El mercado inmobiliario salteño comenzó a activarse luego de casi tres años en los que las transacciones de propiedades estuvieron en niveles históricos bajos, según explicaron a El Tribuno distintos actores del sector. El resurgimiento, aunque todavía paulatino, se explica sobre todo porque los ahorristas o inversores empezaron a ver como un buen negocio adquirir departamentos para destinarlos a alquileres temporarios para turistas. También hay movimiento en la compra de lotes en nuevos desarrollos urbanos, pero es mucho menor que en años anteriores por las limitaciones en los servicios básicos que surgieron en esos lugares.
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El mercado inmobiliario salteño comenzó a activarse luego de casi tres años en los que las transacciones de propiedades estuvieron en niveles históricos bajos, según explicaron a El Tribuno distintos actores del sector. El resurgimiento, aunque todavía paulatino, se explica sobre todo porque los ahorristas o inversores empezaron a ver como un buen negocio adquirir departamentos para destinarlos a alquileres temporarios para turistas. También hay movimiento en la compra de lotes en nuevos desarrollos urbanos, pero es mucho menor que en años anteriores por las limitaciones en los servicios básicos que surgieron en esos lugares.
Corredor inmobiliario
La situación de los alquileres para residencia van en dirección opuesta: sigue la alta demanda y escasa oferta en ese segmento (lo que lleva a precios exorbitantes de alquileres) y ya no existen compras de casas que tengan otro destino que la renta para el turismo.
Acompaña a este escenario el hecho de que los precios de venta de los inmuebles se estabilizaron desde la segunda parte del año pasado, luego de que a partir del inicio de la pandemia de COVID-19 los valores de las propiedades se desmoronaron hasta un 30% en dólares, que es la moneda que rige en el rubro.
"En 2022 con respecto a 2021 hubo un incremento de casi el 15% en cantidad de escrituras de propiedades", señaló a este diario el corredor inmobiliario Pablo Castañeda, integrante de la cadena Remax.
Marcó que la recuperación, que se vio a partir del segundo semestre del año pasado, tiene que ver con que se estabilizaron los precios de las propiedades, que en un momento estaban hasta un 60% más caras que construir una vivienda desde cero.
"Veníamos del primer año pospandémico, había cierta incertidumbre y también veníamos arrastrando valores anteriores a la devaluación. En 2020 el dólar se devaluó mucho y eso hizo que los precios de los inmuebles cayeran", señaló el especialista.
"Al haber este contexto, los precios de las propiedades bajaron en el orden del 8% anual, pero a fines del año pasado los valores se amesetaron", indicó.
Coincidió con el panorama el titular del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Salta (Cucis), Juan Martín Biella, quien detalló que la mayoría de las operaciones de compra y venta de inmuebles ronda los 50 mil dólares.
"Hay una alta demanda de departamentos monoambientes y de un dormitorio sobre que la gente usa su ahorro para armar un negocio, para dedicarse al turismo, a los alquileres temporales", dijo Biella.
Sobre las nuevas urbanizaciones, más que nada en la zona de la circunvalación oeste y al sur de la capital salteña, la demanda de lotes se atenuó. Explicó que los problemas de abastecimiento de agua potable y en los accesos viales, en otros casos, frenaron el boom que hubo en la adquisición de terrenos de años anteriores.
"La zona oeste está desarrollada apenas en un 30% y ya hay problemas en los servicios, eso pone en alerta a los inversores. Es el momento justo para que el Estado y los privados se pongan de acuerdo para mejorar esa situación", consideró el presidente del Cucis.
En tanto, Castañeda aclaró que el crecimiento de la actividad minera en la provincia influye, por ahora, en la parte de los alquileres de propiedades (lo que hace subir sus precios) más que en la compra.