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La pasión de un salteño por viajar por la mítica ruta 40, un emblema de la diversidad argentina

En once días Walter Chihan recorrió la icónica ruta argentina. Es la más extensa del país con 5.194 kilómetros. Atraviesa 11 provincias y diferentes tipos de climas.
Jueves, 03 de marzo de 2022 01:12

La ruta nacional 40 es un ícono de aventura en Argentina que se transforma en un reto para los miles de turistas que la transitan todos los años. Es un viaje que los transporta a lo más profundo de Argentina. Es la ruta más extensa del país con 5.194 kilómetros. Recorre 11 provincias y atraviesa diferentes tipos de climas. Es inhóspita, histórica y escénica, una de las mayores atracciones al aire libre que tienen estas tierras.

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La ruta nacional 40 es un ícono de aventura en Argentina que se transforma en un reto para los miles de turistas que la transitan todos los años. Es un viaje que los transporta a lo más profundo de Argentina. Es la ruta más extensa del país con 5.194 kilómetros. Recorre 11 provincias y atraviesa diferentes tipos de climas. Es inhóspita, histórica y escénica, una de las mayores atracciones al aire libre que tienen estas tierras.

En Salta pasa por los Valles Calchaquíes hasta Cafayate. Su tramo final es de 356 kilómetros. Atraviesa dos áreas naturales de preservación: el Monumento Natural del Abra del Acay y Monumento Natural de Angastaco.

El veterinario salteño Walter Chihan es un apasionado de esos caminos. Este año emprendió una aventura única al viajar junto a Norma, su mujer, y su hijo Octavio. Tardó 11 días en recorrer el país de punta a punta y cree que valió la pena cada kilómetro, no solo por los paisajes que ofrece la ruta 40 sino por los amigos que pudo hacer durante el viaje.

En diálogo con El Tribuno contó que hizo ese mítico camino completo hace 16 años, cuando sus hijos eran chicos, y que transita muy seguido el tramo de Salta. “Mi mujer y mi hijo hacen fotos y disfrutaron mucho del viaje, por más que lo haya hecho muy rápido porque quería terminarla, ya que había lugares que ya conocía. Además, fuimos en una temporada dificilísima y teníamos que peregrinar para alojarnos”, expresó.

El veterinario junto a su hijo Octavio y su mujer Norma en El Chaltén.

Volvió este año a recorrerla y todos los recuerdos de aquella vez se hicieron presentes. “Hay lugares a los que te cuesta llegar porque no conocés y encima el GPS muchas veces te manda a cualquier lado. Hay partes que están bien conservadas, como la de Jujuy. Lamentablemente en Salta no, excepto en la zona de los Valles Calchaquíes. La parte más fea es desde Cabo Vírgenes hasta Río Gallegos, son 130 kilómetros”, afirmó.

Un pasaporte en el camino

Federico Norte y Daniel Lérida son dos amigos que el año pasado decidieron llevar adelante una idea maravillosa: ofrecer a cada viajero que recorra el mítico camino un pasaporte para que recolecte sellos. Es una libreta (emula al pasaporte nacional) con información, croquis y espacios por provincias para estampar los sellos.

En el 2017, Federico Norte llegó a Estados Unidos para cumplir uno de sus sueños: viajar de costa a costa en moto, desde la península de la Florida hasta las playas de California. Cuando llegó al Estado de Arizona, se detuvo en la legendaria ruta 66 y ahí nació la idea.

“Cuando estaba ahí, me enteré que había un pasaporte de esa mítica ruta en el cual se iba sellando cada vez que pasabas por un puesto de control. Me interioricé de qué se trataba y me quedó la inquietud de por qué no adaptarlo a nuestra ruta icónica que es la 40. Así que cuando llegué al país, con la idea en la cabeza, le comenté a Daniel Lérida y me dijo que estaba bueno. Nos pusimos a trabajar juntos en el pasaporte”, expresó.

Lo clave en este proceso era armar la red de puestos de sellados del pasaporte. Lo más complicado era encontrar esos lugares y hacerles entender a las personas que, si se volvían a un punto de control, iban a recibir turistas interesados en lograr ese sello. “Rápidamente se armó una red y entre los dos hicimos contactos. La gente entendió y tuvimos una recepción bárbara”, agregó.

Daniel Lérida comentó que hay un puesto que está llevando una “especie de estadística” sobre los pasaportes y le pasó un dato interesante sobre quiénes son los que circulan por esos caminos. “De los 360 pasaportes que selló, 300 son motoqueros. Me parece que el atractivo de la ruta 40 va por ese lado”, expresó.

Federico Norte y Daniel Lérida le dan el certificado de la ruta 40 a Walter Chihan. Pablo Yapura

El primero

Chihan es el primer salteño en completar de manera total el pasaporte con los 20 sellos que se exigen. Contó que adquirió su pasaporte en un puesto de sellado cuando empezó su viaje porque no tenía conocimiento de su existencia. “De casualidad nos detuvimos en el único parador que había en El Sosneado, Mendoza, y mi mujer me dice: Mirá el pasaporte de la ruta 40. Estaba en una cajita, en el mostrador”, afirmó.

El reconocimiento por haber completado la ruta 40 significa mucho para Walter Chihan. Es como “un cariño a la pasión” que uno le pone a recorrer esos 5.000 kilómetros.

“Creo que en dos año voy a volver a completarla pero con más tiempo, lo haré en 20 días porque hay lugares que quiero conocer. Lo que me sorprendió es la cantidad de salteños que viven en el sur. Un día llego a Río Turbio (Santa Cruz) a cargar nafta y había un salteño. Yo le quería poner un cartel a mi camioneta que diga Salta, pero cuando me di cuenta ya estaba de viaje”, finalizó .

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