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Inflación, "cosa de mandinga"

Miércoles, 13 de abril de 2022 02:33

Mientras la inflación sigue su ritmo ascendente y el Gobierno no encuentra herramientas para frenarla, por el contrario, ahora recurre al más allá para justificarla. Hace unos días el Presidente culpó al diablo por la inflación y ahora el secretario de Comercio adelantó que será alta porque él, milagros no hace.

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Mientras la inflación sigue su ritmo ascendente y el Gobierno no encuentra herramientas para frenarla, por el contrario, ahora recurre al más allá para justificarla. Hace unos días el Presidente culpó al diablo por la inflación y ahora el secretario de Comercio adelantó que será alta porque él, milagros no hace.

Está visto que conjurar demonios no es para cualquiera y luego de que Alberto Fernández culpara a algunas entidades poco amistosas del problema inflacionario, el secretario de Comercio, Roberto Feletti, indicó que la inflación de marzo va a ser alta porque "yo no hago milagros".

En realidad, la postura de Feletti es razonable porque apunta especialmente a que las recetas que puede aplicar tienen que ir acompañadas de un plan sistémico general para bajar la inflación, situación que por el momento está lejos de aplicarse.

La inflación de febrero fue de 4,7% de acuerdo al Indec llegando al 52,3% medido de forma interanual. De este modo el índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó entre los más altos del mundo, impulsado por los alimentos que volaron 7,5%. La inflación general fue la más alta en once meses y la de alimentos, al menos desde que comenzó la nueva serie en 2017.

Al iniciar el año, la inflación de enero fue de 3,9%, mientras que el costo de vida en 2021 fue de 50,9%, destacando que la inflación acumulada en el primer bimestre fue de 8,8%, mientras que la interanual ascendió a 52,3%.

Tras la fuerte escalada en febrero, la inflación en marzo continuó con una sostenida tendencia al alza pese a las medidas tomadas por el gobierno para intentar contener los precios.

La suba de tarifas, colegios, combustibles y prepagas fueron algunos de los factores que incidieron en el ritmo ascendente, según estimaciones del sector privado la inflación será de al menos un 6%.

Por otra parte, la desaceleración será lenta a lo largo del primer semestre del año debido a que el contexto internacional no lo permitirá, no sólo a través del precio de los alimentos sino también por la suba del costo de la energía, a la vez que se espera nuevas correcciones en precios regulados. Adicionalmente, en el segundo trimestre llegarán las paritarias, que impondrán aumentos salariales de magnitud ante la aceleración inflacionaria suscitada en los primeros tres meses del año.

Algo habitual

La inflación en el país es habitual desde hace años. Si las proyecciones de privados se cumplen, este año terminará con el número más alto desde 1991, es decir, en 31 años.

Según las últimas proyecciones de las consultoras, la inflación en 2022 podría llegar al 55%, el porcentaje más alto desde el 84% de 1991, apenas terminada la hiperinflación.

De acuerdo al análisis de especialistas, consideran que el resultado fue una combinación complicada de inflación pasada, emisión y precios "pisados", a lo que se sumó la guerra entre Rusia y Ucrania, que golpeó fuerte en los precios internacionales de los commodities como el petróleo y el trigo.

Si es como dice el presidente, quien está detrás de la inflación habría que buscar su origen: Zupay o Supay, es el nombre autóctono que se usaba y se usa aún hoy en nuestro país para nombrar al diablo; mandinga, gualichu o huecuvu según la provincia o región.

Mandinga Habita en la "Salamanca", debajo de la tierra o en una cueva. Más de una vez se metamorfosea y se convierte en un lindo hombre en lugares de sitios y placeres. Salamanca es un vocablo quechua equivalente a "aquelarre", reunión de brujas, almas condenadas y seres demoníacos que bailan, beben desenfrenadamente y planean maldades contra los seres humanos de buena fe.

¿Quién no habrá escuchado, pronunciado o aseverado alguna vez ante algún suceso de no creer, "es cosa de mandinga"? Algo similar ocurre con la inflación que hace décadas azota a los argentinos.

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