"Todos los días las madres protectoras somos criminalizadas en el Poder Judicial, desde que acudimos a pedir justicia por nuestros hijos", se escuchó a través del altavoz durante la manifestación por las calles céntricas de Salta en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
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"Todos los días las madres protectoras somos criminalizadas en el Poder Judicial, desde que acudimos a pedir justicia por nuestros hijos", se escuchó a través del altavoz durante la manifestación por las calles céntricas de Salta en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El reclamo de "No somos obstructoras, somos protectoras" se hizo sentir en la marcha de ayer, que arrancó en la plaza 9 de Julio y recorrió los edificios de la Legislatura provincial, Jefatura de la Policía y la Catedral Basílica, hasta retornar al punto de partida sobre la explanada del Cabildo Histórico, sobre calle Caseros.
Cinco cuadras de manifestantes se expresaron bajo la consigna "Basta de violencia hacia mujeres, indígenas, lesbianas, travestis, trans, no binaries e infancias". Lamentaron las 26 muertes de mujeres salteñas ocurridas de enero a octubre de 2023, e hicieron un fuerte reclamo de "Ni una menos, vivas nos queremos". Repudiaron el abuso sexual, el machismo, la sociedad patriarcal e invitaron a las mujeres a no callarse más y no tener miedo. "Ni un derecho menos", advirtieron.
Yanela B., una de las manifestantes compartió su historia de lucha y afirmó que "las madres que acuden a pedir una cuota alimentaria son criminalizadas por la misma Justicia y no son escuchadas". La mujer le contó a El Tribuno que desde hace varios años atraviesa un proceso judicial contra su expareja, de la que primero fue víctima de violencia de género y luego descubrió el abuso a su propia hija por parte del progenitor. Después de casi cinco años la Justicia lo condenó a 12 años de prisión, pero la sentencia aún no está firme.
La nutrida marcha, en la que predominaron los movimientos sociales y agrupaciones de izquierda, se realizó con normalidad y, quizás por el sábado, sin tensiones ni sobresaltos en los puntos neurálgicos. Si bien estos estaban vallados, no hubo más que cánticos típicos contra la Policía y la Iglesia.
La marcha se realizó en distintos puntos del país. Y en Salta se dio en un contexto en donde los casos de intentos de femicidio se dan a diario. Muy lamentable en una provincia que tiene emergencia por violencia de género desde hace varios años. Al retorno, la vuelta por la plaza se hizo prácticamente a oscuras por un corte de luz.
Después de varios minutos todo se iluminó. Una nota de color ocurrió al final de la movida contra la violencia hacia las mujeres. Se escuchó decir a viva voz a una de ellas que se repudiaba la presencia de la concejal Malvina Gareca, por apoyar el registro de obstructores de lazos familiares, por lo que se le pidió que se retire de donde fuera que estuviera.
Cruces y mariposas
Familiares de víctimas de femicidios dijeron presente ayer en la Plaza de los Dos Congresos con 170 cruces acompañadas de mariposas violetas y fotos de cada una de las mujeres asesinadas por la violencia machista que son hijas, madres o sobrinas de los presentes, con el objetivo de reclamar justicia por las que ya no están, pedir políticas de prevención, y asegurar que "no están solas". "Vinimos a reclamar por nuestras chicas que ya no están, por las que no tienen voz, para que haya justicia en todos estos juicios que todavía faltan concretarse", dijo Marcela Morera, mamá de Julieta Mena, asesinada por Marcos Mansilla.