Los cuatro salteños acusados por las estafas de Generación Zoe en Salta llegaron pasado el mediodía a la Unidad de Delitos Económicos Complejos, en Santa Fe 48, donde se negaron a declarar. Quedaron imputados en la causa al igual que el líder de la organización a nivel nacional, Leonardo Cositorto.
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Los cuatro salteños acusados por las estafas de Generación Zoe en Salta llegaron pasado el mediodía a la Unidad de Delitos Económicos Complejos, en Santa Fe 48, donde se negaron a declarar. Quedaron imputados en la causa al igual que el líder de la organización a nivel nacional, Leonardo Cositorto.
Ricardo Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía Vilardel y Vilma Albornoz son los salteños que trabajaban para la empresa en la provincia y quedaron detenidos anoche, en el marco de una serie de allanamientos.
Sandra Domene, abogada de uno de los imputados salteños y codefensora de Cositorto, detalló que las cuatro personas que fueron arrestadas ayer se negaron a hablar en la fiscalía y que presentarán su declaración por escrito en los próximos días.
Ricardo Vilardel tenía el rol de director y, en abril, había ofrecido una conferencia de prensa para asegurar que solo cumplía órdenes de Leonardo Cositorto. Dijo que era un “empleado” de la empresa y que se consideraba un damnificado más.
En Salta se investigan 60 estafas de Generación Zoe. Cositorto fue trasladado ayer desde Córdoba, donde permanecía detenido, y llegó al mediodía a la fiscalía para la audiencia de imputación. Se retiró cerca de las 16 sin hacer declaraciones.
En diálogo con los medios de comunicación, los abogados de los damnificados en la provincia aseguraron que en Salta había “cinco cabezas” de Generación Zoe y que fueron parte del “engaño” a quienes perdieron sus capitales.
Los letrados, Mauricio Óssola y Roberto Barrionuevo, describieron que los miembros de la organización captaban a inversores para que pusieran montos de al menos 500 dólares con la promesa de que ganarían al menos un 7,5 por ciento de interés mensual, pero que la mayoría se quedó sin cobrar. Agregaron también que en algunos momentos había una suerte de "promoción" que implicaba una supuesta rentabilidad de hasta el 300 por ciento en poco tiempo, por lo que muchos ahorristas se sumaron a lo que terminó siendo una estafa.