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Una escuela de boxeo indígena de Pocitos pide ayuda para poder entrenar

Ubicada en la misión Yanderenta, del Pueblo Guaraní, en Salvador Mazza, contiene a 50 niños alejados de las drogas. Necesitan de todo.
Sabado, 11 de septiembre de 2021 14:06
Fotografías: Jan Touzeau.

Carlos Cuellar es el cacique de la comunidad indígena Yanderenta, situada en Salvador Mazza. La comunidad pertenece al Pueblo Guaraní y Cuellar, además de ser cacique, es el instructor de la Escuela de Boxeo que se llama “Guerreros de Dios”. 
En estos días anduvo por la ciudad de Salta para participar en la última clase presencial de técnico de boxeo en la modalidad BISC (Boxeo Infantil Sin Contacto) que impartió la Asociación Salteña de Boxeo, y aprovechó su estadía para dialogar con El Tribuno sobre la situación de los indígenas en el norte provincial.
El grave problema que aqueja a las comunidades del norte en general, y de Pocitos en particular, circula en torno del consumo problemático de drogas.
La comunidad guaraní de Cuellar está ubicada al oeste de Salvador Mazza, sobre la Quebrada y ya es considerada como un barrio más de Pocitos. 
Con alrededor de 200 familias la principal fuente de ingresos económicos está en el bagayeo, es decir en el transporte de todo tipo de mercaderías entre la frontera de Argentina y Bolivia.

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Carlos Cuellar es el cacique de la comunidad indígena Yanderenta, situada en Salvador Mazza. La comunidad pertenece al Pueblo Guaraní y Cuellar, además de ser cacique, es el instructor de la Escuela de Boxeo que se llama “Guerreros de Dios”. 
En estos días anduvo por la ciudad de Salta para participar en la última clase presencial de técnico de boxeo en la modalidad BISC (Boxeo Infantil Sin Contacto) que impartió la Asociación Salteña de Boxeo, y aprovechó su estadía para dialogar con El Tribuno sobre la situación de los indígenas en el norte provincial.
El grave problema que aqueja a las comunidades del norte en general, y de Pocitos en particular, circula en torno del consumo problemático de drogas.
La comunidad guaraní de Cuellar está ubicada al oeste de Salvador Mazza, sobre la Quebrada y ya es considerada como un barrio más de Pocitos. 
Con alrededor de 200 familias la principal fuente de ingresos económicos está en el bagayeo, es decir en el transporte de todo tipo de mercaderías entre la frontera de Argentina y Bolivia.

 

Carlos Cuellar tiene tan sólo 26 años y participó en 6 peleas amateur en la categoría pesados. La cuarentena lo dejó KO y ahora en la capacitación de la ASB le dijeron que tiene que dedicarse a entrenar a los pequeños. Para comunicarse con Cuellar hay que llamarlo al 03873 155 47545.
 

 

“El consumo de todo tipo de drogas (hablamos de marihuana, pasta base o alcohol) se da cada vez más en chicos más chicos. Hay niños de 8 años que ya están drogándose. Es una problemática por la cual estamos luchando a base del entrenamiento deportivo que nos brinda el boxeo. Por las drogas tenemos robos, peleas, suicidios, los chicos se aíslan y andan por la calle sin comer ni decir nada. Dejan la escuela y arruinan a las familias. Es muy grave lo que está sucediendo”, dijo Cuellar.
En la escuela de boxeo actualmente asisten unos 50 chicos a los entrenamientos que plantea el equipo técnico que cuenta con tres profesores que trabajan ad honorem. Ellos son el “Chango” Oyola y el “Flaco” Aráoz.
El lugar de entrenamiento es la casa del mismo “Flaco” que pone su vivienda y una galería para que los chicos entrenen.
Pero la falta de pago a los profesores y la ausencia de espacio son sólo dos carencias. En realidad tienen muchas ganas, pero les falta de todo.

 

“Acá tuvimos muy buenos resultados con los chicos. Tenemos a niños que se drogaban y que por la práctica deportiva van dejando solitos los malos hábitos. Y nosotros queremos darle para adelante, pero es muy difícil porque nos falta de todo. Necesitamos un local grande que funcione como gimnasio; eso es muy difícil; pero soñamos con eso. Para el día a necesitamos desde vendas, guantes, manoplas, colchonetas, hasta bolsas punching ball, pesas, un ring. En realidad, la situación de todos los niños es complicadas porque ni ropa para entrenamiento tienen. No hay zapatillas ni ropa ni nada. Y esto lo vemos con criollos e indígenas, porque acá viene el que quiere; pero la pobreza es de todos”, aseguró Cuellar.
A la pobreza y la discriminación que sufren las comunidades indígenas se le suma la represión. El cacique explicó que, en el marco de un reclamo por falta de agua, en diciembre de 2020 cortaron la ruta “y vinieron, nos reprimieron, y nos dieron esa respuesta: balas. Hubo mujeres, niños, heridos de bala, mujeres embarazadas, ancianos”, expresó Cuellar.
Sin embargo ellos comenzaron a ver cambios y el problema del agua se va solucionando poco a poco. 
“Ahora contamos con la ayuda del intendente Rubén Méndez; y del secretario de Deportes de la provincia, Marcelo Córdoba, que nos están dando una mano con las capacitaciones y con otras cosas”, reconoció Cuellar.
Sin embargo, la escuela de boxeo “Guerreros de Dios”, de la localidad de Pocitos recurre a la solidaridad de los salteños por donaciones que serán entregadas directamente a los niños.


Sobre la disciplina y el trabajo con niños

El profesor Carlos Cuellar estuvo alojado en la Secretaría de Deportes de la Provincia y trajo consigo a su pupilo; una joven promesa del norte salteño.
Thiago Gabriel “Canelito” Gómez tiene tan sólo 12 años y ya parece un joven de hasta 15 años. “Es la promesa del boxeo salteño”, dijo Cuellar.


“Canelito” entrena dos horas de lunes a viernes y relaja los músculos sábados y domingo saliendo a andar en bicicleta.
La idea de tener a niños entrenando es la de cambiarle los hábitos, crear una rutina de trabajo, mejorar su alimentación; sin olvidar la escuela. “La condición necesaria es seguir en la escuela”, dijo Cuellar.
Respecto de la última capacitación, agradeció a la ASB los saberes brindados en cuanto a estrategias pedagógicas y al trabajo con juegos. Durante el desarrollo del mismo se abordaron aspectos reglamentarios, pedagógicos y técnicos referente a la disciplina. La capacitación fue dictada por la profesora Julia Juárez (técnica nacional de boxeo y BISC) y por el doctor Alejandro Hurtado (Fiscal de la Asociación del Valle de Lerma y juez nacional de BISC.

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