En Salta resalta cada vez más significativa la reducción de las ofertas de viviendas para alquilar. La demanda crece y hay un sector joven que está muy complicado. Desde noviembre a febrero más estudiantes consultan los precios de casas y departamentos. La imposibilidad de acceder afecta incluso a jóvenes que ya están recibidos o tienen un empleo y no pueden afrontar los pagos mensuales, que rondan entre 25.000 y 30.000 más expensas.
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En Salta resalta cada vez más significativa la reducción de las ofertas de viviendas para alquilar. La demanda crece y hay un sector joven que está muy complicado. Desde noviembre a febrero más estudiantes consultan los precios de casas y departamentos. La imposibilidad de acceder afecta incluso a jóvenes que ya están recibidos o tienen un empleo y no pueden afrontar los pagos mensuales, que rondan entre 25.000 y 30.000 más expensas.
Juan Biella, presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios, comentó que al no haber oferta, las propiedades disponibles en el mercado "están caras". "Esto influye evidentemente mucho en función de los ingresos que tienen los más jóvenes, sobre todo, de los que empiezan a trabajar".
El sector inmobiliario marca como otro factor que desalienta a la ley de alquileres, que entró en vigencia desde julio del 2021. Con las nuevas actualizaciones se prevé que el plazo mínimo a la hora de firmar un contrato sea de tres años y con solo una actualización de precios en el valor de la renta, que se hace de manera anual.
Todo en contra
Desde la firma Reynoso Bienes Raíces pusieron sobre la mesa algunos indicios a tener en cuenta que complejizan la situación de la juventud. "Esto obligó a que muchos propietarios eleven los precios de los alquileres a niveles exorbitantes para no quedar desfavorecidos en cuanto al incremento anual de precios". Esto puede resultar en que los costos para una vivienda sean más altos de lo que realmente es el inmueble y los servicios que se brindan y que por la gran demanda se termine alquilando el inmueble.
Por otro lado, la falta de garantía que tiene el propietario hace que resulte más difícil hacer frente a la constante inflación. Entonces, dijeron, "se terminan pidiendo garantías que por lo general no se solicitan en un alquiler en una situación normal".
En muchos de los casos, los inquilinos no logran cumplir con todos los requisitos y, en definitiva, no pueden acceder al alquiler.
Muchos jóvenes tienen su primer empleo en negro o con ingresos formales por debajo de la canasta básica de alimentos, lo que endurece mucho más el panorama.
"A través de la Federación Inmobiliaria y Confederación Inmobiliaria han presentado un proyecto alternativo que modifica una serie de artículos de la ley para que traten los legisladores o por lo menos lo pongan a debate, y esperamos que sea pronto porque es una ley que perjudica a ambas partes de una forma proporcional", recalcó Biella a El Tribuno.
Entre las modificaciones que se sugerían estaban el cambio al sistema de actualización anual, que se saque el componente inflacionario y que de 3 años se vaya a 2 como mínimo para la firma de un contrato.
Lo que es seguro, es que los aumentos en los precios de alquiler "están acompañando la inflación, así que las actualizaciones anuales o las renovaciones de contratos siguen en promedio un 50% interanual", resaltó Biella.