Martín Adolfo Yaguado tiene 52 años y trabaja en el Tren a las Nubes desde 1992. Es jefe de Servicios y Guías, del área Tráfico. Manifestó que este 16 de julio, fecha en la que el Tren cumple 50 años de su inauguración, muy importante para todos los trabajadores. “A mí en particular, me ha tocado vivir el tránsito del tren por distintas etapas. Es un producto de una cierta complejidad mover un tren. Esto nos ha puesto a lo largo de las diversas gestiones frente a algunos avatares propios de cuestiones de costos, logísticas. Pero hemos ido sorteandonos cosas propias de los gajes del oficio”.
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Martín Adolfo Yaguado tiene 52 años y trabaja en el Tren a las Nubes desde 1992. Es jefe de Servicios y Guías, del área Tráfico. Manifestó que este 16 de julio, fecha en la que el Tren cumple 50 años de su inauguración, muy importante para todos los trabajadores. “A mí en particular, me ha tocado vivir el tránsito del tren por distintas etapas. Es un producto de una cierta complejidad mover un tren. Esto nos ha puesto a lo largo de las diversas gestiones frente a algunos avatares propios de cuestiones de costos, logísticas. Pero hemos ido sorteandonos cosas propias de los gajes del oficio”.
Añadió que el tren los ha fidelizado como trabajadores porque es un generador de experiencias muy lindas, de viajeros que han transitado por el y que han soñado con hacer un viaje. “Nos ha tocado a nosotros cumplirles ese sueño. Uno muchas veces ignora el motivo por el cual la gente viaja, que pueden ser diversos, es decir, no únicamente recreativo, por ahí hay razones que involucran concreciones muy personales de vida, salud, recuperación, de algo que pueden estar transitando y el tren ha sido instrumento de ello, en la concreción de muchos sueños”, hizo hincapié.
Relató que les ha tocado vivir risas, lágrimas y un sinfín de emociones y que cuando uno pone en la balanza todo, si bien el tren se trata de un producto de complejidad, es innegable sentir apego y amor al servicio. “Es amor a los fierros, a los rieles, como le decimos en el lenguaje más coloquial”, expresó.
Acompañar el crecimiento, la evolución del pueblo de San Antonio de Los Cobres, es otra de las satisfacciones de los trabajadores. “El Tren ha incursionado en la zona de La Puna donde hemos hecho amigos y vivencias maravillosas”.
Martín destacó que el Tren a las Nubes es el primer y único servicio turístico encarado por una empresa ferroviaria. “Hubo y hay proyectos turísticos de diversa índole. He visto estos últimos tiempos que va a haber vuelos en globos aerostáticos en Cafayate, deportes extremos novedosos en Campo Quijano pero el ferrocarril supo constituir una experiencia única de un viaje en tren a través de una construcción ferroviaria que es el ramal C-14, de altísima complejidad, gran envergadura y que si hoy tendría que ser construida de nuevo seria imposible concretarla por los costos y la situación socioeconómica del mundo, no del país”.
Es que el ramal C-14 se creó en otra época “a pala, pico y dinamita. Nos queda como deber preservar lo mejor que se pueda esta obra de ingeniería que tiene muchas obras de arte desde ese punto de vista y que son las que nutren a este Tren a las Nubes y que es una de las razones por las cuales uno viene viaja y se siente orgulloso. Somos marca país. Así estamos encuadrados”.
El jefe de Servicios y Guías expresó que ha transitado años de crecimiento personal y profesional. “El tren me ha definido en mi carrera, me aportó cultura y me dio buenos compañeros y amigos”.
Son muchas las figuras del mundo de la cultura y el deporte que viajaron desde jugadores de fútbol como Javier “Pupi” Zanetti, el cocinero español Karlos Arguiñano, los modelos y conductores, Ivan de Pineda y Hernán Drago.