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Viviana Ovalle: "Me interesa transmitir una energía vital que nos ayude a seguir"

Viviana Ovalle expone, y es una buena noticia. "La intención no es solamente presentar la obra, sino charlar e interactuar con la gente", dice la escultora sobre "La creación de cada día", muestra enmarcada en el Ciclo Maese, que se puede visitar en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández, La Florida y Alvarado.
Sabado, 24 de diciembre de 2022 08:12

La creadora compartió con El Tribuno su mirada sobre una pasión que la ha llevado a ser parte indiscutible de la historia de la plástica salteña, con un compromiso de más de 40 años y toda una vida en el arte. "Uno tiene vocaciones tempranas, y es una bendición", dice, y cuenta: "Desde niña, me di cuenta que me gustaba lo visual y también mi mamá era hermana de Elsa Salfity, la gran escultora, y éramos muy cercanos. Entonces, desde chica hice talleres con Elsa, en la época en que compartían un taller en la calle Zuviría con Pajita García Bes.  Y cuando fui jovencita comencé a ayudarle, y participé activamente de ese mundo, asistiendo a sus muestras, a muestras de sus amigas, como Alina Neyman y otros colegas coetáneos de los grandes artistas de Salta".

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La creadora compartió con El Tribuno su mirada sobre una pasión que la ha llevado a ser parte indiscutible de la historia de la plástica salteña, con un compromiso de más de 40 años y toda una vida en el arte. "Uno tiene vocaciones tempranas, y es una bendición", dice, y cuenta: "Desde niña, me di cuenta que me gustaba lo visual y también mi mamá era hermana de Elsa Salfity, la gran escultora, y éramos muy cercanos. Entonces, desde chica hice talleres con Elsa, en la época en que compartían un taller en la calle Zuviría con Pajita García Bes.  Y cuando fui jovencita comencé a ayudarle, y participé activamente de ese mundo, asistiendo a sus muestras, a muestras de sus amigas, como Alina Neyman y otros colegas coetáneos de los grandes artistas de Salta".

"Es como cuando sos de una familia de músicos; aunque no te guste y no ejecutes música, el oído lo desarrollaste", ejemplifica.

¿En la secundaria hiciste arte?

No. La materia de dibujo que se enseñaba en esa época era muy formal... estoy hablando de hace 45 años... Y no había secundario de arte. Hice el secundario en el Bachillerato Humanista Moderno, y eso sí me sirvió en mi formación, porque la perspectiva humanista es la que más se utiliza en el arte. Terminé el secundario e inmediatamente ya sabía que iba a seguir en la Escuela de Bellas Artes porque se había creado en ese entonces. En el año 78, Elsa Salfity creó el terciario. Y, por supuesto, la familia lo recibió con gran felicidad. Era la Escuela de Bellas Artes Tomás Cabrera, la número 6002, donde enseño actualmente escultura…

¿Qué especialidad podías elegir entonces?

En 2 años salías con título de maestro, sin especialidad, y a los 3 años más, el título de profesor y tenías que especializarte en pintura, grabado o escultura... Ahora, el profesorado tiene especialidad en pintura, escultura, grabado o arte impreso y cerámica. Obviamente, dibujo se ve en todos los años, y después están las materias teóricas como Historia del Arte, Fundamentos Visuales, Filosofía, Investigación y las materias pedagógicas…

En el aprendizaje artístico es importante la relación discípulo-maestro...

Eso se da en todos los talleres de la Escuela… siempre le recomiendo a la gente que tenga interés en arte que, aunque no tenga vocación docente, sí considere que nuestra salida laboral primaria es la docencia, en sus múltiples aspectos, y la creación de obra. Es una doble especialización. Docente-productor artístico es el título. Podés hacer obra que no significa que seas escultor… La titulación no te habilita para ser artista, te habilita para ejercer profesionalmente la docencia y te da recursos para hacer plástica, y es interesante porque muchos de los profesores de las materias prácticas son artistas... A eso iba tu pregunta. El aprender con un artista no es lo mismo que aprender con una persona que no está imbuida en el área. Por ejemplo, yo solo enseño escultura, puedo ser jurado de un salón de pintura porque tengo desarrollada la mirada y el juicio, pero eso no me habilita a ser pintora…

¿Cuándo dijiste soy artista?

Cuando entré a Bellas Artes sabía que quería hacer obra. Siempre les digo a mis alumnos -son adultos y uno puedo tener un acercamiento más personal y entienden- "no me molesten, porque yo no tengo vocación docente". Y se ríen. Hice mi carrera, fui muy buena alumna, no me costó para nada el tema docente, soy muy empática, pero no tengo vocación docente. En esta etapa de mi vida he retomado la docencia, tengo 22 años de docencia, habiendo tenido 17 años la dejé para dedicarme al taller a pleno. Y volví a la escuela porque sentí la profunda necesidad de devolver en docencia, devolver en la misma especie, y lo digo con sinceridad. Hay ciclos en los que vos querés hacer una cosa y ciclos en los que te molesta hacer eso porque te impide hacer otras cosas. Y, respondiendo, entré a la Escuela para hacer obra, y naturalmente me relacioné con estudiantes que tenían las mismas inquietudes. Por ejemplo, siempre estuve muy relacionada con mi hermana-amiga de la vida Silvia Katz, en esa época arrancó ella coordinando con un grupo de gente muy valiosa El Tendedero, a fines de los 80. Eran mis amigos… estaban Susana Núñez, Fabián Nanni, Roxana Belbruno... tengo muy mala memoria… Eran compañeros en la escuela, también se incorporaron Guillermo Pucci, Alberto Elicetche y me voy a olvidar de un montón...

 "La ola"

¿Cuándo comenzaron las muestras?

Tempranamente comencé a hacer muestras colectivas, y en el 90 en el museo de Nelly Murga de Córdoba, en la Bodega La Banda que ahora es Vasija Secreta, hice mi primera muestra individual, fue en la Feria del Libro de Cafayate, que duró casi 30 años. En la técnica que yo trabajo -que es modelando en arcilla, tomando molde y haciendo vaciado de cemento o resina-, es mucho más largo y lento el proceso. Hoy por hoy, puedo hacer una muestra cada dos años, no tengo capacidad de producir 15, 20 obras en un año, con las técnicas que yo empleo, no; o con mi personalidad en el arte, que es mi modo y el tiempo que le dedico a cada obra, tampoco.

El mural, la escultura son para espacios públicos...

Siempre me gustó, y fue lo que me definió a estudiar arte, la obra grande que, obviamente, es para espacio público. La obra que te contiene, que te hace sentir adentro, la obra que te hace sentir que hay algo que está en el ambiente y que está para todos y que es de todos y que la puedan disfrutar todos y que puede "servir" para dejar un mensaje. El arte en general y el plástico, en particular, no tiene una función utilitaria, no tiene una función -valga la redundancia- funcional, no sirve para tal cosa, pero sí uno a través de eso puede dejar un mensaje, y en escultura grande eso habitualmente se da, y el mensaje es importante porque está concebida para el espacio público y, por lo tanto, para la gente. Y la obra grande suele ser encargo oficial; vos no podés ir y poner tu escultura en tal parte, a lo sumo donás una obra a la municipalidad y la municipalidad la pone en tal lugar. Tiene una función, muchos motivos, ya sea conmemorativa, recreativa, lúdica, interactiva... pero siempre la obra grande tiene que cumplir una función. O, simplemente, dar el placer de ver arte...

Recreación Monumento al trabajo

¿Qué te brindó la escultura?

Yo soy intuitiva... así que no pienso mucho, tomo una idea y digo lo que siento sobre esa idea y así concibo mi obra. No soy racional, de eso me di cuenta con los años cuando me preguntaban cómo hacía la obra o qué me inspiraba... Y ahí me di cuenta de que no racionalizo, tomo el tema que me toca, porque muchas veces nos toca hacer un tema por un encargo... Y en casos muy puntuales tengo que racionalizar, si no generalmente el primer flash que me viene a la mente es el que me interesa y el que sigo. ¿Y qué me brindó la escultura? Me dio la posibilidad de ser yo misma, así de simple. Porque yo soy escultora. Hasta hace muy pocos años, en las entrevistas me peleaba para que no pongan fotos mías, y ahora sé que van a ponerlas porque no queda otra. El mundo es ahora con fotos de los autores porque la persona se valoriza más... es un mundo de comunicación, de imágenes y un mundo en que la persona tiene un protagonismo distinto. En mi generación, queríamos solamente el protagonismo de la obra. Te decía, la escultura me permitió ser yo misma. Cuando me hacían entrevistas, yo respondía soy escultora y me decían "pero cómo se define", y yo insistía "ponga escultora". En las artes en general hay demasiada vanidad… Entonces, mucha gente se dice artista porque ha hecho dos o tres obras -y a veces de dudosa calidad- o simplemente porque en alguna etapa de su vida hizo algo de arte. Y eso no te da el carnet de nada, no existe el pasaje de "no ser a ser artista". Ese crédito te lo da o no la gente, te lo da o no la trayectoria y el estar y el no estar en el ámbito, te lo da la responsabilidad con la que manejaste tu obra y la mostraste... La trayectoria, es decir, el hacer, el producir y el compromiso con el mundo del arte. Cualquiera que participe del transcurrir del arte sabe reconocer quién es fiel a ese quehacer. En ese sentido, quisiera creer -al decir de los demás- que sí soy una artista y –al decir mío- sigo insistiendo en que soy escultora (risas)... porque ser artista es una cosa tan... tan… (se produce un silencio) relativa...

“Cuando estaba en quinto año de la Escuela de Arte tenía que presentar un trabajo final y decidí hacer una obra grande. Hice una obra en pequeña escala -llamo así a la obra que sería como maquetas o bocetos y son obras terminadas, son esculturas “per se”- y la presenté en la Municipalidad con el aval de la Escuela de Bellas Arte, y pedí un espacio público, personal, materiales, manos de obra especializada para hacer una plaza e instalar en esa plaza la obra, que es el Monumento a la Juventud. Y la persona que me recibe es Raúl César Álvarez, que con los años se convirtió en mi marido y es el padre de mis hijos, Julián y Manuela, y es mi compañero de vida hace 37 años... Lo conocí en esa instancia… Y después de esa obra la Municipalidad me hizo un pedido por el cual me hicieron un contrato y a los tres meses me efectivizaron, y trabajé con el cargo de escultora durante cinco años. Y pude hacer obras en espacios públicos y trofeos escultóricos en serie, una de las salidas laborales que un escultor tiene, y también hice mantenimiento de obras en espacios públicos”.

Expusiste en el Museo Yrurtia...

Sí, acabo de estar en una muestra en Buenos Aires, en el Museo Casa de Yrurtia, tuve el honor de que me invitaran junto a Carlos Enrique Valdez, mi colega muy querido que hace unas tallas excepcionales en ónix y en piedras, un tipo humilde, genial, un ser humano exquisito. Bueno, nos invitaron a exponer en la casa de un escultor muy reconocido, que donó junto con su mujer, la pintora Lía Correa Morales, su casa a la Nación, y se hizo un museo con todo el bagaje de obras que él tenía. Yrurtia es autor, por ejemplo, del Monumento al Trabajo en bronce, en Buenos Aires, es un escultor de élite. Fue la primera vez que pude exponer en Buenos Aires, porque para nosotros -los del interior- es extremadamente caro y difícil. Este año fue un año de bendiciones para mí, cumplí 60 años y creo en el concepto del ciclo, entonces, puse toda la energía para que sea un año hermoso y lo fue. Arranque en noviembre del 21 con una muestra en la Galería BAC, de Matías Basani y Rosario Cornejo, en esa galería está mi obra junto con la de otros autores. Y este año preparé tres muestras, la de mi taller de escultura, hicimos la primera muestra en 5 años. El 15 de octubre la inauguramos. Y fue realmente importante, fue acá (Casa de Hernández), ocupamos tres salas, invitamos a alumnos que cursaron en años anteriores, se reunieron 43 personas y 93 obras, y fue la exposición de escultura de un taller más importante que yo haya visto. Adultos con una mirada conceptual, con un qué decir. El 25 de octubre expuse en el Museo Yrurtia en el Ciclo Federal, y surge la invitación de la directora del Museo, Andrea Elías, una artista tucumana brillante. Y nos recibieron fantásticamente y esta exposición va a estar hasta fines de febrero, en Buenos Aires. Y luego, el 17 de noviembre, se inauguró esta muestra. Tuve muchos regalos en mis 60 años.

Pan de piedra, homenaje a los artistas

Esta muestra es retrospectiva y antológica.

La Municipalidad me invitó al ciclo Maese, el primer invitado fue Alberto Elicetche... Es retrospectiva porque estamos presentando 42 años que tengo en escultura. Hay un paseo por la trayectoria de la obra. Y antológica porque, aparte de la obra en sí, hay toda una mirada sobre el quehacer del arte e hicieron unos videos basados en entrevistas para que yo pueda hablar de mi persona inclusive, que es lo que más me cuesta, porque soy de una generación en la que no hablábamos de nosotros, pero bueno, hay que aprender...

Sos una referente y, de alguna forma, tenés que hacerte cargo...

La pregunta que me hicieron cuando yo renegaba y decía no quiero hablar de mí, no estoy acostumbrada a hablar de mí... y que me dejó muda -y eso es muy difícil (risas)- fue: "¿Te gusta saber cómo surge un artista, cómo llegó a tal lugar, cómo hizo para acercarse al arte, qué devenires tuvo en su vida?". Sí me importa, dije. Siempre suma. "Bueno, los demás también quieren lo mismo". También es antológico porque han tomado fotos de distintas muestras, han hecho unos collages. Hay paneles con palabras de Margarita Lotufo Valdez, una persona por la que tengo un afecto muy profundo y un reconocimiento profesional innegable, y ella habló de mi ser como escultora, y de qué se trata la escultura en sí. Y también están las palabras de Silvia Katz sobre mi persona, y como ella me conoce mucho escribió algo en el 2015, para la inauguración del Abril Cultural, y lo aprecio mucho. La curaduría la hicieron Gracia Martínez Arias y Andrés Sierra. Una de las intenciones es mostrar el proceso, un concepto que se maneja hace varias décadas. Ahora el arte conceptual define al proceso de una forma y le da una valoración tan importante como a la obra en sí. Colocaron trozos de obras, estructuras o esqueletos internos de obras en un sector, y se ve el proceso en sí. Moldes de piezas que todavía no pude hacer...

¿Y cómo tomaste esta muestra?

La oportunidad de hacer una retrospectiva para mí es muy importante, capaz que esta sea la muestra más importante que yo haya hecho, tanto por el volumen de las piezas -muchas de las cuales son prestadas-, como por la cantidad de salas y por la proyección que le han dado y, fundamentalmente, porque yo tengo un agradecimiento infinito a la invitación para este ciclo Maese. Es más que un honor que alguien te diga que sos un maestro... y un compromiso que me invita a redoblar fuerzas y ganas…

Háblame de tu trabajo docente...

Trabajo en la Tomás Cabrera. Es muy enriquecedor el retomar la docencia y el trabajar con jóvenes. Y el estar en contacto estrecho con colegas, con artistas y colegas teóricos, te aporta mucho, te suma mucho, te mantiene en ritmo. Más de una vez les preguntó a mis alumnos "¿qué es eso?, ¿de dónde sacaste eso?, ¿cómo se hace?". Hay una interacción muy importante y eso me suma mucho en lo personal y en lo profesional, y me divierto mucho. Soy muy feliz en la Escuela de Bellas Artes... es un grupo docente y de dirección fantástico.

 "Tierra verde"

¿Qué tipo de escultura hacés, qué materiales empleás?

Me he dedicado fundamentalmente al modelado en arcilla, eso es lo que amo hacer, y luego tomo moldes de obras en yeso o si son obras en pequeña escala y las puedo reproducir en series ilimitadas, trabajo con moldes de silicona o caucho de silicona. Los escultores tenemos la oportunidad de replicar obras en series limitadas y también está el concepto no solo de serie, como en grabado, sino también el concepto de original múltiple, puedo tener hasta 5 obras-copias en estas técnicas, no en talla, no en soldadura, 5 obras con variaciones si quiero y eso es una concesión internacional porque los procesos en escultura son largos. Aquí se presentan obras de dos tipos; las modeladas vaciadas en resina, en yeso, en cemento y resinas con distintas cargas, una de mis especialidades, después otras técnicas que utilizó cuando son obras en grandes espacios, trabajo con técnicas en cemento, que puede ser con modelado en yeso o mampostería, es decir, bloques de cemento, ladrillos, hierros... Eso sería mampostería y también en cemento directo. Hacés una estructura de hierro soldado, con material desplegable, con mallas, y sobre eso vas cargando. Entonces, la obra es en directo. También se presentan aquí una serie de obras que están hechas con mármoles pegados, algunas con inclusiones de figuras humanas en resina, son mármoles pegados no tallados. Siempre digo que me gusta el modelado, a diferencia de la talla o la soldadura, porque me permite ir creando en el proceso y me permite lo que yo llamo una segunda oportunidad. Porque a mí me gustan las segundas oportunidades de la vida, cuando uno comete un error tiene la oportunidad de enmendarse y seguir adelante.

En tu obra está muy presente la figura humana...

Siempre he trabajado con figuras humanas sintetizadas. La mayoría de mis obras son monolíticas. Es decir, son de carácter monumental. La monumentalidad en mi obra es como mi caligrafía, mi modo de expresarme. También las figuras tienen los brazos en alto o la mirada en alto o tienen una torsión que implica elevación... Me interesa transmitir una energía vital que nos ayude a todos a seguir, a inspirarnos, a llegar... me gusta la idea de lo resiliente, del ave fénix que estando mal puede renacer. Y me gusta -lo cual es muy discutible en el arte- que la obra tenga una "misión" en el sentido de llegar, de transformar, de ayudar, de inducir, de alentar, de esperanzar... A mí me interesa ese mensaje.

 

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