El término hidrotermalismo durante muchos años, al menos para mí, estuvo asociado a baños termales y por ende a sus divulgadas propiedades curativas. No fue hasta mis estudios de grado donde esta denominación tomó mayor significancia.
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El término hidrotermalismo durante muchos años, al menos para mí, estuvo asociado a baños termales y por ende a sus divulgadas propiedades curativas. No fue hasta mis estudios de grado donde esta denominación tomó mayor significancia.
Vamos a detenernos un poco más respecto a la génesis de los yacimientos hidrotermales. Las razones por las que decidí escribir esta síntesis tienen dos fundamentos, el primero de ellos es lo curioso que resulta saber que muchos de los metales de interés económico empleados por el hombre provienen de estos yacimientos y el segundo es que la Faja Andina, como parte del Cinturón de Fuego del Pacifico, los alberga.
Como punto de partida tomaremos la etimología de la palabra: hydros (agua) y thermos (caliente). Ahora hay que pensar en el poder que posee el agua caliente para transportar en solución metales que luego cristalizarán formando yacimientos.
Lo curioso de este hermoso fenómeno geológico cortical está en la génesis del agua caliente y los minerales que esta transporta. Muchas veces se genera como un líquido residual producto de la diferenciación magmática (proceso durante el cual el magma va cristalizando a diferentes temperaturas en sus respectivas posiciones dentro de la corteza y va dejando líquidos residuales cada vez más fríos, a medida que se aleja de su fuente de origen, ricos en agua y mineralización económica).
Proceso
Los fluidos hidrotermales en su viaje por las rocas de la corteza pueden aprovechar grietas, fisuras preexistentes para enfriarse y depositar o cristalizar los metales tan preciados por el hombre, como por ejemplo el oro, la plata y el cobre, entre otros, formando verdaderas vetas o muchas otras veces toparse con grandes masas de roca denominadas pórfidos, también de origen ígneo, con las que se producen interacciones complejas, que dan como resultado los yacimientos del tipo diseminados.
Estos últimos a pesar de no poseer alta ley, (concentración mineral) respecto de otros tipos, son verdaderamente interesantes dado que durante los años que llevo su estudio se llegaron a desarrollar nuevas y efectivas técnicas que van desde su exploración hasta su minado, convirtiéndolos en yacimientos de interés económico, del tipo world class.
Actualmente muchos de estos están en Perú, Chile y otros en Argentina, de los cuales se encuentran en distintas fases exploración, explotación o cierre. Ejemplo de esta última es el yacimiento de cobre porfídico de Bajo la Alumbrera, ubicado en Catamarca.