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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Mario Cargnello prefirió no hablar de la denuncia en su contra por violencia de género

Luego de que dos monjas de las Carmelitas Descalzas lo acusaran de violencia psicológica, física y económica, el arzobispo participó del Vía Crucis a la cima del cerro y dijo que no hará declaraciones al respecto. 
Viernes, 15 de abril de 2022 12:36

El arzobispo Mario Cargnello prefirió no responder sobre la denuncia por violencia de género que hicieron en su contra dos monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas. Luego del Vía Crucis y la ceremonia por el Viernes Santo que se realizó en el cerro San Bernardo, El Tribuno consultó al religioso sobre la acusación que se conoció el miércoles, pero solo contestó que no va a dar declaraciones al respecto.
La denuncia de las religiosas que viven en el convento de clausura es por violencia física, psicológica y económica. Está asentada en el juzgado de Violencia Familiar y Género 3 y apunta contra otros dos religiosos además de Mario Cargnello: Martín de Elizalde, obispo emérito, y Lucio Ajalla, vicario cooperador de la Catedral de Salta.
La causa se maneja con total hermetismo pero, de acuerdo a fuentes vinculadas a la Iglesia, se habría originado en una diferencia entre Cargnello y las monjas del convento de clausura que habría derivado en un episodio de agresión verbal e incluso física.
La denuncia se conoció el jueves y, hasta ahora, desde la Iglesia se mantuvo silencio. Mario Cargnello no participó ayer de la ceremonia del lavado de pies que se hace el Jueves Santo en la Catedral y que habitualmente conduce. Hoy estuvo al frente del Vía Crucis hacia la cima del cerro San Bernardo, donde se realizó una breve ceremonia. Habló a los fieles sin hacer referencia directa a la nueva acusación que sacude la Iglesia, aunque aseguró que a veces “se ataca” o “no se entiende” a quien hace el bien.
“No siempre el bien es aceptado como bien. Por ahí no lo entienden, lo rechazan, subestiman, ridiculizan o atacan. Hacer el bien es un camino y es un camino que necesita de fortaleza. El bien se siembra en esta tierra y esta tierra tiene espinas. La primera dificultad viene de esos cansancios porque el otro no te entiende y te agrede”, manifestó Cargnello.
El arzobispo también dijo que hoy “es una tentación” identificarse con determinados “colectivos”, término que suele usarse para referirse a organizaciones que trabajan en contra de la violencia y la discriminación por cuestiones de género o por los derechos de las mujeres.
Afirmó que “uno de los cansancios” que surgen al tratar de hacer el bien es “cuando te agreden antes de que digas algo” y agregó: “Hoy tenemos la tentación de identificarnos con determinados colectivos”. “Al que quiere hacer el bien se lo desprecia, ridiculiza o ningunea”, sostuvo.

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El arzobispo Mario Cargnello prefirió no responder sobre la denuncia por violencia de género que hicieron en su contra dos monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas. Luego del Vía Crucis y la ceremonia por el Viernes Santo que se realizó en el cerro San Bernardo, El Tribuno consultó al religioso sobre la acusación que se conoció el miércoles, pero solo contestó que no va a dar declaraciones al respecto.
La denuncia de las religiosas que viven en el convento de clausura es por violencia física, psicológica y económica. Está asentada en el juzgado de Violencia Familiar y Género 3 y apunta contra otros dos religiosos además de Mario Cargnello: Martín de Elizalde, obispo emérito, y Lucio Ajalla, vicario cooperador de la Catedral de Salta.
La causa se maneja con total hermetismo pero, de acuerdo a fuentes vinculadas a la Iglesia, se habría originado en una diferencia entre Cargnello y las monjas del convento de clausura que habría derivado en un episodio de agresión verbal e incluso física.
La denuncia se conoció el jueves y, hasta ahora, desde la Iglesia se mantuvo silencio. Mario Cargnello no participó ayer de la ceremonia del lavado de pies que se hace el Jueves Santo en la Catedral y que habitualmente conduce. Hoy estuvo al frente del Vía Crucis hacia la cima del cerro San Bernardo, donde se realizó una breve ceremonia. Habló a los fieles sin hacer referencia directa a la nueva acusación que sacude la Iglesia, aunque aseguró que a veces “se ataca” o “no se entiende” a quien hace el bien.
“No siempre el bien es aceptado como bien. Por ahí no lo entienden, lo rechazan, subestiman, ridiculizan o atacan. Hacer el bien es un camino y es un camino que necesita de fortaleza. El bien se siembra en esta tierra y esta tierra tiene espinas. La primera dificultad viene de esos cansancios porque el otro no te entiende y te agrede”, manifestó Cargnello.
El arzobispo también dijo que hoy “es una tentación” identificarse con determinados “colectivos”, término que suele usarse para referirse a organizaciones que trabajan en contra de la violencia y la discriminación por cuestiones de género o por los derechos de las mujeres.
Afirmó que “uno de los cansancios” que surgen al tratar de hacer el bien es “cuando te agreden antes de que digas algo” y agregó: “Hoy tenemos la tentación de identificarnos con determinados colectivos”. “Al que quiere hacer el bien se lo desprecia, ridiculiza o ningunea”, sostuvo.

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