Gustavo Zancheta se convirtió en en el primer Obispo del país en sentarse en el banquillo acusado de abuso sexual y recibir una condena, de cuatro años y medio a prisión efectiva.
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Gustavo Zancheta se convirtió en en el primer Obispo del país en sentarse en el banquillo acusado de abuso sexual y recibir una condena, de cuatro años y medio a prisión efectiva.
La causa se inició en 2019 a raíz de una publicación de El Tribuno y en ese momento la tomó de oficio la fiscal penal de violencia de género Soledad Filtrín.
Por esos delitos, el exobispo fue condenado este viernes tras el juicio llevado a cabo en Orán y que duró casi diez días.
El cura fue condenado por abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de dos exseminaristas.
Zanchetta estuvo frente al obispado oranense durante cuatro años, entre julio de 2013 y el mismo mes, pero de 2017. Su sorpresivo alejamiento de la diócesis se comunicó oficialmente como “un problema de salud”. Posteriormente Zanchetta fue designado en el Vaticano como asesor en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólical (APSA), cargo que mantiene hasta hoy.
Tras este juicio por abuso sexual, Zancheta enfrenta otros dos procesos judiciales abiertos contra el religioso, en ambos se investigan posibles fraudes al Estado mediante subvenciones estatales.
Uno de ellos lleva 12 años en la justicia de Berazategui, por denuncias en Quilmes, la diócesis en la que Zanchetta estuvo 20 años antes de llegar a Orán. La otra está en Salta y por ella se allanó el Arzobispado.