Según el Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa), una organización internacional que monitorea los eventos climáticos, el 15,31% (23.720 km2) del territorio salteño se encuentra "no seco". Según ese informe, el 9,63% (14.908 km2) está en una situación de sequía extrema, mientras que el 29,51% (45.710 km2) está en sequía severa y el 29,10% (45.078 km2), en sequía moderada.
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Según el Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa), una organización internacional que monitorea los eventos climáticos, el 15,31% (23.720 km2) del territorio salteño se encuentra "no seco". Según ese informe, el 9,63% (14.908 km2) está en una situación de sequía extrema, mientras que el 29,51% (45.710 km2) está en sequía severa y el 29,10% (45.078 km2), en sequía moderada.
Los departamentos más complicados por la sequía son Rivadavia y San Martín. El 29,54% (7.705 km2) del territorio de San Martín se encuentra con sequía extrema y el 56,56% (14.752 km2) con sequía severa. En el departamento de San Martín la situación es similar. El 40,13% (6.417 km2) de su territorio está en una situación de sequía extrema y el 35,88% (5.738 km2) en sequía severa. En Orán la sequía severa llega al 66,14% (7.713 km2) del territorio. En Rivadavía, el 100% del su territorio se encuentra en una situación de sequía severa.
El informe deja al descubierto un escenario complejo para los agricultores, sobre todo para los que se encuentran en la región central del país. Las consecuencias de la falta de lluvias en la industria agroganadera en Argentina pueden ser fatales, ya que más de la mitad del país está atravesando severos períodos de sequía y este ya se encuentra entre los más secos desde 1961. Actualmente más de la mitad del territorio nacional está bajo una condición de déficit hídrico.
En la provincia de Buenos Aires casi el 40% de su territorio está en sequía extrema. En Santa Fe el 37,14% de su territorio refleja una situación de sequía extrema y el 36,91% severa. Mientras que en Entre Ríos el 50,5% de su territorio está con una sequía extrema y el 12,86% con sequía severa.
Con esto, la situación de Salta no es tan límite. Según el ministro de la Producción, Martín de los Ríos, se está transitando la etapa de mayor estrés hídrico. Está llegando al inicio de lo que debería ser la temporada húmeda, que es el comienzo de la época de lluvia.
"Ahora se siente con toda intensidad el ambiente seco, en los ríos sin agua, en las reservas en su mínima profundidad. De hecho, cualquier río de la provincia, como el Bermejo, el Pilcomayo o los ríos del Valle de Lerma, todos están soportando este estrés hídrico, pero a su vez debemos decir que no es lo anormal. Nosotros siempre llegamos al final de nuestra larga estación seca en una situación semejante. Pasa que el año pasado fue un año seco, al igual que el anterior. Venimos acumulando años secos", expresó el ministro.
Según datos brindados por el meteorólogo Edgardo Escobar, en los primeros 12 días de noviembre en Orán llovió 0 mm, igual que en Salta y Rivadavia. La localidad de Tartagal vio un poco de agua y cayeron 57 mm. "Para lo que es la zona del aeropuerto Salta , entre abril a octubre tendría que llover en promedio 91 mm, pero este año llovió 19 mm".
Demoras
"Cuanto más se demoran las lluvias, mucho más se manifiesta en los niveles de reserva de aguas. Ahora, tener un desastre por sequía como lo tiene la Pampa Húmeda, donde no se ha podido sembrar ni soja ni el maíz de primera. Está habiendo pérdidas muy importantes en las cosechas de trigo y en las pasturas, porque ellos sí tienen regímenes de lluvias anuales, nosotros todavía no", expresó De los Ríos.
El ministro de la Producción afirmó que la provincia tendría una "emergencia por seca" si no llueve lo suficiente en la estación húmeda que se está iniciando. Para ponerle una fecha, si en Salta no comienza a llover antes de que finalice noviembre la producción agroganadera podría comenzar a transitar una seria problemática.
"Sí tenemos estrés hídrico y venimos de dos años secos. Estamos sobre el final de una estación muy seca, donde no tuvimos la tormenta de Santa Rosa, el cordonazo de San Francisco y no tuvimos demasiado frío, con lo cual tampoco hay demasiada acumulación de nieve en las cumbres que después son cauces de agua. Todavía no tenemos tragedia por seca en nuestros cultivos porque estamos empezando los ciclos productivos en Salta y recemos para que llueva. El clima es el único azar que no se puede prever", afirmó.
La actividad que está atravesando una situación crítica por esta falta de agua es la ganadería de todo el Chaco salteño. "En estos momentos está en una situación complicada", expresó Martín de los Ríos.
"Los madrejones y las aguadas se secan, no hay nada de pasto. Muchas veces los productores deben desprenderse de hacienda flaca por toda esta contingencia. Hay regiones de nuestro Chaco que están sufriendo más que otras veces por el estrés hídrico que venimos arrastrando", aseguró.