El Jardín es escuela. Enseñar en el Nivel Inicial es asumir una responsabilidad ética, política y pedagógica con las infancias; significa reconocer a niñas y niños como sujetos de derechos, ofreciéndoles propuestas de enseñanza que garanticen el derecho al juego, a la educación y al aprendizaje.
inicia sesión o regístrate.
El Jardín es escuela. Enseñar en el Nivel Inicial es asumir una responsabilidad ética, política y pedagógica con las infancias; significa reconocer a niñas y niños como sujetos de derechos, ofreciéndoles propuestas de enseñanza que garanticen el derecho al juego, a la educación y al aprendizaje.
Te invito a pasar: en nuestras salitas los espacios se descontracturan, las seños se movilizan para abrir la puerta a un mundo, que muchos niños y niñas, conocerán por primera vez y será el inicio de sus trayectorias escolares, primera experiencia de vínculo con el sistema educativo. Para otras y otros, será la continuidad de una trayectoria que comienza en los jardines maternales. Para ambos, es el tiempo para la enseñanza y el cuidado. El tiempo de vivenciar experiencias enriquecedoras que complementan la crianza y la cultura que cada uno trae de su hogar.
Nivel Inicial en mi provincia, la nuestra, la de todos. Un espacio que merece otro modo de ser y que nadie, todavía, se atreve a conquistar del todo.
Con la incomodidad que supone decirlo, quienes estamos primeros somos los últimos. Últimos en sentirnos reconocidos en nuestra labor. En la toma de decisiones, en las políticas que nos cobijan a medias. Siempre nos falta desde afuera. Porque adentro somos un huracán de docentes y directivos tratando de hacer magia. Educación está llena de magos y magas. Y allí vamos los docentes de Nivel inicial haciendo "De tin marín, de don pingüé"… buscando sortear dificultades, utilizando un sinnúmero de estrategias para recibir, por primera vez, a quienes tienen un largo camino por transitar en educación. Para una franja de la sociedad somos los docentes que "juegan", cuando en realidad estamos poniendo la atención en la disponibilidad lúdica del aula en función de objetivos planteados. Estamos trabajando. Y, como el resto de los docentes, no sólo cuatro horas.
En palabras de Jorge Larossa, el oficio de profesor tiene que ver con el amor. Con el amor al mundo y con el amor a la infancia, entendiendo esta última como "novedad (en el mundo)" y como "capacidad de comenzar". Allí nos paramos cuando hablamos de nuestro nivel. Por eso necesitamos fortalecer la autonomía del Nivel Inicial postergada en el tiempo, como una unidad pedagógica, desde los 45 días de vida, hasta los 5 años de edad. El reconocimiento de la diversidad comienza desde el Jardín. En este nuevo espacio, el niño comienza a ser protagonista, sus procesos de aprendizaje se despliegan a partir del juego, el movimiento, la promoción de su autonomía, el hacer con otros. La experiencia del jardín es singular e irrepetible.
Para quienes no saben o no conocen, en la provincia de Salta, en el Nivel Inicial -y hablo de la educación pública porque es donde ejerzo- las directoras trabajan en Núcleos, sin vicedirectoras. Esto significa que tienen a su cargo la gestión de hasta cinco establecimientos educativos, con un enorme plantel de docentes, contextos diferentes y problemáticas que se suman a diario.
Es época de crisis, de desajustes y de incongruencias que hacen más visibles las grietas en la sociedad. Lo sabemos, lo vivimos cada año en nuestras aulas y en nuestra cotidianidad fuera de la escuela. Y también es época de elecciones, de cambios, de propuestas. Época de inaugurar jardines, época de ubicar docentes y niños en otras instituciones porque, obras en escuelas que se hicieron el año anterior, deben volver a ejecutarse.
Es momento de sentarnos a rever nuestro diseño curricular, que tiene fecha de aprobación en el año 2010. Después de tanto tiempo, capacitaciones, trayectorias y una pandemia de por medio, necesita ponerse en la mesa de diálogo a la hora de decidir planes de acción en el aula.
Se siente soledad en el Nivel. Se siente postergación. Y lo digo con el mayor respeto por las autoridades. Y lo subrayo con la convicción de saber que estamos esperando que las cosas cambien. Con todo lo que eso significa: autonomía del Nivel Inicial respecto del Nivel Primario, lo que implica el reconocimiento de su identidad. Ojalá algún día pueda desplegar, en la página de Edusalta, la pestaña de Instituciones y encuentre, con esa autonomía que se merece y se ha ganado, a la Dirección General de Nivel Inicial.
Es tiempo de poner en foco las necesidades de un nivel, que en esta provincia, la provincia que elijo desde siempre y que amo, aún tiene mucho por cambiar.