En el marco de la causa Sandra Palomo, la jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, ordenó elevar a juicio la causa que se sigue contra Ian Esteban Caro (20); Ricardo Nahuel Bonifacio (20); D. R. C. (19) y H. E. C. (18). Los jóvenes sindicados como coautores del despiadado crimen de la docente ocurrido a fines de agosto de 2019. El menor de 16 años que asesinó a la mujer de 53 años es inimputable, sin embargo la fiscal que investiga el caso solicitó desde un primer momento medida de seguridad por tiempo indefinido y que sea internado en un centro de régimen cerrado.
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En el marco de la causa Sandra Palomo, la jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, ordenó elevar a juicio la causa que se sigue contra Ian Esteban Caro (20); Ricardo Nahuel Bonifacio (20); D. R. C. (19) y H. E. C. (18). Los jóvenes sindicados como coautores del despiadado crimen de la docente ocurrido a fines de agosto de 2019. El menor de 16 años que asesinó a la mujer de 53 años es inimputable, sin embargo la fiscal que investiga el caso solicitó desde un primer momento medida de seguridad por tiempo indefinido y que sea internado en un centro de régimen cerrado.
Los cuatro jóvenes fueron acusados por la Fiscalía Penal interviniente, a cargo de la doctora Ana Inés Salinas Odorisio, de ser partícipes secundarios del delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía. En tanto, según la acusación efectuada por la querella, fueron imputados de ser coautores de ese mismo delito.
La causa será enviada a la Mesa Distribuidora de Expedientes Penales, donde se sorteará el tribunal de juicio que intervenga en la siguiente etapa.
Como se recordará, se había ordenado la elevación a juicio en marzo de este año, medida que se efectivizó ahora, luego de resueltos los diferentes recursos interpuestos por las partes. La jueza tuvo en cuenta ayer que la Fiscalía Penal actuante ratificó el requerimiento de juicio formulado oportunamente, y ordenó comunicar lo resuelto al Juzgado de Menores en feria.
En la presentación fiscal se establece que la ayuda posterior que le prestaron al autor "configuraría una participación secundaria", toda vez que los mismos, teniendo conocimiento del hecho que iba a cometer, aguardaron su llegada una vez consumado.
Transportando el cuerpo sin vida de la víctima, y luego colaborando en lavar el rodado con el fin de hacer desaparecer los rastros del crimen, y alguno de ellos llegó incluso a asistir a una fiesta luego de descartar el cuerpo de la víctima en un lugar donde pensaron que no iba a ser encontrado.