En el interior de la provincia, el trabajo de los censistas se complicó por cuestiones temporarias y otras vinculadas con las herramientas con las que contaban para la tarea.
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En el interior de la provincia, el trabajo de los censistas se complicó por cuestiones temporarias y otras vinculadas con las herramientas con las que contaban para la tarea.
La responsable del censo en el departamento Orán, Mónica Carabajal, brindó detalles del operativo y reconoció que "faltó tiempo" para completar el barrido de terreno. Entre las causas mencionó la baja participación en el censo digital, que atrasó aún más el relevamiento por la numerosa cantidad de integrantes en un hogar, registrando hasta 18 personas en cada uno.
"El censo digital hubiera ayudado a acortar el tiempo, porque teniendo el código solo había que completar cuantos varones y mujeres había, pero ante la baja participación, tuvimos que hacer hasta 30 preguntas por hogar debido a que en un mismo domicilio vivían varias familias".
Carabajal señaló que "la cartografía que enviaron era de 2018, es decir estaba desactualizada. Cuando fuimos nos dimos con que había casas y barrios completos en zonas que figuraban como rurales, no como urbanas". Esta situación fue la que ocurrió en barrio 4 de Junio. "Hasta yo me sorprendí, Orán creció muchísimo", aseguró.
En el sur
Al sur de la provincia los encuestadores advirtieron situaciones de hacinamiento en diversos puntos de Rosario de la Frontera.
"Lo más crítico que vimos en nuestros recorridos es la falta de viviendas y hacinamiento en diferentes barrios de la ciudad", confirmó uno de los censistas que trabajó como coordinador de zona.
"Con mi compañera nos llamó mucho la atención que cuando pasamos por un galpón un vecino nos dijo que ahí vivían personas, fuimos y había siete familias viviendo allí. La misma situación pasó en varios domicilios, en los cuales viven hasta cuatro o cinco familias juntas. Muchos no tienen trabajos formales ni dinero para construir sus viviendas", indicó.