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De la exigencia a la excelencia

Sabado, 17 de diciembre de 2022 01:08

La selección argentina de fútbol le ganó al equipo de Croacia en la semifinal del mundial de Qatar 2022 por 3 a 0 y enfrentará por el título mundial a Francia. Además del impactante hecho deportivo, el equipo dirigido por Lionel Scaloni nos deja un aprendizaje: se puede competir y ganar disfrutando.

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La selección argentina de fútbol le ganó al equipo de Croacia en la semifinal del mundial de Qatar 2022 por 3 a 0 y enfrentará por el título mundial a Francia. Además del impactante hecho deportivo, el equipo dirigido por Lionel Scaloni nos deja un aprendizaje: se puede competir y ganar disfrutando.

Todo parece haber comenzado durante la Copa América ganada el 10 de julio de 2021 donde se podía escuchar en las declaraciones del cuerpo técnico y, sobre todo, en los jugadores, dos palabras que se repetían de manera constante: disfrutar y equipo. Pero más allá de lo importante de lo declarativo y de la construcción que todos hacemos desde el lenguaje, el equipo lo expresó y lo expresa corporalmente tanto en las derrotas como en las victorias. Así, tras ganarle a Croacia, Lionel Messi dijo: "Hace un tiempo que estoy disfrutando muchísimo de esto, disfrutando desde que llegamos al Mundial más allá de que empezamos perdiendo. Estábamos confiados, le pedimos a la gente que confíe, sabemos lo que somos. Este grupo es una locura. Una vez más Argentina está en una final del mundo, a disfrutar de todo esto".

Definitivamente la selección argentina logró salir de la peligrosa exigencia donde no existe el disfrute y todo es visto como un sacrificio. Logró ir por el camino de la excelencia en la que hay esfuerzo pero para lograr la mejor versión de lo que puedo hacer. El disfrute siempre es la sensación que aparece desde el paradigma de la excelencia. Para ello es importante poder identificar hitos en el camino hacia el logro de los objetivos y en cada hito reconocernos y festejar. Cuando hablamos de hitos la selección los fijó al proponerse ganar la Copa América, superar la zona del Mundial, jugar los 7 partidos, y , ante adversidades como arrancar perdiendo, permanecer unidos. El camino siempre es lo principal, el accionar para que las cosas pasen es en donde está puesta la mirada desde la excelencia. Desde este lugar, se genera un contexto de posibilidad que va más allá de los resultados.

Así también lograron alejarse de la presión propia y ajena que puede bloquear al futbolista. En el fútbol, aquellos que buscan "meter presión", lo hacen porque quieren satisfacer sus propias expectativas. Los hinchas quieren que su equipo gane para estar más felices; los padres que presionan quieren que sus hijos jueguen para que puedan "salvar a la familia"; los dirigentes quieren que el equipo gane como sea para ser elegidos presidente en las próximas elecciones, y los representantes para que el jugador se destaque y suba su cotización.

Lo anterior no significa dejar de esforzarse y ser indisciplinado. El tema, la mayoría de las veces, suele ser el cómo. En bajar la presión tuvo un rol clave Lionel Scaloni a lo largo de todo su proceso como entrenador. Lo hizo haciendo coincidir lo dicho con lo hecho. "Habría que tener un poco más de sentido común y pensar que es sólo un partido de fútbol. Parece que nos jugamos más que eso. Eso mismo sienten los jugadores en la cancha. Es difícil hacer entender a la gente que mañana sale el sol se gane o se pierda", declaró Scaloni tras la victoria contra Holanda

¿Cuál ha sido la diferencia entre éste seleccionado del 2022 y el de años anteriores? La construcción de un equipo es la respuesta. El rol del Scaloni y su cuerpo técnico fue clave para lograr que un grupo de excelentes jugadores individuales se transformara en equipo. La selección Argentina pudo cumplir las tres condiciones de un equipo: la primera corresponde a tener un objetivo común, la segunda a comprender que, para alcanzar ese objetivo, los jugadores deben depender unos de otros e interrelacionarse entre si y, la tercera a saber que lo que hace un jugador debe influir en los demás.

Pero si bien construir un equipo es la función principal del cuerpo técnico, también n es importante la contribución del jugador individualmente. Y aquí hubo varios hechos que mostraron el compromiso individual a lo largo del mundial. Por mencionar solo dos: jugadores titulares indiscutibles como Ángel Di María y Lautaro Martínez salieron del once titular y en ningún momento se los vio molestos o haciendo gestos de desaprobación, por el contrario mostraron apoyo al equipo. Al mismo tiempo, Julián Álvarez y Enzo Fernández, jugadores del banquillo, entraron y fueron piezas fundamentales. Haber hecho un buen trabajo con los jugadores del banco ha sido fundamental para el éxito del seleccionado. Hemos visto que fue poco exitoso no trabajar con los suplentes y hacer que se formaran sub grupos en años anteriores. El "somos 26 guerreros que estamos dispuestos a luchar por la gente" de Nicolás Otamendi expresa claramente que ahí siempre hubo un grupo.

Más allá de lo que pase el próximo domingo la selección argentina de fútbol nos deja la gran enseñanza de que hay otro camino posible. Como lo resumió Messi: "Más allá de que todos queremos ser campeones y terminar de la mejor manera, este es un proceso intachable: llegamos invictos al Mundial, recibimos un golpe durísimo en el primer partido, volvimos a levantarnos y terminamos llegando a una final. Creo que este grupo fue un ejemplo de principio a fin y ojalá se nos dé. Pero es fútbol, puede pasar de todo y lo bueno es que los argentinos aprendimos un poco eso y ya lo que importa no es solo el resultado, sino todo el camino recorrido".

* Fernando G. Rodeles es Comunicador (UBA), Coach (ICF) y entrenador de fútbol formativo (ATFA).

 

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