Marianela Ibarra es una todo terreno, con una capacidad de liderazgo distintiva. En sus años de estudiante abrazó a la ingeniería con pasión, como cada tarea que encaró en su vida, y la rama de la construcción la puso en el que siente que es “su lugar”, en una carrera que estuvo mucho tiempo sesgada por los varones; pero observa al hecho con naturalidad, sin caer en los clichés. Además, es docente universitaria y tiene un trabajo en el área social, lo que la hizo acercarse a la realidad de muchos vecinos, hecho que probablemente la puso hace muy poco en la política, logrando un buen resultado electoral.
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Marianela Ibarra es una todo terreno, con una capacidad de liderazgo distintiva. En sus años de estudiante abrazó a la ingeniería con pasión, como cada tarea que encaró en su vida, y la rama de la construcción la puso en el que siente que es “su lugar”, en una carrera que estuvo mucho tiempo sesgada por los varones; pero observa al hecho con naturalidad, sin caer en los clichés. Además, es docente universitaria y tiene un trabajo en el área social, lo que la hizo acercarse a la realidad de muchos vecinos, hecho que probablemente la puso hace muy poco en la política, logrando un buen resultado electoral.
Con todo, desde hace un tiempo atrás ingresó al mundo de la actividad gremial profesional, participando de los espacios que aglutinan a los profesionales de la ingeniería de Salta. Ingresó a nuestra Comisión Directiva hace algunos años, llegando a ser designada presidente de la Fundación COPAIPA, y en diciembre de 2018, como parte de un equipo de trabajo que perdura en la entidad, resultó electa presidente de nuestro Consejo Profesional. Mediante esta participación integra de forma nominal -y en representación de COPAIPA- la comisión de la Caja de Previsión Social, el Foro de la Ingeniería del NOA, el Consejo Económico y Social, entre otras entidades.
Como se relata en este especial por los 60 años de la creación del COPAIPA, esta ha sido una época próspera para los profesionales matriculados que han ganado en visibilidad, en servicios y beneficios, en capacitación y jerarquización, en oportunidades laborales. Pero no todo ha sido color de rosa, porque ha costado -y cuesta- muchísimo llevar adelante la gestión, en un contexto de crisis, agravado por la pandemia de coronavirus y las restricciones impuestas en los años 2020 y 2021.
Le toca presidir en los 60 años del Consejo, ¿cómo la encuentra ese hecho?
Muy feliz. Siento un honor inmenso, porque aquí estuvieron profesionales de gran valía, que pusieron empeño, tiempo, dedicación de forma ad-honorem, lo seguimos haciendo así. Y no sería posible si no lo hiciéramos juntos, es una sinergia constante entre lo que se hizo, lo que se hace y lo que vendrá. Los profesionales miramos al futuro más unidos que nunca, porque el Consejo tiene bases sólidas en lo humano y lo profesional, en lo técnico, y fruto de una buena administración de los recursos que nos permitió realizar obras y adquirir inmuebles que redundan solo en beneficios para los matriculados, sus familias, y que tiene rebote directo en toda la sociedad.
El Consejo tiene bases sólidas en lo humano y lo profesional, en lo técnico, y fruto de una buena administración de los recursos
Las profesiones que aglutinan se hacen más visibles
Sí, claramente, no solo la ingeniería en sus diversas ramas, sino las más de 200 profesiones que contiene el COPAIPA tienen un derrame directo en el tejido social de la ciudad, la provincia, la región y el país. Sin ir muy lejos las obras que encaran los profesionales, que son objeto de revisión de nuestra institución, poseen un efecto multiplicador por siete en lo que es la economía de la Argentina, así que ¡vaya si no es importante!
Al sector de la construcción le ha costado en la pandemia...
Sin dudas. La obra pública y privada se vieron resentidas por las restricciones iniciales, pero gracias a que pudimos gestionar con la Mesa Multisectorial de la Construcción el regreso rápido de la obra privada, la balanza con los meses se está equilibrando. Es el único sector -junto con la minería aquí en el norte- que está generando indicadores de empleo favorables en un contexto que es difícil para los que somos “de a pie”, y para eso contamos con profesionales excepcionales que ejercen con responsabilidad las tareas que se encomiendan.
Habla de minería, que en su gestión ha tenido bastante relevancia...
Otro de los ejes de labor que encaramos con el equipo de trabajo y las comisiones, es generar oportunidades de capacitación y empleo para distintas profesiones, sobre todo las técnicas, estén o no matriculadas en el COPAIPA. Fue así que con nuestra Comisión de Minería, la Fundación, las universidades, las cámaras empresariales y de proveeduría, pusimos en marcha una fuerte capacitación en minería e industria que se está dictando por segundo año consecutivo.
Además, pusimos en marcha un convenio con AMIA para restituir a Salta y sumar a Jujuy al Servicio de Empleo, una red de consultoría no gubernamental prestigiada en el país, que cuenta con más de un millón de currículums cargados de una manera sencilla, por lo que generamos contactos inmediatos entre las empresas que buscan personal y personas altamente capacitadas de cualquier profesión u oficio, para ocupar puestos de trabajo. Y el sector minero está haciendo buen uso de la consultoría que llevamos adelante.
¿De qué logros se siente orgullosa?
Uno de ellos es haber conformado un equipo de trabajo dirigencial que se mantiene en el tiempo. Otro muy importante para mí es haber logrado que el equipo de trabajo cotidiano en la institución, los empleados y colaboradores, a quiénes estoy plenamente agradecida por su compromiso, sigan poniendo todo para que seamos un consejo profesional de jerarquía que atiende las necesidades de los profesionales. Y claramente, que gracias al trabajo de dirigentes y empleados, más el esfuerzo económico y de gestión de la Fundación y la Obra Social, pudimos habilitar nuevos espacios de gran categoría -y que se suman a los ya existentes- para toda la comunidad; el quinto piso de nuestro edificio, conocido como “el quincho” es una obra brillante y confortable; el cuarto piso contiene al Espacio Coworking COPAIPA, que es un lujo en pleno centro de la ciudad; hemos adquirido el inmueble para la Casa Anexa en calle Alvarado primera cuadra que sirve para las reuniones sociales o comerciales de los matriculados, con la posibilidad de hacer eventos; y conseguimos el comodato de un predio excepcional en el dique Campo Alegre de La Caldera, para que los profesionales y sus familias disfruten un día de esparcimiento o de relax gracias al equipamiento que posee. Ahora estamos por inaugurar en estos 60 años el tercer piso, es decir que me retiraré de la función dejando habilitado todos los espacios planificados y disponibles de nuestra institución. ¡Gran logro!, un gran camino recorrido pese al contexto que a veces uno puede sentir que no ayuda, pero con convicción y esfuerzo se puede.
En su gestión se formó la Comisión de la Mujer, ¿qué opina?
Fue una propuesta de las matriculadas; me plantearon formar una comisión para atender las inquietudes y la problemática de la mujer en la ingeniería y las profesiones técnicas. Escuchamos diversas situaciones en torno a la actividad y creo que en este espacio podemos plantear acciones para seguir revalorizando el rol de la mujer en la ingeniería. Luego de varias reuniones en el Foro del NOA y las Federaciones argentinas observamos que es la primera comisión de mujeres dentro de un consejo en todo el país. Y aquí aprovecho para convocar a toda la matrícula a sumarse a las distintas comisiones de trabajo, a las asociaciones, a la Fundación, la Obra Social, la Caja de Previsión, al mismo Consejo; porque en el ámbito donde se sientan más cómodos o donde crean que su aporte es más necesario, allí los necesitamos. Al COPAIPA está demostrado que lo hacemos entre todos, y todavía falta mu cho más por hacer.