en la Justicia Federal.
“Lo de la Anses es escandaloso”, expresó la diputada provincial por Metán, Gladys Moises. Y agregó: “No solo porque evidencia una corrupción sistemática, sino porque muestra una total y absoluta falta de empatía para con las personas más vulnerables. Nunca se ponen en el lugar del otro, la prioridad es currar, y la mayoría de las veces actúan con total impunidad”, afirmó la legisladora.
La Diputada provincial, en diálogo con El Tribuno, manifestó que celebra que el organismo se haya intervenido y que “estas cosas estén saliendo a la luz”. “Es un avance”, afirmó.
“Lamentablemente, los kioskos siempre están a la orden del día en estos organismos nacionales. Es difícil desactivarlos porque hay un statu quo poderoso que los protege, a mí me atacaron de todos lados cuando quise terminar con los kioskos en el PAMI”, afirmó Gladys Moisés. Y añadió: “Si uno quiere realmente que las cosas cambien hay que saber resistir las presiones”.
Para la legisladora provincial lo grave en este caso es que: “al parecer los militantes que La Cámpora nombró en los organismos públicos nacionales no tuvieron ninguna intención de terminar con los kioskos sino que incluso los fomentaron y crearon otros nuevos, todo en desmedro de las personas más vulnerables que, según su relato, venían a privilegiar y cuidar”.