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Europa, Taiwán y China

Martes, 25 de abril de 2023 02:34

El presidente francés Emmanuel Macron, inusitadamente, apareció el 7 de abril compartiendo la ceremonia del té en Guanzhou, capital de Guandong, con el presidente Xi Jinping. Al día siguiente, buques y aviones de guerra chinos simulaban ataques contra la isla de Taiwan, conmocionando a Europa por el riesgo de un conflicto armado que podría sumergir a la región en un verdadero cataclismo multilateral, con la posible intervención de los EEUU y en el marco de la invasión a Ucrania.

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El presidente francés Emmanuel Macron, inusitadamente, apareció el 7 de abril compartiendo la ceremonia del té en Guanzhou, capital de Guandong, con el presidente Xi Jinping. Al día siguiente, buques y aviones de guerra chinos simulaban ataques contra la isla de Taiwan, conmocionando a Europa por el riesgo de un conflicto armado que podría sumergir a la región en un verdadero cataclismo multilateral, con la posible intervención de los EEUU y en el marco de la invasión a Ucrania.

En el actual escenario mundial, la diplomacia debe dar paso con sumo cuidado. Sin embargo, sobre Taiwan, Macron afirmó que el continente no necesita "verse envuelto en crisis que no son nuestras", destacando que por su "autonomía política", Europa no debe seguir a los EEUU en una crisis como la de Taiwan, que desequilibra el criterio occidental vigente sobre la estabilidad de la convivencia mundial.

Su visita a Pekín era inteligente, entendiéndose que Europa conduce su política hacia China muy a pesar de lo dificultoso de ello actualmente. El yerro de Macron floreó a Xi Jinping proyectando elementos para una posible división europea americana. Al mismo tiempo la dificultad política de demostrar una absoluta unidad europea frente a la posición de China sobre Taiwan, puso incómoda posiblemente a Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea que lo acompañaba en esa misión. Ello, abre consideración sobre este espinoso asunto en el viejo continente.

Las potencias democráticas, en la actual coyuntura, están obligadas a demostrar esfuerzos muy coordinados en asuntos tan sensibles.

Macron no alcanzó a demostrar la no dependencia europea de las políticas dictadas por Washington, por un lado, así como su indiscutible necesidad de aplicación de políticas propias por el otro.

La afirmación de Macron, sumergió en dudas el apoyo occidental aliado conjunto a Taiwan, ya que como es cierto, la diplomacia por si misma no reduce un posible inminente riesgo de guerra, más aún cuando Francia posee bases en el Indo - Pacifico con fuerte contribución militar, mucho mayores que la de cualquier otra nación de la Unión Europea.

Taiwán, por cierto, constituye un problema de Europa, sencillamente porque implica un serio conflicto de política mundial actual.

El episodio erosiona el esfuerzo de los EEUU en su apoyo total a Ucrania, complicado por las críticas paralelas de los fondos que debe destinar a esa guerra sin opción alguna.

Taiwán representa hoy en día nada menos que el principio de estabilidad y respeto del futuro equilibrio del poder mundial incluyendo las libertades democráticas, las tecnologías avanzadas, y el comercio libre en todo el planeta. Desconocer esta premisa, promete la amenaza y concreción de un inicio asegurado de una supremacía china dominante y absoluta para toda la humanidad en lo sucesivo.

En definitiva, Macron ha dejado planteado en esa instancia una posición de Francia y Europa para negociar en términos económicos con China, y gran parte de sus potencialidades comerciales debido a la inmensidad de la demanda y permanente necesidad de ese país.

Al mismo tiempo la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbosk, invitada por el canciller chino Qin Gang, entre el 13 y 15 de Abril 2023 junto con el Alto Representante Relaciones Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dialogaron sobre estrategias de alto nivel económico entre la UE, Alemania y China. Ello no obstó para que Baerbosk no dejara de prevenir al Gang sobre el ineludible cuidado que China debiera conducirse con Occidente respecto a los principios vigentes de democracia, libre determinación de los pueblos, y respeto a las etnias, como principio elemental para un buen mantenimiento de las relaciones.

 

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