La Justicia tartagalense confirmó el arresto domiciliario de un hombre acusado provisoriamente del delito de abuso sexual con acceso carnal, invocando razones humanitarias. La jueza de la Sala I del Tribunal de Impugnación, Virginia Solórzano, rechazó las apelaciones interpuestas por la fiscalía actuante y la querella, y confirmó la resolución del juez de Garantías 2 de Tartagal, que le concedió al acusado el arresto domiciliario, aclarando que la modalidad de prisión domiciliaria allí dispuesta resulta conforme al artículo 32 de la Ley de Ejecución Penal.
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La Justicia tartagalense confirmó el arresto domiciliario de un hombre acusado provisoriamente del delito de abuso sexual con acceso carnal, invocando razones humanitarias. La jueza de la Sala I del Tribunal de Impugnación, Virginia Solórzano, rechazó las apelaciones interpuestas por la fiscalía actuante y la querella, y confirmó la resolución del juez de Garantías 2 de Tartagal, que le concedió al acusado el arresto domiciliario, aclarando que la modalidad de prisión domiciliaria allí dispuesta resulta conforme al artículo 32 de la Ley de Ejecución Penal.
La medida
En la resolución, el juez dijo que si bien existen elementos suficientes para sostener el grado de probabilidad que la instancia requiere, dictó la prisión preventiva del imputado, la que fue cumplida en la comisaría 42. Agregó que durante el tiempo de detención el estado de salud del imputado se fue deteriorando, necesita de cuidados especiales y una cama ortopédica con un colchón especial debido a sus dolencias. Se aclaró que esto fue corroborado por el Servicio Médico del Poder Judicial.
En ese sentido, el juez de Garantías dijo que la dependencia policial no tiene instalaciones acordes ni recursos económicos para cumplir con el requerimiento médico del acusado, por lo que dispuso su arresto domiciliario y otras medidas. Así, el magistrado valoró las razones humanitarias y el derecho a la salud.
La jueza de alzada dijo que el beneficio otorgado no resulta ser un arresto domiciliario por sustitución de la prisión preventiva, sino de una modalidad de cumplimiento de esta, en el domicilio particular.
Carta abierta
"Fui abusado sexualmente por un tío político durante toda mi infancia y parte de mi adolescencia. Fui víctima de un pedófilo que como formaba parte de la familia generaba confianza, que como es pediatra generaba confianza", así comienza su publicación en Facebook, L. K., que después de años se animó a denunciar.
Prosigue: "Le dieron prisión domiciliaria a la persona que abusó de mí tantos años, a la se llevó una parte del niño que fui y que todavía hoy intento recuperar, niño que vive en mí y amo-odio según el día. Le otorgaron prisión domiciliaria, le otorgaron comodidad, le tuvieron piedad. Le otorgaron derechos que el me vulneró".
El joven añade en su escrito público: "Yo (da su nombre que se preserva por su integridad) soy sobreviviente del delito de abuso sexual en la infancia y la persona que perpetró los abusos en mi contra es Raúl Coroleu. Hoy exijo justicia para mí y para todos lxs niñxs y adolescentes víctimas, siendo el abuso sexual infantil el delito con más impunidad".
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