La economía circular es un paradigma que busca modificar la forma en que se produce y se consume. Frente a la economía lineal de extracción, producción, consumo y desperdicio, la economía circular alienta un flujo constante, una solución virtuosa, en la que los residuos puedan ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo.
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La economía circular es un paradigma que busca modificar la forma en que se produce y se consume. Frente a la economía lineal de extracción, producción, consumo y desperdicio, la economía circular alienta un flujo constante, una solución virtuosa, en la que los residuos puedan ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo.
Ana Zelarayán es ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente y magíster de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa. Desarrolla sus actividades en el INTA, asociadas a la FAO y Cepal. Durante el panel "Del dicho al hecho: cómo se operativiza la sustentabilidad" del ciclo Hablemos de lo que viene: "Un futuro sostenible: economía circular", del cual participó, calificó como ejemplar que desde hace tiempo la ciudad de Salta cuente con la separación domiciliaria de residuos reciclables.
"Hemos aprendido hace un tiempo que la basura que se pueda reciclar se lava, se seca y se dispone de una forma particular. Muchos han avanzado con recuperar el orgánico también y compostarlo en su propia casa. Hoy yo creo que si alguien nos dice: `tirá toda la basura junta, nos negamos, nos vamos a negar porque nos sentimos mal, es una perdida de bienestar individual y así se mueve esto, esa es la razón, ya hemos adquirido la conciencia de poder hacerlo y volver atrás es una perdida de bienestar. Aportamos a esto, que sabemos que construye o contribuye a la aldea global", hizo hincapié la especialista.
"Aprendimos que la basura que se pueda reciclar se lava, seca y dispone de forma particular"
Contó que durante su actividad profesional en el INTA ha visto sumarse a un cambio de paradigma y de pensar la producción desde otro lado, desde otro sentido, a productores que jamas se hubiera pensado.
"Hay gente que se ha sumado y se suma a la economía circular, desde pensar `qué puedo hacer` y de repente estoy compostando mis desechos de producción, estoy generando energía con lo que antes iba a desechar, también estoy aportando. Me estoy haciendo responsable de protocolos de sustentabilidad porque quiero saber que es lo que estoy haciendo, quiero medirme también y desafiarme para hacer algo mejor entonces lo vamos haciendo de a poco", enfatizó.
"Si alguien nos dice: `tirá toda la basura junta`, nos vamos a negar, nos sentiríamos mal"
Y añadió que la urgencia apremia y que se necesitan sumar voluntades y que cada uno desde su camino colabore un poco más con la sustentabilidad ambiental.
"Creo que estamos dentro de un cambio de paradigma en el diario, como seres individuos, ciudadanos tenemos ese desafío de volver a pensar el ambiente de otra forma", sostuvo.
"La sustentabilidad si llega y hay un camino por recorrer al respecto", recalcó.
Una juventud inquieta
Zelarayán manifestó que: "tenemos una juventud inquieta, que busca. Soy docente en la universidad, he transitado la UNSa y después estuve por el mundo pasando por distintos lugares y la verdad que es para nosotros aún un orgullo en esta Argentina pensar que hay gente que puede apostar y que se sigue desafiando desde su estado de estudiante que todavía se esta formando".
Y destacó el rol de los estudiantes que desde su práctica de formación piensan como adquirir más conocimientos luego, plataformas que los vinculen al mundo para cambiar y mejorar lo que tienen. "Nuestro diario es de esperanza y también en lo tecnológico. Podemos cambiar, lo podemos hacer, podemos producir distinto, generar nuevos materiales, pensar las empresas desde otro sistema de creencias y pensamientos, desde otro paradigma", expresó.
Añadió que de hecho, hoy existe una fuerte demanda al respecto y que el mundo lo piensa así. "Tenemos que aggiornarnos rápidamente con la demanda".
"Aquí hay estudiantes presentes. La verdad que el aliento y la felicidad es grande, imaginen, en una universidad nacional donde tampoco los recursos son suficientes, lo que nos mueve en realidad son esas grandes ilusiones de poder cambiar", finalizó.