El rasgo central de la época es la aceleración del proceso de integración mundial del sistema y del surgimiento de una sociedad global creada por la revolución de la técnica, potenciada por la digitalización absoluta, que es la característica del capitalismo del siglo XXI.
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El rasgo central de la época es la aceleración del proceso de integración mundial del sistema y del surgimiento de una sociedad global creada por la revolución de la técnica, potenciada por la digitalización absoluta, que es la característica del capitalismo del siglo XXI.
Dentro de este proceso se ha producido una ruptura, transformada en guerra global de nuevo tipo entre EEUU /OTAN por un lado, y Rusia/China por el otro, ocasionada por la guerra de Ucrania y las sanciones comerciales impuestas a Rusia por EEUU y Europa. Esto ha provocado una crisis en la economía mundial caracterizada por una recesión global, ante todo en los países centrales, y una alta inflación, la más elevada de los últimos 40 años.
Al mismo tiempo, la integración mundial del sistema es profunda e irreversible. Es obra de la revolución de la técnica, acelerada por el pleno despliegue de la inteligencia artificial (AI) y la 4ta. revolución industrial. Esto hace que esta guerra global de nuevo tipo tenga límites estructurales, que impiden que se transforme en un choque bélico entre las superpotencias, con su inexorable deriva nuclear.
La economía golpeada: la guerra de Ucrania ha tenido un extraordinario impacto disruptivo en la economía mundial, que crecería este año solo +2,9% anual (de los +4,5% previstos 1 año atrás) y mantendría el mismo nivel en 2023 y 2024. Esta tendencia de declinación coincide con un aumento de la tasa de inflación: la tasa global asciende a +7,8%, el mayor nivel desde 2008; +8,5% en los países avanzados, llegando a +9,1% en el Reino Unido. Lo previsible para los próximos 10 años es una situación de bajo crecimiento económico combinada con una alta inflación (Banco Mundial). Lo que desató esta ola inflacionaria en el mundo ha sido el shock energético mundial provocado por la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por EEUU y los países europeos. El precio del gas ruso en Europa ha aumentado más de 700% en el último año.
Los dos principales países manufactureros del continente -Alemania e Italia- se sumergirán con seguridad en una profunda recesión en el segundo semestre del 2022 (Deutsche Bank), o a más tardar en el primer trimestre de 2023 (Credit Suisse). La economía de EEUU (25% del PBI global) se contrajo -0,9% anual en el segundo trimestre, lo que sumado a la retracción de -1,6% que experimentara en el primer trimestre de 2022 permite afirmar que se encontraría en una situación recesiva en los primeros seis meses de este período. El FMI estima que la economía mundial experimentaría una recesión en la segunda mitad de 2022, debido a la combinación de una alta inflación con elevadas tasas de interés. Esto se añade a una prolongada crisis de la energía, con precios récord en el mercado global, ocasionada por la guerra de Ucrania y las sanciones comerciales impuestas a Rusia por EEUU, la Unión Europea y Gran Bretaña. El cálculo del Fondo es que el corte completo del gas ruso a Europa, más una nueva caída de 30% en las exportaciones de petróleo en el segundo semestre de 2022, llevaría virtualmente a 0% el crecimiento tanto en EEUU como en la Unión Europea.
Esta recesión es provocada por una verdadera "tormenta perfecta", a la que contribuyen la guerra de Ucrania, la elevada inflación, la inseguridad alimentaria, los altos precios energéticos y la devaluación de las monedas de los países emergentes.
Alta inflación. La alta inflación en EEUU se ha tornado un hecho permanente que se ha extendido a toda la estructura económica, incluyendo a los servicios, que son más de 70% del total. La inflación elevada es hoy un fenómeno global, pero tiene en EEUU la particularidad de que es el producto de una vigorosa demanda combinada con una oferta reducida de la fuerza de trabajo.
EEUU experimenta una alta inflación de demanda, de carácter permanente, y que arriesga a convertirse en un fenómeno arraigado si no logra modificar las expectativas de consumidores y empresarios. Se trata de reducir la inflación a 2% anual, del actual 9% en el año, y esto implica que las tasas de interés deberán elevarse por lo menos 7/8 puntos, con una desocupación que crecerá 3 puntos o más (pasaría de 3,5% a 6,5%).
América Latina
En este cuadro mundial, América Latina se divide en 2 partes:
* Norte, desde México al Canal de Panamá, completamente integrada a la economía de Norteamérica (EEUU/Canadá/México).
* Sur, desde el Canal de Panamá a Tierra del Fuego. Su inserción global (comercio/inversiones) se realiza primordialmente con Asia, principalmente con China.
Argentina es una potencia mediana, la segunda economía de la subregión después de Brasil. En este contexto global, la relación más relevante para Argentina no es ni con EEUU ni con China, no obstante su obvia importancia, sino con Brasil y el resto de la región (Mercosur + Chile, en primer lugar).
El Mercosur se ha transformado en la principal plataforma de producción de proteínas en el mundo en el siglo XXI. El objetivo de Argentina y la región, en esta nueva escena global, es lograr un protagonismo propio en la política mundial, tendiente a acelerar la integración al sistema y potenciar sus extraordinarias posibilidades exportadoras de agroalimentos y recursos naturales.
El Mercosur (principalmente Brasil y Argentina) se han transformado en la principal plataforma de producción de proteínas en el mundo en el siglo XXI.
* Presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico y miembro del Centro de Reflexión Política Segundo Centenario
* Este trabajo sintetiza la exposición del autor en el seminario del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Salta, septiembre/22)