De los efectos devastadores de la pandemia en la economía se ha escuchado y leído hasta el cansancio. Pero poco se habló del auge de conductas delictivas que crecieron al calor de la crisis sanitaria, por la dificultad para controlar y la suposición errónea de que se trata apenas de una picardía.
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De los efectos devastadores de la pandemia en la economía se ha escuchado y leído hasta el cansancio. Pero poco se habló del auge de conductas delictivas que crecieron al calor de la crisis sanitaria, por la dificultad para controlar y la suposición errónea de que se trata apenas de una picardía.
En la Argentina los casos de fraude aumentaron un 15% desde el comienzo de la pandemia. Se trata de una industria que mueve unos 55.000 millones de pesos al año, según estimaciones del sector.
"El fraude, en todo sentido y en cualquier industria, es claramente un delito y así está tipificado en el Código Penal. Y en la industria aseguradora tiene un impacto de magnitud porque representa un alto porcentaje de los pagos por siniestros, lo que afecta la solvencia del sistema", remarcó Gabriel Bussola, titular de Libra. Los números lo avalan: aunque se trata de un problema mundial, en el país aproximadamente el 45% de las denuncias de siniestros son falsas o exageradas, una cifra que en otros países oscila entre el 38 y el 40%.
"Nuestra aseguradora tiene tomada la decisión de no avalar ninguna conducta de este tipo. Vamos a detectar, combatir y llevar a la Justicia los casos de fraude", anticipó Bussola.
Esta compañía, según indicó el directivo, viene detectando entre 20 y 30 casos de fraude mensuales. "Ese trabajo nos permite destinar unos 80 millones de pesos al año para siniestros y juicios que sí corresponden pagar a término", precisó.
Relevamientos del sector detallan que de cada 100 intentos de fraude en vehículos, 80 corresponden a presuntos robos de automóviles o motocicletas, 15 a cubiertas y los 5 restantes a sobreestimaciones en el valor de los siniestros. El fraude también aparece, aunque en menor medida, en otros tipos de seguros: suelen inventarse daños a electrodomésticos y causales de muerte distintas a las que están amparadas en las coberturas de personas.
"Están las condiciones dadas, en materia de derecho de seguros y derecho penal, para poder rechazar los siniestros fraudulentos dentro de los plazos establecidos por la Ley de Seguros, y utilizar esos fundamentos a la hora de denunciar penalmente a quien intentó cobrar un siniestro que no correspondía", aseguró el asesor legal de la compañía, Mariano Cúneo Libarona, experto en Derecho Penal y Procesal Penal.
En la misma línea se expresó Bussola: "Si el que intenta un fraude o lo lleva adelante no tiene consecuencia legal alguna estamos fomentando un camino de enriquecimiento ilícito. Hay que romper con la abulia o liviandad con que se toma al fraude en la industria del seguro. No alcanza con la detección o con lograr el desistimiento; hay que tomar conciencia", puntualizó.