El incendio de la galería comercial habilitada para 200 locales comerciales habría tenido como origen el mal uso de un artefacto de calefacción que habría quedado enchufado toda la noche. El crudo invierno lleva a los comerciantes a buscar calefaccionar los reducidos espacios que al mismo tiempo están rodeados de mercaderías de rápida combustión. En consecuencia, las habilitaciones comerciales respecto a las instalaciones eléctricas ocupan un rol fundamental para la seguridad de los espacios comerciales compartidos. Según se supo, la galería Centro Comercial del Norte incendiada contaba con todos los permisos habilitados, por lo que quedó bajo la lupa el correcto uso de las instalaciones de parte de los comerciantes y los respectivos controles municipales.
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El incendio de la galería comercial habilitada para 200 locales comerciales habría tenido como origen el mal uso de un artefacto de calefacción que habría quedado enchufado toda la noche. El crudo invierno lleva a los comerciantes a buscar calefaccionar los reducidos espacios que al mismo tiempo están rodeados de mercaderías de rápida combustión. En consecuencia, las habilitaciones comerciales respecto a las instalaciones eléctricas ocupan un rol fundamental para la seguridad de los espacios comerciales compartidos. Según se supo, la galería Centro Comercial del Norte incendiada contaba con todos los permisos habilitados, por lo que quedó bajo la lupa el correcto uso de las instalaciones de parte de los comerciantes y los respectivos controles municipales.
Rodrigo Fernández, subsecretario de Habilitaciones Comerciales de la Municipalidad de Salta, explicó que las normativas comerciales regulan los requisitos según la cantidad de metros cuadrados del emprendimiento. El funcionario precisó que existen normas para industrias de impacto ambiental o presencia masiva de personas, que se aplica para espacios mayores de 200 metros cuadrados o 100 personas de capacidad, categoría en la que encuadra la galería.
A estos tipos de comercios se les exige el específico "estudio de seguridad" que implica la situación edilicia del local, las condiciones de extinción de fuego, iluminación de emergencia, señalización y las respectivas instalaciones eléctricas. Este estudio puede ser realizado por un ingeniero o un arquitecto especializado en higiene y seguridad o en su defecto un licenciado en la materia. Una vez aprobado el estudio por los colegios profesionales, se remitirá a la Municipalidad. "En los estudios de seguridad se deben cumplir con requisitos mínimos de seguridad eléctrica en donde verificamos las condiciones de tableros, toma corrientes, protecciones diferenciales y termomagnéticas. Pero, a su vez, cada local y establecimiento debe tener un plano eléctrico aprobado. Pero cuando son locales en galerías, la galería debe tener un estudio general de toda la propiedad. Si es así, lo que se hace en cada local es verificar condiciones mínimas: extinción de fuego, iluminación de emergencias y la instalación mínima para el local", explicó la arquitecta Susana Capuano, asesora en higiene y seguridad del Colegio de Arquitectos de Salta (CAS).
Según indicó el subsecretario de Habilitaciones Comerciales, para los locales que albergan la galería de hasta de 100 metros cuadrados de superficie, rige una habilitación comercial simplificada: "Hay mucho reclamo vinculado a la demora de la habilitación, por eso comenzamos a flexibilizar la normativa de los riesgos, en un justo equilibrio entre las exigencias y las necesidades del contribuyente", explicó Fernández.
Los colegios profesionales verifican los planos presentados, mientras que Bomberos y la Municipalidad realizan las verificaciones presenciales para constatar que lo que figure en papeles se cumpla en terreno. "Si algo les falta, les hacemos las revisiones necesarias para que una vez que esté vez todo bien, se les da el certificado de seguridad mínima contra incendio", informó Walter Chávez, jefe del departamento de Bomberos Voluntarios Martín Miguel de Gemes.
Consultado por si durante el momento de la verificación o posterior se controla que en los locales se utilicen los artefactos habilitados para el uso según la habilitación eléctrica, Chávez indicó: "Las instalaciones en los comercios están ajustadas a normas. Por conductas humanas puede ocurrir estos incidentes. El fuego en estos casos necesita de combustible, que es el material que se puede quemar, el oxígeno y la energía calórica que sería la estufa. Lo mismo pasa con los cortocircuitos en los que falla la protección térmica. En este caso podría darse por el mal uso de caloventor o la estufa y no por sobrecalentamiento de la instalación eléctrica".
Seguridad
Por su lado la arquitecta Capuano indicó que "a veces en el estudio de seguridad surgen recomendaciones para los propietarios". "Se requerirá un nuevo estudio si se cambia la actividad comercial", agregó. El subsecretario de Habilitación indicó que se limitan a intervenir cuando hay que actualizar algunos requisitos.
"Es muy importante tener en cuenta la seguridad de un establecimiento", advirtieron desde el Colegio de Arquitectos. Se incluyó a los profesionales al momento de proyectar y a las instituciones al momento de habilitar y posterior control del cumplimiento efectivo de dichas condiciones de seguridad. "Si enchufas tres caloventores en una zapatilla se sobrecalentarán las instalaciones que fueron no previstas para ese uso", especificó Gustavo Giachero, presidente del CAS.